viernes, 28 de marzo de 2014

ESPAÑA: Un poco de Sci−fi: ¿Consolas por implantes subneurales?

ESPAÑA: Un poco de Sci−fi: ¿Consolas por implantes subneurales?

Mundogamers / El otro día, echando un ojo a cómo iba todo ese rollo del Google Glass que tan fuerte pegó el año pasado, di con un par de artículos bastante interesantes acerca de las Google smartcontact lens y el descubrimiento de un laboratorio israelí, Nano-Retine , que asegura haber creado una retina biónica para personas invidentes .


Google Glass , las gafas con pantalla táctil de la conocida compañía Google , son ya una realidad desde hace unos meses, y nos permiten ver el mundo real con marcadores, jugar minijuegos y navegar por la red mientras caminamos por la calle. Las Smart Contact Lens continúan en desarrollo, si bien parece que están funcionando correctamente en su función de ayudar a los pacientes diabéticos a controlar sus niveles sin necesidad de pincharse varias veces al día. Por su parte, los israelíes de Nano-Retine aseguran que ya han conseguido enviar imágenes a sus sujetos-control mediante impulsos eléctricos en el cerebro . Si bien aún están trabajando en duotono -blanco y negro-, no descartan conseguir una escala de grises en relativamente poco tiempo.

Tron (1982) Uno de los papis del concepto de realidad virtual

Future is NOW

Hace poco hablamos del futuro de los videojuegos, del cambio que sufriría el mercado en relativamente poco tiempo y cómo los diferentes gurús barrían para casa a la hora de hacer sus predicciones . Parece que la aparición del nuevo disco de Sony va a retrasar todo eso de la desaparición del formato físico, pero limitarnos a pronosticar un futuro en sólo dos vías: dígital o físico, es quedarse cortos frente a proyectos como Óculus , Fortaleza -las gafas de Microsoft con nombre de café de cápculas- y ese guiño a Mátrix en forma de VR de Sony con su proyecto Morpheus , amén de las investigaciones de los amigos de Google y Nano-Retine .

Pero vayamos por partes: En 1984, William Gibson escribía El Neuromante , una de las pocas novelas que han conseguido alzarse con los galardones Nébula y Hugo . El Neuromante fue, después de Philip K. Dick con su Sueñan los Androides con Ovejas Mecánicas (1968) y Ridley Scott y su adaptación de la misma al cine con Blade Runner en 1982, el hermano mayor del género cyberpunk de forma directa, y de forma indirecta dio pistoletazo de salida a universos como Mago , Matrix y todo ese rollo //.Hack que tanto le gusta a los japos.

Blade Runner (1982) Llevaría el universo de Philip K. Dick al cine

La gracia de El Neuromante fue coger todo el rollo de los implantes biónicos que tan tontorrón ponían a Philip K. Dick -y que dan a luz al 99,9 por ciento de la ambientación de Deus Ex - y darle un toque más digital al asunto con protagonistas que podían conectar al ciberespacio de forma neural , entendiendo este cyberespacio como un universo digital aparte que fue el precursor de la forma actual de comprender el concepto de la red. Como ya hemos dicho, Dick y Scott habían sido los papis del cyberpunk , pero William Gibson con El Neuromante y su cuento Johnny Mnemónic (1982) fuer su hermano mayor al crear un glosario de términos como cyberespacio o matriz virtual, que ayudó a redefinir el género.

El Cortador de Césped (1992) Realidad virtual fatalista y Flores para Algernon.

Hagan sus apuestas

Google Glass , Smart Lens , retinas biónicas capaces de enviar impulsos directamente al cerebro... No es difícil imaginar que si el invento de Nano-Retine funciona y se consigue enviar imagen al cortex cerebral de forma fiable y en HD, pronto habrá un buen puñado de empresas dispuestas a invertir en el producto... O a enviar a sus espías corporativos a robar el proyecto. Es una pena, especialmente ahora que Oculus empieza a protestar por la financiación y Sony y Microsoft contraatacan con sus Morpheus y Fortaleza , pero tal vez haya llegado el momento de darle un hola y adios rápidito a las gafas virtuales y empezar a pensar en grande.

