domingo, 3 de junio de 2018

Aracnofobia: ¿Por qué me dan miedo las arañas?





A muy pocas personas en el mundo le agradan las arañas. Esto es una realidad. Es muy frecuente que estos insectos se cuelen en nuestros hogares, entren en nuestras habitaciones y se queden allí durante un tiempo alimentándose de otros insectos e incluso, en alguna casos, de nuestra propia sangre. Algunas especies pueden llegar a ser peligrosas, aunque es cierto que estas suelen vivir en territorios muy concretos e inhóspitos. En su mayoría no suelen suponer para el ser humano más que una relativa molestia o un huésped indeseado.

No obstante, algunas personas experimentan un pánico atroz y exagerado cada vez que ven cerca a algunos de estos seres. Lo peor de todo es que el miedo extremo no se desata solamente al ver a estos bichos, sino también al imaginárselos.

Si has entrado en este artículo porque te dan miedo las arañas, lamentamos comunicarte que probablemente sufras aracnofobia. A continuación te explicamos en qué consiste este tipo de miedo, cuáles son sus causas y sus síntomas y de qué manera se puede tratar. ¡Atenta!
Aracnofobia: un miedo muy común



La aracnofobia es el miedo extremo o repulsión hacia el conjunto general de los arácnidos, prevaleciendo especialmente las arañas. Este tipo de trastorno se clasifica dentro de las fobias específicas generadas por animales y es capaz de causar un notable nivel de malestar a la persona que lo padece.

Dentro de las fobias específicas, la aracnofobia se trata de una de las más habituales entre la población y normalmente tiende a afectar en mucha más proporción a las mujeres que a los hombres. Esta fobia consiste en un pánico agudo y desproporcionado respecto al nivel de amenaza real que supone el estímulo temido en cuestión, es decir, las arañas. Este miedo extremo es totalmente irracional y genera elevados niveles de ansiedad para quien lo sufre, pudiendo llegar a provocar incluso graves crisis de angustia.

Las personas aracnofóbicas tienden a evitar o huir de las arañas y no pueden soportar la idea de tenerlas cerca. También suelen sentir pavor ante la simple presencia de telarañas.

Los síntomas del miedo a las arañas incluyen náuseas, ansiedad, sudoración, taquicardia, conductas de escape y evitación o parálisis, crisis de ansiedad y ataques de llanto, entre otras muchas cosas. En casos muy extremos pueden producirse incluso alteraciones perceptivas. Esta fobia también puede manifestarse de forma anticipada en aquellos contextos en los que es muy probable que el animal en cuestión aparezca.
¿Por qué me dan miedo las arañas?



Las causas del miedo a las arañas han sido debatidas por diversos profesionales durante mucho tiempo. Una de las teorías más aceptadas se relaciona con la teoría de la preparación de Seligman que plantea que determinados estímulos están vinculados a respuestas concretas debido a la transmisión genética de tendencias de conducta que puedan ser protectoras para el ser humano. Vinculando esta teoría con el caso específico de la aracnofobia se puede concluir que la especie humana habría aprendido a lo largo de la historia que los arácnidos son animales peligrosos y potencialmente mortales por lo que, con el paso del tiempo, las personas hemos heredado una tendencia natural a evitarlos.

Otra de las teorías se fundamenta en la idea de que la aracnofobia se genera a partir del aprendizaje, convirtiéndose en una respuesta adquirida que se ve desarrollada por un proceso de condicionamiento. La vivencia de una experiencia negativa vinculada con arañas (por ejemplo ser mordido o conocer a alguien que murió a causa de la mordida de una especie venenosa), principalmente durante la etapa de la infancia, genera una asociación de los arácnidos con la ansiedad y el temor. Esto al mismo tiempo desemboca en la evitación como mecanismo de escape y defensa lo que a su vez intensifica ese miedo.
¿Cómo poner fin al miedo a las arañas? Tratamiento para la aracnofobia



Uno de los tratamientos más efectivos para combatir la aracnofobia suele ser la terapia de exposición. En dicha terapia el sujeto en cuestión que padece la fobia debe ir exponiéndose gradualmente a una jerarquía de estímulos asociados al contacto con las arañas. Habitualmente, se comienza el tratamiento con la exposición ante estímulos sencillos como fotografías o vídeos. Si la persona reacciona bien, posteriormente se va avanzando hacia el visionado de telarañas reales para finalmente entrar en contacto con la presencia de un arácnido a diferentes distancias (pudiendo llegar incluso a tocarlo).

Habitualmente lo más eficaz suele ser hacer esta exposición en vivo, aunque si el paciente presenta un nivel de ansiedad muy elevado, también puede hacerse de manera imaginaria hasta conseguir que ese miedo extremo se reduzca y, entonces, poder pasar a la siguiente fase.

Actualmente, el uso de las nuevas tecnologías, da acceso a nuevas formas de exposición (tanto en el caso de la aracnofobia como en otro tipo de fobias). Es el caso de la realidad virtual o la realidad aumentada las cuales posibilitan una aproximación más aceptada y segura que la exposición en vivo ya que, al fin y al cabo, la imagen que se visualiza puede ser controlada por el profesional y el sujeto que padece la fobia sabe que no se encuentra ante una araña real.

Otro de los tratamientos muy eficaces de cara a reducir el nivel de ansiedad provocado por la aracnofobia suele ser el basado en técnicas de relajación como por ejemplo las de respiración o las de relajación muscular progresiva. En esta línea, en algunos casos también pueden llegar a recetarse benzodiacepinas para controlar los ataques de pánico en personas que, por cualquier circunstancia, deben estar en contacto frecuente con estos seres (o que se encuentran inmersas en terapias de exposición).

¿Y tú? ¿Padeces aracnofobia o conoces a alguien que la padezca?


Tamara Sánchez • viernes, 1 de junio de 2018

0 comentarios :

Publicar un comentario