martes, 24 de mayo de 2016

Neurofelicidad: un tratamiento pionero que combina 'mindfulness' y realidad virtual

Foto: La psicóloga Noelia Mata en la haima con una usuaria a la que se le mide su actividad cerebral. (The Institute of Joy of Quirimbas)

Inspirados en la filosofía de vida de los Kinwani de Mozambique, un grupo de científicos españoles ha creado un programa que acabará con las malas caras en la oficina
Foto: La psicóloga Noelia Mata en la haima con una usuaria a la que se le mide su actividad cerebral. (The Institute of Joy of Quirimbas)

Pregúntenle a cualquier persona qué significa para él o ella la felicidad y esbozará una sonrisa triste y se remitirá a algunas escenas de su vida: el momento en que conocí a mi mujer, cuando me dieron aquel ascenso o, el cada vez más frecuente, cuando me compré aquel Iphone 5. Jamás en toda la historia de la humanidad se ha hablado tanto de la importancia de ser felices, pero muy pocos lo son realmente. Sólo levanten un momento la vista de su ordenador, desde el que seguramente leen a hurtadillas este artículo, y miren a su alrededor: todo el DSM-5 (Manual diagnóstico y estadístico de trastornos mentales) podría resumirse en una fotografía de oficina
Discusiones, bajas por depresión, jefes ansiosos gritándoles a sus empleadosy trabajadores también ansiosos y furibundos increpándose entre ellos. No hace falta ser contable para que a uno no le salgan los número: ocho horas de trabajo en un ambiente así y otras ocho durmiendo dan poco margen para sonreír. 
ADVERTISING
Durante las nueve sesiones se aprende a conocer el funcionamiento de la mente y cómo poder segregar neuroquímicos de la felicidad
The Institute of Joy of Quirimbas ha hecho suya la máxima “no es más pobre el que menos tiene, sino el que menos necesita”, porque ‘ser’ y no ‘tener’ es, según este equipo de neurocientíficos españoles, la clave para ser realmente felices. Inspirados en la filosofía de vida de los Kimwani, una comunidad que vive el Archipiélago de las Quirimbas, en Mozambique, esta ONG ha puesto en marcha la primera iniciativa a nivel mundial sobre tratamientos de Neurofelicidad, basados en la Realidad Virtual, el 'Mindfulness' y el Neurofeedback –un sistema que mide la actividad eléctrica de nuestros cerebros y nos ayuda a meditar-. 

Los nueve consejos de los Kinwani

Cuando Luis Cifuentes, el Happy Executive Officer de este instituto dedicado a la felicidad, visitó el Archipiélago de Quirimbas, le sorprendió la falta de ambición de aquella gente, que simplemente se dedicaban a disfrutar del sol, la naturaleza y de su familia y amigos. “Trabajan cuando necesitan algo de dinero y no tienen ni coches ni televisión. Viven de otra manera y son mucho más felices que nosotros”, cuenta. Fascinado por aquella sencillez que era la felicidad en estado puro, resumió su filosofía de vida en nueve consejos kinwani. A saber: Simplifica tu vida, vive con la luz, cuida de los tuyos, disfruta de tus sentidos, cuida tu cuerpo y tu alma, toma de la naturaleza sólo lo que necesitas, comparte y, sobre todo, sé feliz trabajando. Verdades que, como él mismo admite, podrían encontrarse en cualquier libro de autoayuda; la diferencia radica en que no únicamente consiste en conocerlas, sino en integrarlas en nosotros, y para ello es necesario entender el funcionamiento de nuestra mente y la capacidad natural que tenemos para ser felices.
La realidad virtual se aplica cada vez más en el sector de la salud. (IJQ)
La realidad virtual se aplica cada vez más en el sector de la salud. (IJQ)

¿Eres o haces?

Para la psicóloga experta en 'mindfulness' Noelia Mata estamos tan preparados para la supervivencia como para la felicidad. “Tenemos un sistema de curación en nuestro cerebro, que tiene una enorme plasticidad, y se siguen formando neuronas y fomentándose la sinapsis entre todas ellas a cualquier edad”.  
Noelia es uno de los miembros del comité de expertos que, liderados por la doctora Rafaela Santos, presidenta de la Fundación Humanae y del Instituto Español de Resilencia, conduce los aspectos neurocientíficos del proyecto 'Endorfinder'. Consiste en un tratamiento de nueve sesiones que ofrece este instituto con sede en Madrid y que tiene como base ayudar a los usuarios a que ellos mismos sean capaces de potenciar los neuroquímicos de su cerebro que les hacen ser felices, produciendo hormonas como la serotonina, las endorfinas, la oxitocina y la dopamina.
Pero, además, Noelia Mata es la voz aterciopelada y firme que nos acompaña en nuestro aprendizaje del 'mindfulness', unas sencillas técnicas de conciencia plena que, a través de la respiración y la concentración, nos ponen en contacto con nosotros mismos. Una suerte de meditación desacralizada. Sin embargo, esta inmersión en el ‘ser’ (y no el tener o el hacer), no sucede por cauces convencionales. Y aquí radica lo extraordinario del proyecto, la aplicación de la realidad virtual para que en nueve horas de la vida de una persona (y algo de entrenamiento en casa), se produzca un cambio sustancial en su mente. 