En ENORME .

¿Podría ser el futuro de las consolas éstas retinas biónicas capaces de conectar con nuestros sentidos de una forma casi onírica? ¿Y cómo podrían controlarse? El Cortador de Césped , largometraje de 1992, planteó un sistema inquietante que se le iba a de las manos al científico protagonista de la obra, pero podríamos echarle un vistazo a la idea, que no es mala: Una vez tengamos la imagen directamente en nuestro cortex cerebral... ¿Por qué no movernos libremente dentro de ella, obviando cosas tan molestas como pads, joysticks y kinects? Tal vez podríamos aprovechar los impulsos cerebrales y crear una retroalimentación que enviara información a la "consola" del futuro, de forma que, sin movernos del sitio, pudieramos jugar con algo tan sencillo como el pensamiento.

Una forma de movernos sin movernos. El Cortador de Césped.

Locurón total: ¿Por qué quedarnos ahí?

En el año 1968 -el mismo en que Dick daba vida a su androide soñador-, Arthur C.Clarke publicaba 2001, Odisea en el Espacio , novela de Sci-fi que fue llevada al cine por Stanley Kubrick en un largometraje que consiguió ser aún más coñazo que el libro. En esta novela aparece una especie alienígena que, a través de una evolución milenaria que les ha llevado a descubrir la proyección del individuo fuera de su envoltura material, termina convirtiéndose en seres de energía .

Algo parecido podría terminar pasando si observamos el futuro de la consola en forma de implantes neurales: El primer paso sería, como siempre, la aplicación militar, aunque esto estaría clasificado y no podemos decir nada. De ahí pasaríamos a los videojuegos, al mundo del entretenimiento, que viene a ser casi lo mismo. Una vez éstas... neuroconsolas estuvieran en el mercado, una de sus aplicaciones más obvias serían la de permitirnos navegar por la red sin necesidad de teclado ni pantalla -tiembla, Gibson , vamos a por ti-.

De esta forma, los usuarios acabaríamos siendo corrientes de datos que pululan por la red interactuando con la información como simples entes encriptados . Llegados a este punto, sólo sería cuestión de tiempo que los juegos perdieran todo significado en su connotación física de recreación lúdica, lo único que necesitaríamos serían impulsos, estímulos que en cuestión de segundos nos hicieran vivir experiencias de horas.

No soy capaz de seguir este planteamiento sin tocar las estructuras de poder, que terminarían teniendo que adaptarse o morir modificando sus formas de actuación y llevándolas a un mundo virtual que sería, casi, el escenario en el que se llevarían a cabo contrataciones, negocios, desempeño de servicios y un largo etcétera - algo así como lo que pretendió en su momento Second Life antes de pegarse el pellejazo de su vida -.

¿Terminaríamos siendo ciudadanos de un Matrix voluntario del que vendría a sacarnos un Morfeo especialmente pesado y con ganas de hacer amigos? ¿Volveríamos a la triste realidad de una habitación cutre, o terminaríamos sucumbiendo como esclavos de la red, viviendo en un ático de lujo que sabemos que es falso?

Matrix y los debates de bar: ¿Saldrías de Matrix aunque tu vida digital fuera genial?

Sí, todo esto no es más que un ejercicio de pronóstico con un mucho de ciencia ficción, pero si vemos lo que se avecina, todo lo que puede llegar en relativamente poco tiempo... Se me ponen los pelos de punta. Puede que al final SkyNet no acabe con la humanidad, que los coches no vuelen el año que viene y que la ropa no se ajuste automáticamente en las tiendas de Hill Valley , sin embargo, no estaría de más tener en cuenta que tal vez el futuro esté en nuestras propias cabezas gracias al potencial de las neuroconsolas. ¿Qué opináis vosotros?

¡Nos leemos!

Con Información de Mundogamers

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