El segundo Wonderbook que llega al mercado es Diggs: Detective Privado, que hace poco más de una semana alcanzó las tiendas. En anteriores artículos ya he hablado del punto de partida de este libro: una historia de género negro con todos los tópicos de las películas de Bogart o de las novelas de Chandler, sólo que adaptada para niños con mucho sentido del humor. Esta vez el escenario no es Nueva York ni Los Ángeles, sino Librolandia (aunque también es de noche y llueve sin parar).
El detective tipo duro es la oruga Diggs Orúguez. El crimen es el asesinato de su mejor amigo (y mafiosillo a tiempo parcial), el huevo Humpty Dumpty. Y el argumento, como en tantas películas de Hitchcock, sigue la mecánica del falso culpable: Diggs es acusado injustamente por los policías que investigan el caso (que son los Tres Cerditos) y debe demostrar su inocencia y encontrar al verdadero culpable del asesinato de Dumpty... además de averiguar por qué están desapareciendo las historias de todo Librolandia.
Nuestro papel será ayudar a Diggs en la investigación; el bueno de Orúguez,además, es perfectamente consciente de que estamos ahí y no dejará de dialogar con el jugador con constantes guiños que rompen la cuarta pared. Mientras que El Libro de los Hechizos era una colección de minijuegos e historias breves, Diggs: Detective Privado sigue la estructura de una novela. La historia es lineal (salvo alguna escena concreta) y en esta ocasión no tendremos que utilizar el mando de PS Move, sino el libro en sí: lo giraremos para buscar pistas en algún rincón oculto, lo moveremos para ayudar a Diggs a esquivar obstáculos en persecuciones...
Lo mejor de Diggs es la capacidad para crear un escenario interesante (esa Librolandia bajo la eterna lluvia) habitado por personajes entrañables y divertidos a partir de cuentos clásicos y tópicos infantiles. La historia es sencilla como para que los niños no se pierdan pero ofrece algún momento de intriga y suspense, además de más de un gag divertido y, en general, un tono bienhumorado que lo hace muy agradable. Los gráficos del juego son muy destacables: los personajes y sus animaciones son dignos de un estreno cinematográfico de animación.
Hay que destacar también que la respuesta del sistema de realidad aumentada es excelente: basta con que la habitación esté razonablemente iluminada para poder disfrutar de este Wonderbook. La segunda gran virtud de este Wonderbook es, sin lugar a dudas, su música: un repertorio de pegadizas canciones de jazz y rythm'n'blues interpretadas por la Araña Picaruela y los Tres Ratones Ciegos (la verdad es que ninguno de los personajes del libro tiene desperdicio) que puede servir a los padres melómanos como excusa para ir introduciendo a sus retoños en los placeres de la buena música.
Es una pena que muchos de los cuentos tradicionales que "versiona" Diggs: Detective Privado son típicos de la cultura anglosajona y prácticamente desconocidos aquí, de modo que algunos de los chistes se pierden en la traducción. El huevo Humpty Dumpty, por ejemplo, es protagonista de una canción-acertijo que precisamente cuenta cómo Humpty se cae de un muro y se rompe en pedazos. La Araña Picaruela (Ipsy Tipsy en el original) es también protagonista de una cancioncilla infantil inglesa, como los Tres Ratones Ciegos; Mamá Ganso es el personaje ficticio al que tradicionalmente se atribuyen buena parte de los cuentos de la tradición británica...
Un niño inglés entenderá las referencias (y seguramente las encontrará muy graciosas), pero muchas de ellas no son conocidas en nuestra cultura. Esto no hace que el libro no se disfrute, pero es inevitable que se pierda una parte de la gracia de este Diggs: Detective Privado, que es su relectura en clave de género negro de toda una serie de cuentos y personajes infantiles. Lamentablemente no se podía hacer nada al respecto en la traducción... aunque siempre se puede utilizar esto para excitar la curiosidad del niño o niña que lo juegue, y conseguir así que descubra una tradición de cuentos diferente de la nuestra.
El mayor fallo que se le puede apuntar a Diggs: Detective Privado es, probablemente, que nos deja con la miel en los labios. Librolandia y sus habitantes están muy bien conseguidos, y da la sensación de que podrían haber profundizado más y creado una historia más larga que nos permitiera disfrutar de sus entrañables personajes. La historia se puede completar en unas dos horas, más o menos como una película; no ofrece grandes incentivos para la rejugabilidad (más allá de los logros y del "modo cine" que nos permite grabar escenas), pero los niños hasta cierta edad suelen ser aficionados a revisitar sin cansarse una y otra vez sus historias favoritas.
Diggs: Detective Privado viene perfectamente doblado al español (con un buen doblaje, además, con algunas voces muy conocidas) y permite practicar la lectura con los pequeños activando también subtítulos. Como hicimos con "El Libro de los Hechizos", hemos decidido no puntuar Diggs: Detective Privado por la simple razón de que, aunque tome muchos elementos del videojuego, realmente es otra cosa diferente por lo que encajarlo en una escala pensada para los juegos "tradicionales".
No obstante, que quede claro que la evaluación es muy positiva. Aunque, como he dicho, podría haber ido un poco más lejos y haber dado más tiempo a sus personajes para lucirse, es un producto muy entretenido y recomendable para los pequeños de la casa. Además cuesta sólo 19,99 euros (siempre que tengamos ya el libro Wonderbook y los accesorios de PS Move), por lo que es en mi opinión una muy buena compra para los padres de pequeños jugones-lectores.
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