Por un lado, la última novela de León Arsenal, Última Roma, que a través de los códigos QR ofrece a los lectores referencias, comentarios y vídeos creados exprofeso para este libro. Huelga decir que son extras valiosísimos para una novela histórica. Los códigos QR evitan la inclusión de farragosas direcciones de Internet en el libro.
Uno de los artífices lo explica mejor en este vídeo:
Quisiera también destacar a Arsenal como ejemplo de escritor que, sin pertenecer a una generación a la que le pilló pronto la Internet moderna -que es a la que se le suele presuponer este tipo de aventuras-, no pierde una oportunidad de implicarse en el aprovechamiento de los nuevos medios. Presencia en redes sociales, blogs, videoblog e iniciativas como esta.
La otra que me ha llamado la atención es la de la joven editorial de género Kelonia, que ha publicado obra muy singular. Un relato de ciencia ficción operística, profusamente ilustrado, llamado Butterfly.
La novedad en este caso es el acompañamiento de una aplicación móvil de Realidad Aumentada. Esto es: ofrece solapar sobre la realidad que muestre la cámara de nuestro teléfono o tableta una serie de elementos tridimensionales inspirados en la imaginería de las ilustraciones del cuento.
La novedad en este caso es el acompañamiento de una aplicación móvil de Realidad Aumentada. Esto es: ofrece solapar sobre la realidad que muestre la cámara de nuestro teléfono o tableta una serie de elementos tridimensionales inspirados en la imaginería de las ilustraciones del cuento.
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