Parece que el objetivo de los teléfonos inteligentes es emular los sentidos del hombre. Tres de ellos ya los sintetizó: el tacto, al pulsar la pantalla; el oído, a través de los asistentes virtuales del tipo Siri o Cortana; y la vista, mediante la realidad aumentada (al enfocar su cámara de fotos, el móvil puede reconocer de qué lugar se trata). Pero hay más. En los próximos cinco años el desafío será clasificar sabores y olores.
El camino de los sensores permitió a los desarrolladores dotar a los aparatos actuales de un esquema sensorial básico. Pero este fue el primer escalón. En el corto plazo, los sensores gustativos podrán diferenciar sabores y los auditivos –integrados con inteligencia artificial– tendrán la capacidad de identificar el origen y la distancia de los sonidos.
La apuesta para 2020 es que la tecnología de reconocimiento de objetos y el escaneo 3D, según analizó Richard Yu, CEO de la empresa Huawei, durante el Mobile World Congress que se desarrolló en Shangai, se coronará en un “superteléfono”. Este sistema de comunicación mejorará constantemente la percepción de los seres humanos, los objetos y el entorno, creando una realidad virtual que refleje el mundo físico.
Se desarrollarán sensores cada vez más precisos y su integración con el teléfono inteligente será un avance hacia la virtualización de la realidad. Por ejemplo, los sensores de niveles de azúcar en sangre y presión arterial servirán para cuidar la salud.
Uno de los sentidos en los que la ciencia ha estado enfocando su atención para incorporar al teléfono es el olfato. Para develar esta alquimia, científicos de Harvard desarrollaron el Ophone, un accesorio que conectado vía Bluetooth con un celular puede enviar un rango de olores por Internet. Funciona en base a pequeños tubos internos adheridos al celular que pueden emitir los aromas en base a ciertos comandos regulados. Los interesados podrán elegir un aroma específico para enviarlo a sus contactos, por ejemplo, el olor de una tostada recién horneada, junto con una fotografía de su desayuno.
Siguiendo con esta búsqueda, desde hace un tiempo, Adamant Technologies está tratando de dotar al iPhone con sentidos. Sam Khamis, fundador de Adamant, indicó que está tras un chip que integra varios sensores (se estima que la nariz, para recolectar los productos químicos en el aire e identificarlos, tiene el poder de 400 sensores) que “puede tomar los sentidos del olfato y del gusto y digitalizarlos”.
domingo, 20 de septiembre de 2015
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