viernes, 26 de febrero de 2016

Realidad virtual: futuro distópico o acceso restringido

Tras la foto de Mark Zuckerberg se recrea, con intensidad, el debate sobre la mediación de la tecnología en la vida cotidiana.
Mark Zuckerberg camina junto a un grupo de hombres que permanecen sentados. Soportan unos lentes de un diseño extraño que están conectados a notebooks. Las miradas, ocultas, parecen lejanas al sitio en que transcurre la escena. Sólo el ceo de Facebook camina erguido y sonriente, entre una multitud que parece alienada.
La imagen fue rápidamente un fenómeno viral. Tomada por un asistente de Zuckerberg, fue compartida a través de sus cuentas sociales, con un alcance extraordinario.
Poco tardó en saberse que dicha imagen formaba parte de una estrategia de marketing para instalar a la realidad virtual en el eje de las charlas y debates que se dieron en elCongreso Mundial de Telefonía Móvil 2016, desarrollado en Barcelona
Nada de casual hubo en la foto. El ceo quería que el mundo se sumergiera en la discusión sobre los alcances y avances de la realidad virtual. Claro que las primeras intepretaciones sobre el modo elegido no fueron muy halagüeñas. Para muchos, la imagen remitió a profecías y descripciones en que los seres humanos se comportan como autómatas, enajenados, sólo conectados con su entorno a través de medios artificiales.
No obstante, los desarrollos hasta aquí conocidos distan bastante de aquellas obras proféticas. Desde los primeros intentos hasta los más recientes, pasando por los ya decaídos google glass y los dispositivos tipo kinetic, los arquetipos conocidos permiten añadir información a la interacción real o simular movimientos y entornos naturales.
Más importante aún, aquellos que más han avanzado requieren una fuerte inversión de dinero. Es decir, se presentan casi inaccesibles para el bolsillo de un usuario medio.
Hasta aquí también, los avances más accesibles en términos tecnológicos y económicos se basan en la telefonía celular. Los recientes desarrollos en tal dirección encuentran a Samsung y, precisamente, Facebook a la cabeza. Parten de un hecho casi irrefutable: los smartphones se han vuelto casi imprescindibles para la vida cotidiana.
Por ello, tampoco era causal el contexto elegido para el retrato. A dicho congreso asisten las empresas más importantes de la telefonía móvil. Y desde dichos congresos se suelen moldear tendencias.

Competencia
Aún en boga, el acceso a la realidad virtual es restrictivo. Córdoba, claro, no es la excepción. Lentes, auriculares u otros dispositivos dotados de sensores de movimientos, que permitan una interacción artificial con el entorno, aún no están disponibles para el gran público.
No obstante, los sucesivos desarrollos permiten imaginar una paulatina disminución de las restricciones.
"La realidad virtual viene resurgiendo, con ímpetu, desde hace un par de años. Ahora sí la tecnología permite generar algo fotorrealista. Además, se han metidos las grandes empresas: Facebook, Sony, Samsung. Esto genera una competencia y cada año hay anuncios respecto a cuál es la tecnología de realidad virtual que viene", analiza Fernando Córdoba, subdirector de la carrera de Simulaciones Virtuales y Videojuegos en Colegio Universitario IES.
Tales avances permitirían además ampliar las posibilidades de aplicación en la vida cotidiana.
"Si la tecnología sigue avanzando, si los costos se hacen más accesibles, si se le da un uso práctico, con cosas del día a día, allí podremos apreciar la potencialidad de la realidad virtual. Ahí está el desafío de los desarrolladores de ahora: encontrar un sentido práctico para algo que hasta ahora es más que nada entretenimiento", explica Córdoba.
Al respecto, recuerda la existencia de aplicaciones empleadas para tratamientos sobre fobias o para el desarrollo de niños con trastornos del espectro autista.

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