miércoles, 19 de abril de 2017

Móvil Una realidad aumentada aún más realistaMóvil Una realidad aumentada aún más realista



El prototipo de casco de la 'start-up' Avegant está bastante cerca de convertirse en un producto comercial. Aunque aún tiene retos que superar, la tecnología funciona bastante bien podría plantarle cara a Microsoft
El prototipo de casco de la 'start-up' Avegant está bastante cerca de convertirse en un producto comercial. Aunque aún tiene retos que superar, la tecnología funciona bastante bien podría plantarle cara a Microsoft

De momento sólo hay un par de empresas que han conseguido presentar cascos de realidad aumentada (RA) que de verdad funcionan bien a la hora de integrar imágenes digitales en el mundo real. Entre sus productos destacan el HoloLens de Microsoft y el Meta 2 de Meta.

Pero hay un nuevo jugador en el campo, la start-up Avegant, que ya vendía un casco de cine de aspecto un tanto extraño llamado Glyph por unos 470 euros. Ahora la compañía ha desarrollado un prototipo de casco con una pantalla transparente que emplea una tecnología de campo de luz para que el usuario visualice objetos virtuales de forma tan natural como los objetos reales. Un campo de luz es el patrón generado cuando rayos de luz rebotan contra algo, y recrear este efecto es una de las claves para producir imágenes de realidad aumentada con un enfoque nítido a distintas profundidades dentro de la misma escena. Ese sería el caso, por ejemplo, de un coche de juguete que se encuentra al alcance de la mano y se sitúa delante una casa más lejana.

Si la idea de los campos de luz dentro de cascos de realidad aumentada le suena, tal vez sera porque la misteriosa y bien financiada start-up Magic Leap lleva varios años trabajando en una tecnología así. Allá por 2014, demostró sus entonces enormes prototipos, que aún no representaban cascos funcionales. Desde entonces, la empresa se ha abierto un poco más respecto a los cascos que está desarrollando, pero aún no ha confirmado cuándo lanzará un producto.

En las oficinas de Avegant en California (EEUU), el cofundador y director técnico de la empresa, Edward Tang, me mostró un casco que aunque aún está en fase de demostración, no parece demasiado alejado de un producto final. El aparato estaba conectado a un ordenador de sobremesa, aunque Tang afirma que Avegant puede operarlo desde un dispositivo móvil, y me lo colocó en la cabeza dentro de una habitación con un sofá, unas sillas y una mesita de centro reales que se parecía a un salón.

Con el casco puesto, vi cómo una tortuga marina pasaba por mi lado lentamente, un banco de diminutos peces azules hicía ochos alrededor de las patas de la mesita, un cinturón de asteroides serpenteaba dentro de un modelo de sistema solar y a mi lado había una mujer de tamaño real que llevaba un extraño traje verde de estilo lagarto. Y todo estaba dentro del salón.

Las imágenes parecían nítidas de cerca y de lejos. No tuve problemas para desplazar la mirada desde una imagen digital que tenía cerca hasta otra más lejana, o viceversa, incluso con un ojo cerrado. Al igual que en la vida real, el objeto en el que centrara la vista se veía nítido, y se difuminaba al enfocar otro distinto, ya fuera real o digital.

Para el profesor adjunto y director del Laboratorio de Imágenes Computacionales de la Universidad de Stanford (EEUU), Gordon Wetzstein, esta coherencia entre los elementos digitales y los reales es crítica para la realidad aumentada, puesto que hace que toda la experiencia resulte menos agotadora para nuestros ojos. Y añade que, también, "simplemente parece más realista".

Pero no pude tocar ni manipular nada de lo que vi a través del casco de Avegant, como sí pude hacer en otras experiencias de realidad aumentada que he probado. Y al igual que el HoloLens, el casco de Avegant aún tiene un campo de visión bastante limitado, lo que significa que uno se asoma a este mundo de objetos reales y virtuales a través de una ventana rectangular. Lo que impide ver muchas cosas de golpe.

Avegant no quiere explicar exactamente cómo funciona su tecnología. Tang explica que aparte de la adición de un elemento óptico de campo de luz, es similar al Glyph, que proyecta luz desde una LED tricolor mediante un diminuto chip con pequeñísimos espejos y después hasta la retina del usuario, donde se forma la imagen.

La start-up tampoco quiere detallar sus planes para el casco, aunque Tang señala que "está bastante cerca de estar listo para empezar a fabricarse".

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