martes, 2 de abril de 2013

Ojos que no ven... Google Glass y el mito de la multitarea

Ojos que no ven... Google Glass y el mito de la multitarea:

Google Glass lleva este concepto de multitarea a un nivel completamente nuevo. Ahora tendremos la posibilidad de tener en nuestro campo de visión una pantalla digital, pero nuestros ojos son libres para realizar otras tareas, es decir la información que nos aparece en las gafas ocupan muy poco angulo de visión. La diseñadora de Google Isabelle Olsson dijo lo siguiente a Computerworld: “Hemos creado Glass para que se pueda interactuar con el mundo virtual sin distraerse del mundo real. No queremos que la tecnología se interponga en el camino”.
Este sentimiento de no dejar que la tecnología interfiera con nuestro “mundo real” es, sin duda, muy atractivo. Pero, por desgracia, la ciencia cognitiva sugiere que este escenario es poco probable, si no imposible.
Múltiples estudios han demostrado realmente que en realidad es un mito que nuestro cerebro pueda hacer dos cosas al mismo tiempo. En realidad, el cerebro está diseñado para procesar un solo paquete de información a la vez .
Los modelos cognitivos de capacidad de atención, memoria y procesamiento de nuestro cerebro tiene una cantidad limitada de recursos que puede utilizar para hacer frente al procesamiento de varios envíos de información.
Cuanto más difícil es la tarea, más recursos necesita el cerebro para ponerse a trabajar. Pero cuantos más recursos que utilizamos para un puesto de trabajo, menos tenemos que aplicar a otros.
Hacer dos cosas a la vez extiende la capacidad de nuestro cerebro, es decir no somos capaces de realizar cualquier tarea sin tener que sacrificar algo de tiempo. En otras palabras, si estamos leyendo un email con Google Glass y estamos cocinando a la vez, alguna de las dos tareas será inviable. O leeremos los correos de forma lenta para no acabar quemando la cocina, o al revés, tendremos que ir con cuidado al cocinar y no ocasionar un desastre para poder leer bien lo que tenemos delante. Y ya no hablemos de conducir mientras llevamos las Google Glass, porque las distracciones al volante pueden ser peores todavía.
También creo que es especialmente importante tener en cuenta cómo las tecnologías como Google Glass afectan a nuestras relaciones con los demás. Sherry Turkle, profesora de Estudios Sociales de la Ciencia y la Tecnología en el MIT y autor del libro Alone Together: ¿Por qué esperamos más de la tecnología y menos de uno al otro?, ha realizado una amplia investigación sobre cómo nuestro deseo de estar constantemente conectados a través de las nuevas tecnologías podría ser perjudicial para nuestra capacidad de conectar con las personas de carne y hueso.
Por un lado, las redes sociales (Facebook, Twitter, y los teléfonos móviles) han facilitado la manera de conectar gente entre sí, pero por otro lado, siempre que se conecta a estas tecnologías se crean barreras para el desarrollo de las relaciones con las personas a las que nos sentimos más cerca.
En un momento u otro, muchos de nosotros nos hemos encontrado a nosotros mismos compartiendo una comida con amigos o en familia, y descubrir que cada persona estaba pendiente a un dispositivo o tableta. A pesar de que estaban compartiendo el mismo espacio físico, mentalmente estabamos en otro lugar.
Evidentemente, este fenómeno es tan común que algunos restaurantes han comenzado a ofrecer descuentos a los clientes que dejan sus teléfonos en la puerta ,en una campaña para que simplemente la gente sea más consciente de cómo utilizan las tecnologías y cuáles son las consecuencias para sus relaciones.
En este sentido debo añadir que, en última instancia, creo que el mantenimiento de una conciencia crítica es la clave para asegurar que las tecnologías mejoran nuestra calidad de vida en lugar de apartarse de ellas.
Las nuevas tecnologías como Google Glass tienen el potencial de mejorar nuestra vida de muchas maneras, pero para aprovechar todo su potencial, debemos ser conscientes de nuestras propias limitaciones y estar atentos a permanecer conscientes de cómo nuestro uso de la misma afecta a nosotros ya los que nos rodean.
Aunque si extrapolamos lo anterior a diez años atrás, es probable que hubiese escrito un articulo similar hablando de las tablets o los smarphone, y actualmente ¿Quien no va hoy al baño con su smartphone o
ve la tele con su tableta?

Vía
Scientificamerica

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