sábado, 27 de agosto de 2016

Rosabel Roig Vila: «La tecnología es indicador de un buen sistema educativo y debería generalizarse ya en Primaria»

Directora del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alicante


La profesora Rosabel Roig Vila en un aula de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alicante.
La profesora Rosabel Roig Vila en un aula de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Alicante. 
    Profesional de la enseñanza, da la voz de alarma sobre la ausencia de la tecnología en el currículo educativo cuando ya está generalizada en la sociedad. Admite que existen muy buenas experiencias innovadoras, pero echa en falta que se generalice el uso de las TIC en el aula. Cree que es el momento de dar el paso a la mochila digital, aunque no como sustituto del libro.
¿En el aula, tablet o libros? Se lo pregunta cualquier padre ante el nuevo curso y se lo traslado a usted, una especialista.


El paso del papel impreso a lo digital se dará más pronto que tarde, nadie va a poder pararlo. La cuestión es si este es el momento, y puede ser así si se hace con sentido común, viendo las ventajas y desventajas.

A saber...

Es cierto que hay un primer gasto inicial mayor si se generalizan las tablets, pero se sabe que a la larga resulta más económico. Deben implicarse por ello no sólo las familias, sino la administración, igual que ha habido becas para libros debería haber ayudas para financiar el cambio a la mochila digital.

¿Y desde el punto de vista pedagógico?

No tiene sentido que la tecnología no se incluya en el currículo educativo. Se están haciendo muy buenas experiencias pero no está generalizado. Pedagógicamente hay que dar el primer paso a lo digital porque está en la sociedad, lo que hay que precisar es cómo lo introducimos y qué hacemos en el aula.

¿Cómo enfocarlo?

Si vamos a usar la tablet o la pizarra digital como un soporte impreso, sin interactividad y limitándonos a ver videos, no tiene sentido. No podemos repetir en la educación digital nuestras experiencias con lo impreso. Para hacer un buen uso hay que pensar en mejorar lo impreso, son un valor añadido importante, no un sustituto. Usar la tablet para leer el libro de texto es una barbaridad.

¿Para qué usarlas en el aula?

Hay que usarlas basándonos en la creatividad. No tiene sentido que el alumno reproduzca, debe crear, adaptarse a los cambios, aprender a aprender y colaborar con los demás, como se hace en cualquier trabajo que se considera de futuro. Estos pilares garantizan el buen uso y valor añadido de las TIC, pero no son el único recurso. Que no se piense que son la panacea o la solución única.

¿Qué más haría falta?

La figura fundamental es el profesor, y un buen profesor sin TIC funciona, pero con TIC es el ideal. La metodología es más importante que la tecnología y con buena metodología se pueden dar muchas propuestas de trabajo. Si desde la administración se cuida la figura del profesor, va a estar motivado para usar la tecnología, pero si se le da un aula con 35 alumnos, sin recursos materiales ni humanos de apoyo, ni unas horas para que se forme, no se consigue.

Hay un debate sobre si permanece más en la memoria lo que se lee impreso que en la tablet, ¿qué opina?

Eso es porque intentamos ver la tecnología como el soporte anterior y pretendemos reproducir lo que hacemos y procesamos con lo impreso. Quizá se memorice mejor con el libro pero la tecnología no es para eso.

¿Cómo conseguir que se perciba la tablet como un elemento pedagógico y no como un juguete?

Es fundamental educar a los padres sobre cómo afrontar la tecnología en el hogar. Esa es la batalla que hay que librar. Se da la tecnología demasiado pronto a los niños, utilizándola como guardería particular, y eso está haciendo más mal que bien.

¿A qué edades interesa?

Con niños de Infantil se puede empezar pero lo reduciría al aula y muy poco tiempo, asesorados sobre los programas a usar en la familia y controlando el tiempo y contenidos. En edades tempranas hay que jugar mucho más con lo que no es tecnología para el desarrollo psicomotriz y social, porque si no la tecnología sacará lo peor de la persona, que es el individualismo, y no fomentará las relaciones personales, tan importantes. Por otro lado, en lugar de como herramienta colaborativa se ve como un peligro para los niños y no tiene por qué ser así. Tiene más de positivo que de negativo. Hay propuestas innovadoras en el aula que ponen al niño en situación de juego usando la tecnología, y aprende jugando.

¿Es el momento de generalizarlas en el aula?

Estamos en pleno periodo de cambio, como cuando apareció el coche y el primero, de caballos, era como un monstruo. Los cambios dan lugar muchas veces a tópicos que no lo son, como que desde la familia se vea como algo lúdico o como un peligro. Igual que se sabe que uno no puede ir sólo por la calle de noche, debe aprender a vivir con la tecnología. En Primaria podría introducirse ya plenamente y controlar muy bien los tiempos y contenidos en casa, según la edad.

¿De quién depende?

Es una decisión política, de la administración, que debe valorar las prioridades, pero uno de los indicadores de un buen sistema educativo es contar con la tecnología.

Pero acabará sustituyendo al papel.

En un futuro sí, pero nosotros no lo vamos a ver, el papel todavía tiene mucho recorrido. Interesa siempre hacer cosas nuevas usando la tecnología que lo permita.

¿Qué le parece la furia del Pokémon?

Soy un poco escéptica con estas modas mundiales, pero es verdad que está basado en algo interesantísimo, la realidad aumentada, y la tecnología va a ir por ahí. Son líneas en que las que se está trabajando en Arquitectura y en Medicina, e incluso en el aula con los móviles a partir de aplicaciones educativas. La del Pokémon no la veo muy educativa, pero va a evolucionar hacia la pedagogía, seguro.

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