domingo, 16 de abril de 2017

Fobia social en tiempos de nuevas tecnologías



Sin duda la tecnología se ha vuelto esencial para muchas personas dado que puede facilitarnos diversas tareas en prácticamente todos los ámbitos. Es por eso que aquí analizamos la relación que existe entre la tecnología y algunos trastornos; las posibles consecuencias que pueden surgir si no se hace un uso adecuado y algunos aspectos positivos como los nuevos tratamientos psicológicos (especialmente en el caso de la fobia social).

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia Española, la palabra 'tecnología' hace alusión al conjunto de teorías y de técnicas que permiten el aprovechamiento práctico del conocimiento científico. Mientras que la 'fobia social' (conocida también como ansiedad social) es definida como el temor que experimentan algunos individuos ante las interacciones sociales, el cual puede manifestarse en cualquier ambiente donde la persona se desenvuelva, ya sea el académico o el laboral, e incluso en reuniones familiares. Los individuos que padecen este trastorno tienen la creencia de que constantemente son examinados, humillados o rechazados.

La fobia social es parte de los denominados trastornos de ansiedad. La ansiedad se distingue por ser una respuesta anticipatoria ante una amenaza real o irreal y en ocasiones puede estar acompañada por reacciones físicas como tensión muscular o conductas evitativas.

Debe quedar claro que todos estamos expuestos a experimentar en algún momento de nuestra vida algún síntoma de ansiedad. Sin embargo, presentar un síntoma aislado no debe considerarse aun como un trastorno; pues estos se caracterizan por tener una duración de seis meses o más (en los menores de edad la duración puede ser más corta), aunado a tener pensamientos catastróficos, evitar el contacto con la situación que genera conflicto, como también manifestar reacciones físicas (sudoración, hiperventilación o elevación del ritmo cardíaco).

Con respecto a la ansiedad social, el Manual Diagnostico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V, 2014), indica que la ansiedad social puede surgir en la infancia, siempre y cuando el menor haya experimentado acontecimientos humillantes o en situaciones en donde se haya sentido expuesto.

LA TECNOLOGÍA Y SUS NUEVAS PROPUESTAS DE TRATAMIENTO

Hasta ahora queda claro que la fobia social genera diversas dificultades para quien lo padezca, por eso en los últimos años se han elaborado una serie de estrategias y herramientas tratar a pacientes con ese padecimiento. Algunas de esas herramientas tienen como base las nuevas tecnologías, esto es gracias a que la American Psychological Association (APA, 1993) incitó a los profesionistas de la salud a difundir y aplicar tratamientos psicológicos que contaran con un respaldo empírico. Con el paso del tiempo, se comenzaron a usar como recurso las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) como programas de tratamiento donde se toma en cuenta la ciberterapia, la realidad aumentada, la telepsicología, la realidad virtual o diferentes dispositivos móviles (Baños, Guillen, García-Palacios, Quero & Botella, 2011).

Para ejemplificar el caso del uso de la tecnología como alternativa de nuevos tratamientos, en España han estado desarrollando (Baños, Quero, Botello & García-Palacios, 2007; Gallego, Botella & Castellón, 2006) el programa “Háblame”, que tiene como soporte fundamental el uso del internet; esta herramienta ha sido creada para ayudar a aquellos individuos que tienen miedo a hablar en público. Para poder evaluar y brindar un tratamiento adecuado, los autores grabaron previamente siete escenarios que exponen distintas situaciones de la vida cotidiana, pretendiendo que el usuario converse con las personas que aparecen en los distintos escenarios, los cuales son: una clase, una entrevista de trabajo, un tribunal, la presentación de un examen oral, una reunión de trabajo, un congreso y por último una reunión con amigos. Una de las características positivas de este programa es que el usuario no puede pasar al siguiente escenario si no se siente preparado. Por otro lado, los autores han realizado diferentes estudios empíricos para determinar la eficacia de este programa, concluyendo en distintas investigaciones que “Háblame” (el cual se considerada como un tratamiento autoadministrativo) tiene una significativa eficacia, e incluso igual a la de un terapeuta.

ASPECTOS NEGATIVOS DEL USO DE LA TECNOLOGÍA

Sin lugar a dudas el avance de la tecnología es tan basto que puede considerarse como positivo, aunque al mismo tiempo puede ser generador de reacciones como miedo y ansiedad. Actualmente se tiene conocimiento sobre el término de 'tecnofobia' (término contrario al de tecnofilia, el cual hace referencia a la obsesión por la tecnología), que consiste en el miedo que presentan algunas personas ante el uso de diferentes equipos tecnológicos.

De acuerdo con Luque y Ávila (2008), algunos síntomas de aquellas personas que tengan esta fobia específica serían: elevación cardíaca, sudoración, evitación de los objetos que generan conflicto; en caso de tener que hacer uso de estas herramientas ya sea por cuestiones laborales o académicas es más común que cometan errores y demoran para finalizar el trabajo. Por tanto, quizás el programa “Háblame” no podría ser adecuado si la persona tiene tecnofobia, pues se enfrentarían también al uso de un dispositivo que les genera temor.

En relación a las adicciones que puede generar el uso de estas herramientas, concretamente el uso del internet y sus derivados, como lo son las redes sociales, los más vulnerables pueden ser los menores de edad. Antes de proceder en este tema, debe quedar claro que una adicción es cuando el sujeto busca de manera inmediata un alivio ante una molestia emocional, en caso de que este comportamiento tenga una frecuencia y una alta intensidad puede diversificar las actividades cotidianas, como en los aspectos sociales, laborales o familiares, de ser así, se puede considerar ya como una adicción. En todo caso, esta llega a surgir porque existe otro tipo de adicción o incluso otros trastornos como depresión o fobia social (Echeburúa & Requesens, 2012). Lo más idóneo, ante una situación de este tipo, sería llevar a cabo un plan preventivo, por eso es recomendable que los tutores o padres de familia pongan límites en cuanto al tiempo para usar cualquier tipo de dispositivo: potenciar actividades deportivas o culturales, fomentar el diálogo en el sistema familiar y estimular al menor para que entable relaciones sociales.

CONSIDERACIONES A TOMAR

Los avances tecnológicos han dado nuevas alternativas para el mejoramiento de la salud mental y estas seguirán avanzando y mejorando con el paso del tiempo. El uso de estos recursos tiene distintas ventajas, como mantener la integridad de los pacientes, además, algunas técnicas, al ser autoadministrativas, benefician a los pacientes cundo existen dificultades para salir del hogar.

Entre las desventajas de estos tratamientos (que solo deben aplicarse en casos específicos), está el hecho de no establecer una relación con el terapeuta, por lo cual pueden ser consideradas como un arma de doble filo.

Respecto a las adicciones que pueden generar los dispositivos móviles en los menores de edad, se destaca la importancia de la prevención; lo más importante es establecer límites en cuanto al horario, cuidar el contenido y fomentar actividades culturales o artísticas, pues dichas actividades conllevarán un mejoramiento social.

Por último recordemos que es responsabilidad de aquellas personas que se dedican al área de la salud llevar a cabo investigaciones empíricas sin dejar de lado el sentido de responsabilidad y ética profesional.

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