Gafas y tablets de realidad virtual y aumentada, que entregan información en tiempo real y que facilitan el proceso de enseñanza-aprendizaje, son parte de las nuevas herramientas tecnológicas que incorporó la Universidad Católica del Norte (UCN) para formar a los futuros profesionales que requiere el país.
A través de un proyecto Mecesup, la institución se ubica a la vanguardia en Chile al sumar estos dispositivos para apoyar la enseñanza de contenidos a los estudiantes que cursan los últimos años del ciclo profesional.
El objetivo es que los jóvenes de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Geológicas puedan acceder a ejemplos de realidad virtual relacionados con las asignaturas que tratan, y así vincular los conocimientos teóricos con representaciones 3D que favorezcan su familiarización con los ambientes que en el futuro serán su entorno laboral.
“Antes de realizar sus visitas a terreno, los estudiantes de Geología, por ejemplo, podrán conocer los lugares de interés mediante el uso de esta tecnología, obteniendo valiosa información”, resaltan los académicos del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la UCN, Carlos Pon Soto y Gloria Giacaman Jacob, quienes son integrantes del equipo impulsor del proyecto.
La incorporación de gafas de realidad virtual también favorecerá la formación de los futuros ingenieros metalúrgicos, ya que mediante esta tecnología podrán aprender y profundizar conocimientos relacionados con los procesos de chancado y molienda, actividades fundamentales dentro de la industria minera. “Los estudiantes están evaluando estas herramientas y las opiniones son muy positivas, debido a que les entrega una visión global de lo que harán en terreno”, sostuvo Pon.
REALIDAD AUMENTADA
Otra área de avance incluye la incorporación de instrumentos de realidad aumentada, tecnología emergente que permite expandir capacidades sensoriales por medio de información adicional que es agregada a través de módulos tridimensionales sintéticos, los que incorporan visión, sonido y otros elementos que complementan la percepción humana.
Mediante un proyecto del Fondo de Inversión para la Competitividad de la Región de Antofagasta (FIC-R), la UCN tuvo acceso a recursos que, entre otros beneficios, permitieron adquirir un total de 6 tablets con capacidades gráficas de alta resolución.
La iniciativa -según explica Pon- está orientada a generar una capacidad tecnológica para mejorar la competitividad regional, con aplicaciones directas en sectores de alto impacto como la minería, servicios y turismo, entre otros.
La incorporación de la realidad aumentada también está dirigida a generar sinergias y vinculación directa con el sector productivo y las empresas de la zona. En la actualidad, la Universidad Católica del Norte trabaja en el desarrollo de aplicaciones de este tipo para Minera Esperanza y para el Ferrocarril de Antofagasta a Bolivia (FCAB). Respecto a esta última empresa, la aplicación de esta tecnología sería de gran utilidad para el proceso de mantenimiento de las locomotoras y para el personal de recursos humanos.
“Somos el primer grupo que empezamos con el tema de la realidad aumentada en la universidad y nuestro objetivo de seminario es desarrollar habilidades y generar un documento para que las nuevas generaciones puedan tomar esta tecnología y aplicarla en cualquier empresa”, enfatiza con satisfacción el estudiante de Ingeniería de Ejecución en Computación e Informática, Carlos Tapia Molina, quien forma parte del selecto grupo pionero en el uso de esta herramienta en el norte de Chile.
Para el joven memorista la realidad aumentada llegó para quedarse. “Pegará fuerte en los próximos años. Tiene mucho campo en el turismo y en la educación, entre otros. La realidad aumentada permite obtener mayor cantidad de información de un objeto y así ahorrar tiempo de búsqueda en libros o catálogos”.
Similar es la visión de Eduardo Aguilar Torres, alumno de sexto año de la Carrera de Ingeniería Civil en Computación e Informática, quien resalta los beneficios de esta tecnología, en especial por las facilidades de acceso que tiene a través de los teléfonos inteligentes, los que están cada vez más disponibles para una gran parte de la población.
Como ejemplo práctico señaló el uso que puede darse a la realidad aumentada en los museos, donde los visitantes podrán obtener información sobre una pieza en exhibición sólo apuntándola con una tablet o un smartphone. “Es mucho más amigable y puede aportar datos adicionales, así como figuras en tres dimensiones e información histórica sobre un objeto”, enfatiza el futuro profesional.
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