domingo, 18 de septiembre de 2016

Hologramas para reparar ascensores

En el desarrollo de la nueva tecnología HoloLens participa activamente el centro de I+D+i de Gijón, con tres ingenieros trabajando en Redmond con Microsoft

Javier Sesma (izquierda), durante la demostración en Nueva York de la tecnología HoloLens.

Thyssenkrupp presenta las gafas de realidad aumentada que visualizan a distancia la instalación estropeada e identifican los problemas técnicos.

CRISTINA TUERO

Reducir el tiempo de reparación de un ascensor de dos horas hasta los 20 minutos y reducir en un 50% el 'fuera de servicio' de estas instalaciones para garantizar una mayor operatividad. Es el presente y el futuro a corto plazo de la tecnología HoloLens, desarrollada por Microsoft, y presentada esta semana en Nueva York por Thyssenkrupp. Una revolucionaria apuesta tecnológica que está basada en unas gafas inalámbricas de realidad aumentada que convierten a los técnicos de la empresa en «supertécnicos». «Les permiten visionar el ascensor e identificar los problemas técnicos a distancia. Se convierten en especialistas 4.0, capaces de mezclar el mundo real y el virtual, transformando la cotidianeidad en hologramas», explica Javier Sesma, director general del centro de I+D+i de Thyssenkrupp Elevator Innovation Center. De esta manera, se evitan desplazamientos y se tiene acceso remoto a la información técnica, «lo que implica una capacidad de maniobra y operatividad cuatro veces más rápida» que empleando el método tradicional.

La presentación de esa nueva herramienta de trabajo tenía lugar esta semana en el One World Trade Center de Nueva York. La elección del edificio fue premeditada, dados sus innovadores ascensores, capaces de subir de la planta baja al piso 102 en apenas 60 segundos. El objetivo de la empresa, tal y como señaló en dicho evento el consejero delegado de Thyssenkrupp, Andreas Schierenbeck, es «aumentar la eficiencia y garantizar la movilidad de los usuarios». Una afirmación que no es baladí teniendo en cuenta que más de mil millones de personas se mueven diariamente en ascensor en todo el mundo. Además, se prevé que el 70% de las población mundial vivirá en las ciudades en el año 2050 lo que, traducido a esta industria, implica que «el servicio de mantenimiento es fundamental para esa movilidad urbana y la propia calidad de vida».

Gijón, punta de lanza

En esta revolucionaria tecnología ha tenido una significativa participación el centro I+D+i de Thyssenkrupp de Gijón. En él se investiga en sistemas de visión artificial «para el diseño, prototipado y mejora de la eficiencia y seguridad en la operación y el mantenimiento», señala Sesma. Y en esta línea, los profesionales de la instalación gijonesa llevan trabajando desde hace más de un año con el equipo HoloLens y en la actualidad mantienen a tres ingenieros en Redmond «trabajando codo con codo con Microsoft en las aplicaciones holográficas para la industria de la elevación».

Y no es la única colaboración desde Asturias con Microsoft, porque desde el pasado año ambas empresas colaboran en el desarrollo de la plataforma MAX, con la que Thyssenkrupp comenzó a conectar sus ascensores y escaleras mecánicas «a la nube, para poder hacer un mantenimiento predictivo y preventivo». ¿Cómo se consigue? Calculando mediante un algoritmo el tiempo restante de vida de cada componente de la instalación a través de la información que se va recibiendo de ellos en tiempo real. Innovación en estado puro para una industria, la de los elevadores, cuya transformación y progreso ha sido pausado. Ahora, Thyssenkrupp conecta a diario una media de 100 ascensores a la nube en toda España.

De momento Thyssenkrupp es una de las pocas compañías -menos de 20 a nivel mundial entre ellas la Nasa, Airbus, o Volvo- que tiene acuerdo para adaptar esta tecnología a su industria

Javier Sesma también recuerda que otras innovación tecnológicas desarrolladas desde Gijón como Accel (primer pasillo de aceleración utilizando la tecnología de motor lineal) y Multi (primer ascensor sin cable) «han contribuido a que el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) haya situado a thyssenkrupp el pasado año entre las 50 compañías más inteligentes del mundo (puesto 35)».

La compañía dedica al año más de 750 millones de euros a I+D+i.

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