“No había nada que me diese la experiencia que yo quería, el Matrix, donde pudiera conectarme y realmente estar en el juego. Quería comprarlo. Cuando me di cuenta que no existía, decidí crearlo.” Palmer Luckey, a los 22 años, ya ha cambiado el mundo. Los expertos en tecnología ya saben por qué, el resto de nosotros nos enteraremos cuando lancen Oculus Rift al mercado.
No mucha gente fuera del mundo de la tecnología ha escuchado el nombre de Palmer Luckey, pero lo van a escuchar. Está creando el futuro.
Miles de personas estuvieron al tanto del último evento de Apple en el que lanzaron el nuevo iPhone. Inmediatamente después aparecieron cientos de artículos sobre los nuevos productos. Luckey no es tan mediático como Tim Cook, pero está cambiando el mundo de una forma mucho más extrema.
Hace 3 años, Palmer lanzó una campaña en Kickstarter para financiar un proyecto de realidad virtual. El término realidad virtual es muy amplio, pero es, básicamente, un ambiente 3D generado por un computadora, con el que el usuario puede interactuar. Para ese momento, Luckey ya contaba con un prototipo que había armado con diferentes piezas, muchas de las cuales se podían conseguir fácilmente en el mercado. Ya se le habían acercado algunos inversionistas y con los primeros $5,000 hicieron el video para Kickstarter. La meta era llegar a $500,000.
En dos horas, llegaron a la meta y, para el final de la campaña, habían conseguido recaudar US$2.4 millones. Nada mal para Palmer que tenía 19 y seguía viviendo con su mamá. Nació Oculus Rift.
El producto de Luckey no era bueno. Lo había hecho con tecnología existente y aún así había logrado captar el interés de inversionistas importantes. Estaba en la dirección correcta. Con el dinero recaudado a través de Kickstarter, comenzó el trabajo más importante: crear una versión del Oculus Rift que pudiese comercializarse.
A través de un inversionista, Palmer conoció a Mark Zuckerberg y Oculus Rift cambió. Hasta ese momento, el producto de realidad virtual estaba pensado como un nuevo juego de video, el siguiente gran salto en “gaming”. A Zuckerberg no le interesaba crear un video juego, él quería cambiar el mundo.
“Eventualmente, vamos a tener tecnología que nos permita comunicar experiencias sensoriales y emociones a alguien a través del pensamiento”. (Zuckerberg)
Para Zuckerberg, llegar a mil millones de usuarios fue un hito importante principalmente porque lo hizo pensar en el futuro de Facebook: “Nuestra misión no es conectar a un billón de personas, es conectar a todo el mundo”. ¿Cómo cuadra en esa visión Oculus Rift? El producto de Palmer es una nueva plataforma que va a cambiar como interactúan las personas. Facebook ya es un lugar donde hay interacciones masivas. La realidad virtual es simplemente la siguiente frontera.
Después de negociar por tres días, Zuckerberg ofreció más de 2 mil millones de dólares por Oculus Rift.
¿Cómo funciona? Imagina que tienes una reunión con una persona que se encuentra en otro país. Entras a un cuarto vacío y te pones el casco de Oculus Rift. De pronto, estás en una sala de directorio con esa persona representada por un avatar azul . Te habla y te entrega unos documentos. Miras hacia abajo y ves los documentos. Los puedes hasta leer. Eso es realidad virtual. Eso ya existe.
Hoy, Oculus Rift trabaja desde las oficinas de Facebook en Palo Alto. Tiene un equipo grande y todos los fondos que podría necesitar. El producto se presentará en el primer cuatrimestre del 2016 y marcará el inicio de la era de realidad virtual.
Se sabe que Google, Microsoft y Magic Leap- una empresa poco conocida pero que parece haber logrado resultados increíbles- están trabajando en productos de realidad virtual. Existe un consenso entre la mayoría de empresarios de tecnología de que la realidad virtual y la realidad aumentada son el futuro. Un futuro en el que muchas interacciones ya no se lleven a cabo en la realidad.
Bastante más interesante que el nuevo iPhone de Tim Cook.
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