martes, 25 de abril de 2017

Realidad aumentada: segundo asalto

La apuesta de Facebook por esta tecnología le da otra oportunidad en pleno auge de la realidad virtual

MICHAEL MCLOUGHLIN |  MADRID.

No es que sea imposible seguir el ritmo a la industria tecnológica, pero lo cierto que a veces es complicado tomar el pulso a cada una de las tendencias. Que si ‘smartphones’ plegables, convertibles, ‘wearables’, impresión 3D, drones, coches autónomos, impresión 3D… Muchas veces no asistimos a una evolución regular, y sí a una carrera con tirones. Un gran avance reclama atención durante unas semanas o meses y luego vuelve a caer en el saco del olvido, a la espera de una segunda gran oportunidad. Ahora la toca el turno, por lo visto, a la realidad aumentada (RA). Esta tecnología volvió a primera línea gracias a ‘Pokémon Go’ el pasado verano. Es Facebook la que firma que aspira a abanderar esta nueva era. Al menos esa es la declaración de intenciones que sugiere su F8, su cónclave anual de desarrolladores. En su charla inicial, los responsables de la red social, liderados por Mark Zuckeberg, dejaron claro que la RA es la próximo gran fenómeno que tendrá que gestionar la industria tecnológica.

En la compañía están convencidos que de la misma forma que llevamos un ‘smartphone’ encima, dentro de unos años llevaremos unas lentes de realidad aumentada. Por si acaso evitan dar fechas. Cinco o diez años. No vayan a pillarse los dedos como le pasó en su momento con las Google Glass, más cerca del ostracismo que nunca. Dentro de una década esperan que «lo veamos en nuestra vida cotidiana». Para entender el estado de esta tecnología, Michael Abrash, directivo de Oculus, afirmó que «se encuentra en el mismo punto de desarrollo en el que estaba la informática en 1971». Sorprende el movimiento de Facebook, más aún cuando ha sido uno de los responsables de despertar el interés por la realidad virtual tras años y años de intentos en vano para sacarla adelante. 
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Por si alguno se pierde entre tantas ‘realidad paralelas’, conviene subrayar la diferencia entre ambas. La realidad aumentada enriquece lo que nos rodea con marcadores y objetos virtuales, mientras que la realidad virtual es la que sustituye nuestro entorno. Lo cierto es que esta última es la que ha más atención ha captado en los últimos meses pero los análisis empiezan a dibujar una carrera a largo plazo en la que puede cambiar y mucho el actual panorama.


Según un reciente estudio de IDC, una de las consultoras más prestigiosas en lo que a innovación se refiere, a finales de 2016 se habían colocado en el mercado diez millones de dispositivos de RV frente a los 100.000 de la RA. A cinco años vista se espera que estos últimos aumenten hasta los 27,3 millones mientras que los cascos de realidad virtual lleguen a los 72 millones.

Sin embargo, la llegada de más dispositivos al mercado no significa que haya más beneficios. La realidad virtual moverá en 2021 un volumen de negocio de 18.600 millones de dólares (unos 17.340 millones de euros) -frente a los 2.100 millones (1.900 millones de euros) actuales-, algo que contrasta con la ‘rentabilidad’ que promete la realidad aumentada: 48.700 millones de dólares frente a los 200 millones actuales. Y esto, ¿cómo es posible? Pues, entre otras razones, por la que la realidad aumentada también se puede ‘ejecutar’ desde la cámara de un móvil, por lo que no hace falta un accesorio para experimentar sus beneficios.

Una trabajadora utiliza las ‘gafas inteligentes’ de realidad aumentada. :: Robin van lonkhuijsen / efe

Frenar la competencia

El mayor ejemplo de esto es Snapchat. La red social cuenta con multitud de filtros que permiten modificar nuestra cara o la de un compañero en tiempo real para tomar una imagen o grabar un vídeo. Algo que ya han imitado Facebook e Instagram en el empeño de Zuckerberg de no dejar margen a otras redes para que le hagan la competencia.

Lo cierto es que todos los grandes fabricantes están metidos en esta pelea. Microsoft quizás sea el más adelantado, por el momento, con HoloLens, un casco que incluso permite proyectar un escritorio de Windows o jugar al Minecraft en el salón. Google lo intentó con sus gafas y con Tango y ahora apuesta por Magic Leap, una firma que ha hecho contadas demostraciones públicas, algo que nos les ha impedido generar una gran expectación. Apple es el último que moverá pieza. Envuelto en el misterio habitual, se espera que presente un dispositivo a lo largo del próximo año.

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