Los buenos de Silicon Valley

Estoy en un lago rodeado de árboles y el sol se refleja en el agua; se oyen los pájaros y el ruido de la locomotora de un tren, al fondo, que avanza por una vía, y de repente se desvía de su camino, cruza el lago y se abalanza sobre mí, convirtiéndose en una bandada de pájaros. Entonces miro hacia arriba y veo un túnel de energía que me absorbe y acabo en lo que parece ser el vientre de una mujer embarazada, frente a un bebé gigante que acerca su mano hacia mí para tocarme. Y pienso: “menos mal que llevo unas gafas de realidad virtualpuestas, porque de no ser así tendría un problema…”. 
Las impactantes imágenes logran logran situarte en otro contexto, abren tu mente y te preparan para recibir las enseñanzas del 'mindfulness' en el entorno virtual de una pantalla de cine donde se proyectará la película creada por The Institute of Joy of Quirimbas, que cambia conforme se avanza en las nueve sesiones que corresponden a los nueve consejos Kimwani. “La realidad virtual nos ayuda a trasladarte a otro espacio más relajante; es una forma de desconectar de la cotidianidad”, afirma el Happy Research Officer del instituto,Luismi Samperio. Él es la mente detrás de los engranajes tecnológicos de este tratamiento que haría enloquecer a cualquier ‘geek’.
Al final de la sesión, un sistema de Neurofeedback mide la actividad eléctrica del cerebro y avisa al usuario si pierde la concentración
Luismi se ha basado en los avances en psicología y realidad virtual que se están llevando a cabo en laboratorios pioneros como el Virtual Human Interaction Lab de la Universidad de Stanford: “Han demostrado que las interacciones que tenemos en realidad virtual nos afectan psicológicamente tanto como las reales y están trabajando en tecnología que pueda crear experiencias que influyan positivamente en nuestras vidas. Hay una verdadera eclosión de la realidad virtual aplicada al ámbito de la salud fuera de nuestras fronteras”, dice.
Tras la primera experiencia de realidad virtual, una vez el usuario se ha sentado cómodamente en la jaima, aparece ante él una pantalla de cine y, al momento, una charla de TED que tiene que ver con el aspecto de 'mindfulness' que se va a trabajar durante la sesión. Al finalizar, de nuevo la realidad virtual le devuelve a un paisaje de ensueño donde la voz de la neuropsicóloga le ayuda a profundizar en los misterios de la conciencia. Todo ello ocurre de una manera tranquila, natural; y, sin embargo,  hemos pasado de estar en un largo a encontrarnos como espectadores en un cine y, más tarde, dependiendo del día, en una playa, o tal vez en la montaña. Y no importa hacia dónde decidamos mirar, porque el paisaje continúa; oímos trinar a los pájaros y nos sentimos en paz.
Seguidamente, al ‘finder’ –así es como llaman en el instituto a los usuarios,‘buscadores de la felicidad’-, le colocan un sistema de Neurofeedback en la cabeza, que es parecido a una banda que mide la actividad eléctrica del cerebro y permite poner en práctica lo aprendido durante la sesión. Este dispositivo, utilizado por deportistas de élite para aprender a meditar, ayuda a recuperar la atención consciente si uno se dispersa, ya que el sonido que escucha va cambiando dependiendo de su grado de concentración. “Es como escuchar nuestro propio cerebro”, explica Luismi, quien añade que muchos emprendedores de Silicon Valley están investigando en cómo los ‘weareables’ (tecnología portable) pueden mejorar nuestras vidas. 

Felicidad es dar y recibir

En The Institute of Joy of Quirimbas hay un concepto clave: la gratitud. Por eso todas las sesiones se acaban anotando algunos hechos ocurridos durante el día por los que deberíamos dar las gracias, no importa lo pequeños que sean. Porque agradecer es, como dice Luismi Samperio, “una forma de reentrenar el cerebro para centrarse en lo positivo”.
d
d
Pero esta ONG vive el agradecimiento de un forma mayor, porque no sólo trabajan para llevar la filosofía de la felicidad de los Kinwani a Occidente, sino que aspiran a dar a los niños de Quirimbas conocimientos tecnológicos que les permitan tener acceso a la mejor educación posible. “Hemos creado una guardería y nuestra meta es extenderla a mil niños de entre dos y cinco años, que irán creciendo con nosotros, y querecibirán clases de inglés, de creatividad y de tecnología”, afirma Luis Cifuentes, quien sueña, al igual que el resto de miembros de su equipo, con que los Kinwani puedan acudir a las mejores universidades del mundo a través de la realidad virtual y la realidad aumentada, sin tener que abandonar sus poblados. “No es algo que vaya a ocurrir hoy ni mañana, pero en un futuro podrán estudiar ‘online’ y queremos prepararles para cuando llegue ese momento”.
Consiste en compartir, como rezaba uno de los consejos Kinwani: Ellos nos enseñan a ser felices; nosotros, a que no se queden al margen del mundo. Un trueque hermoso que podría cambiar la foto en la que jefes y empleados arrastran sus pies sobre la moqueta de la oficina, paseando sus frustraciones, ansiedades y estrés, simplemente con aprender algunas lecciones de Neurofelicidad.

0 comentarios :

Publicar un comentario