El proyecto de Google, Google Glass, sigue avanzando con vista a su lanzamiento en 2014. Estos lentes de realidad aumentada podrían representar el siguiente salto cuántico en la era digital. Se trata de un dispositivo en la forma de anteojos que hará posible una interpelación constante entre lo real y lo digital. Es decir, la computadora estará con nosotros en todo momento, complementando nuestras experiencias.
Sergey Brin, uno de los cofundadores de Google, remarcó recientemente las diferencias entre Glass (nombre oficial), y cualquier teléfono inteligente. Básicamente dijo que el teléfono móvil aísla al usuario. Por ejemplo, si estás en medio de una conversación y necesitas buscar algún dato, debes interrumpirte para teclear y hacer una serie de operaciones. Con la iniciativa de Google no es necesario, puedes realizar la consulta de forma casi instantánea. Es decir, el dispositivo permite que lo digital se involucre a en cada acción realizada. Además puedes grabar en video todo lo que ves y ejecutar cualquier operación propia de un móvil.
El concepto de realidad aumentada, implica la intervención de la tecnología para incrementar nuestra capacidad cognitiva inmediata. Poco a poco, la digitalización nos llevó hacia eso. Primero la máquina de escritorio que nos facilitaba algunas tareas y nos daba acceso a un vasto mundo de información. Luego vino la miniaturización. Después de que la tecnología irrumpió en nuestros hogares llegó a la palma de nuestras manos: siempre con nosotros, cada vez más cerca. Podemos ver que la tendencia a la realidad aumentada, va de la mano de otro fenómeno: la integración de la tecnología en nuestras vidas. La propuesta de Google da un paso más en lo que a esto se refiere; quiere estrechar el vínculo lo más posible: no quiere más barreras, debe estar allí todo el tiempo, ser parte del todo y, por supuesto, mejorar su entorno.
Glass no tiene el éxito asegurado. Google aún tiene que demostrar que el andar con sus lentecitos, no es ridículo; qué aquellos afortunados que pagando 1 mil 500 dólares por probar el prototipo han quedado contentos y, muy importante, superar el resquemor sobre posibles efectos cancerígenos.
Pase o no, es un escaño, no el final de la escalera. Si la tendencia a la integración continúa, será inevitable que en un futuro no muy lejano los dispositivos de realidad aumentada sean implantados en el mismo cuerpo. Esto dista mucho de ser ciencia ficción. Hoy en día hay muchísimos avances en el campo de los implantes con fines médicos. Seguramente llegará el momento en el que Google o Nokia o Sony o Apple invadan los cerebros con precisión quirúrgica.
Fuente: http://www.octavodia.mx/articulo/39628/google-glass-integracion-y-realidad-aumentada
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