Visitar un museo virtual, acceder al catálogo de una biblioteca o comprar las entradas para un concierto son algunas de las posibilidades surgidas de la demanda por parte de muchos usuarios que quieren hacer de su smartphone una herramienta más de acceso a la cultura.
Actualmente, las aplicaciones de un smartphone nos permiten conocer al instante el tráfico de la ciudad, los horarios del transporte público, el parte meteorológico para el fin de semana o dónde se encuentra el restaurante indio más cercano. Nos hemos acostumbrado a que nuestro día a día se resuelva desde la pantalla de estos dispositivos y acudimos a ellos para cualquier consulta que requiera premura y precisión. Incluso nuestro tiempo de ocio se orienta ya por las indicaciones de esta suerte de oráculo de bolsillo. Pero ¿están todas nuestras necesidades cubiertas? A veces el usuario requiere algo más que el número de teléfono de un hotel, información que responda a otro tipo de inquietudes. ¿En qué punto de desarrollo se encuentran las apps de uso aplicado a la cultura?
La iniciativa lanzada el pasado mes de abril por el Ayuntamiento de Barcelona, Apps Cultura, nos da una idea, si no del desarrollo en el que se encuentra esta tipología de aplicaciones, sí de la demanda que ya existe para su disfrute. Con esta convocatoria en concreto se pretendía animar a los creadores de aplicaciones móviles a que ideasen apps que facilitaran el acceso a la cultura de la Ciudad Condal, capital mundial del móvil hasta 2018. Artes tradicionales, cultura tecnológica y científica estaban incluidas en la propuesta, así como cualquier plataforma para su desarrollo, entre ellas Android, Windows Phone, Facebook o BlackBerry. A la espera de que Apps Cultura anuncie a los finalistas del concurso el próximo 25 de julio y de que estos revolucionen con sus ideas la cultura de Barcelona y por extensión esperemos que también la del resto de España, existen ya algunas aplicaciones para móvil a disposición de los usuarios.
Como una de las indispensables se postula Layar, una aplicación de realidad aumentada capaz de escanear un espacio real en el que estemos físicamente situados. Layar nos permite localizar en un radio de 5 kilómetros lugares de interés que previamente hayamos etiquetado. La aplicación, de uso gratuito y disponible tanto para Android como iOs (Apple), llamó hace un tiempo la atención del Ministerio de Cultura de España, que desarrolló contenidos para ella: actualmente, el usuario puede localizar en cualquier ciudad de España más de 8.000 bibliotecas, además de acceder a información de sus servicios, recursos e incluso a su catálogo.
Las propias plataformas de comunicación e interacción culturales desarrollan hoy en día sus apps: nvivo.es, la red social de música en directo en España, cuenta con una aplicación para Android y para iPhone con la que es posible estar al tanto de toda la actualidad musical y encontrar entradas para conciertos, todo previa selección hecha por el usuario. También los museos se reinventan en formato móvil: Laboral Centro de Arte y Creación Industrial de Gijón lanzó el pasado febrero una aplicación gratuita para Android, iPhone y iPad que difunde las actividades de la institución, un catálogo expandido con el que se pretende que el visitante virtual se convierta algún día en uno real.
Y hace muy poco leíamos en prensa que el Consello da Cultura Galega había volcado el contenido de sus bases de datos en una aplicación para móviles, LEME, que da acceso a los recursos culturales, el patrimonio cultural y natural y hasta las rutas literarias gallegas. Más de 9.000 elementos con imágenes e información que buscan facilitar el turismo cultural por Galicia. De momento solo está disponible para iPhone y iPad, pero sus responsables aseguran una versión corregida y mejorada para los dispositivos de Android el próximo otoño.
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