El primer lugar en el que pondrán a prueba el centro de VR será Evermore Adventure Park, un parque de atracciones de temática inspirada en el teatro ubicado en Salt Lake City (EE. UU.). Es uno de los dos grandes proyectos de la compañía de desarrollo urbanístico que tiene el empresario norteamericano.
Además de las gafas de realidad virtual y los auriculares, los visitantes de este parque irán equipados con guantes hápticos y un traje sensitivo. Eso les permitirá crear una sensación más envolvente en un escenario que no deja de ser un gran cuarto acolchado con efectos que imitan el viento, el agua o la lluvia. Obviamente, estos accesorios cuentan con equipos de seguimiento para evitar que colisionen los visitantes entre sí y conocer en cada momento con que parte del entorno están interactuando.
Los padres de la idea tienen entre manos una selección ecléctica de aventuras. Podrás explorar un templo, bajar a unas catacumbas o meterte en la piel de un cazador armado, en realidad, con una pistola de atrezzo. Poco parece resistir a un hombre, Bretschneider, que cuando tenía 10 años fue conocido en su barrio por convertir la casa de sus padres en un Pasaje del Terror en Halloween. Las aventuras durarán una media de 20 minutos y el coste de la entrada serán unos 30 euros. “Será el salón recreativo del futuro”, predicen sus creadores.