En el Leading Edge Forum (LEF) de CSC, lo consideramos la segunda ola de consumerización. La primera ola surgió (con diferentes niveles de éxito) como BYOD (tráigase su propio dispositivo) o el uso de servicios al consumidor para sustituir los servicios empresariales tradicionales. Esta segunda ola de consumerización es fascinante, en vista de las oportunidades de creación conjunta y las opciones de capacitación que ofrece para la informática empresarial.
En la primera ola, las TI parecían verse amenazadas por la consumerización, pero en la segunda ola, tienen la oportunidad de equipar a los empleados de la empresa con tecnologías inteligentes, prácticas y cargadas de sensores. En el lenguaje de los libros de cómics, la informática empresarial puede ahora dotar de "superpoderes" al personal de la empresa. La pregunta será: "Si puedes ser un X-Man, ¿qué tipo de aumento te va a resultar más útil?
En la realidad virtual, entramos en un mundo digital. Solo hay que pensar en Tron. La realidad virtual ha estado encabezada por Oculus VR, que fue adquirida por Facebook en 2014 en una operación valorada en 2 mil millones de dólares, y ha llevado a una ola de nuevas tecnologías que emergen casi cada semana. La realidad aumentada es el polo opuesto, en el que vemos cómo el mundo digital se superpone con el mundo físico. Solo hay que pensar en las capas tipo Minority Report.
Estas capacidades tecnológicas están causando turbulencias en cada sector. Vemos oportunidades para las tecnologías de cámaras que graban en 360º, sensores biométricos y de uso médico, realidad aumentada, realidad virtual y muchas otras. Los equipos de mantenimiento de aviones están utilizando tecnologías para llevar puestas, como gafas de realidad aumentada, para acceder a manuales aumentados cuando necesitan reparar un motor, por ejemplo, y el personal de atención al cliente de las aerolíneas puede utilizar esta misma realidad para obtener información en tiempo real sobre clientes que están facturando. Recientemente, en un juicio, la escena de un crimen se duplicó en 3D para que los abogados y miembros del jurado pudieran llevar auriculares de realidad virtual y transportarse a la escena. No hay ningún sector que vaya a ser inmune a este nuevo mundo. Se trata de llevarte contigo el poder de toda la comunidad mientras trabajas.
Enseñarles a volar
Las TI deben ser el nuevo maestro para la empresa. Con el incremento exponencial de los nuevos dispositivos y, lo que es más importante, el tejido conector que los une, todos podemos ahora ejercer de integradores de sistemas. Los primeros servicios como IFTTT.com y Zapier.com han demostrado que cualquiera puede crear una fórmula en cuestión de minutos para conectar servicios web poderosos con dispositivos físicos. Esta capacidad puede afectar de manera perturbadora a las relaciones tradicionales con los integradores de servicios a medida que los empleados se vuelven más hábiles para crear sistemas de orden superior.
En el nuevo "Internet de las cosas", la realidad aumentada experimentará un crecimiento simbiótico a la par que estos sensores y servicios. Ello se debe a que los humanos ya no estamos biológicamente equipados para "ver" el mundo real que nos rodea. Nuestros ojos, aunque son un milagro de la evolución, ven la luz solo en longitudes de onda determinadas, y no pueden percibir señales de satélite, señales de telefonía móvil o las señales emitidas por las balizas de baja potencia que nos rodean y que están cada vez más presentes. La realidad aumentada nos ayudará a ver lo que el Internet de las cosas nos puede mostrar.
Ya estamos empezando a vislumbrar este futuro. Por ejemplo, existe una diferencia muy real entre un smartphone Android y el nuevo Amazon Fire Phone. Para el usuario final, el factor de forma es el mismo: un rectángulo negro de vidrio y metal. Pero el Fire Phone es un dispositivo sensor enormemente poderoso capaz de reconocer los 200 millones de productos para el hogar que vende Amazon. Además, resulta que también puede realizar llamadas telefónicas.
Va a llegar.
Por eso, preveo que la realidad aumentada será algo omnipresente. Es posible que no siempre queramos ver el mundo real y todos los sensores pero, sin duda, querremos tener la opción.
Por eso, siempre me tomo con cautela la muerte de Google Glass, anunciada a bombo y platillo. Google no ha matado a Glass; simplemente ha puesto fin a su programa Explorer. La compañía ha aprendido las lecciones de Glass y ha migrado toda la función del laboratorio a una unidad de negocio del consumidor.
Glass se ha utilizado eficazmente con médicos e ingenieros de campo, y la capacidad de visualizar información digital por encima del mundo real va a ser fundamental y necesario más allá de los segmentos especializados. Preveo que va a ser algo cada vez más obvio. Solo hay que pensar en los 500 millones de dólares que Google ha ayudado a invertir en la nueva empresa de realidad aumentada Magic Leap para encontrar evidencias de ello. Sin embargo, cabe esperar que el factor de forma de Glass se reinvente ahora que se encuentra bajo una nueva dirección en Google.
Las tecnologías de nube y las redes de comunicación comparables son el pilar fundamental de este nuevo panorama, y las innovaciones en ambos van a ser cruciales para triunfar en este nuevo mundo. El big data será también fundamental: todos los sensores que nos rodean generarán cantidades ingentes de datos. Ninguno de los datos será de utilidad sin recursos de big datacomparables y un conocimiento especializado de la ciencia de los datos para identificar patrones que explotar.

Entre en el Xperience Lab
El estudio realizado por el Leading Edge Forum sobre la creación conjunta, el arte de establecer plataformas eficaces para conectar a las partes interesadas con su empresa, y la consumerización nos lleva a la convicción de que la mayoría de las compañías carecen actualmente de exposición a estas tecnologías y su experiencia en las mismas es escasa. Ahora más que nunca, el contexto y el contacto con estos dispositivos será clave en lo que respecta a cómo se entienden y utilizan. Hace cinco años, la gran mayoría carecía del punto de referencia mental para comprender lo que eran la computación en nube y los servicios web. Ahora, todo el mundo ha utilizado Dropbox, Skype, Gmail, etc., así que, cuando les preguntamos "¿Sabes qué es la computación en nube?", cuentan con la experiencia y la agudeza necesarias para proporcionarte una respuesta razonable.
Este mismo nivel de experiencia será necesario para comprender los sensores hápticos, la realidad aumentada para las superposiciones digitales con el mundo digital, y la inmersión digital en mundos virtuales.
Para ayudar a nuestros clientes a resolver este problema, el LEF ha creado el Xperience Lab como una forma práctica de acceder a nuestro estudio. Los CIO y líderes empresariales recurren a sus experimentados equipos para solicitar asesoramiento sobre qué tecnologías marcan una diferencia, así como para formular un plan para incorporarlas a la empresa. El programa Xperience Lab del LEF aporta innovación y experiencia a nuestros clientes. En talleres de uno o medio día, presentamos a los equipos las nuevas tecnologías y les explicamos cómo se pueden utilizar en el contexto de la actividad correspondiente.

El Xperience Lab no consiste sino en quitar el velo a la gente para que pueda ver el nuevo mundo que todos habitamos. Tiene que ver con la experiencia humana de "ser" digital, y el requisito de desarrollar imaginaciones activas a medida que aprendemos a ver los objetos cotidianos con nuevos ojos. Utilizamos la analogía de la película Matrix: No se puede decir a nadie lo que es Matrix. Tienes que verlo por ti mismo. Tómate la pastilla roja y te lo MOSTRAREMOS.
LEWIS RICHARDS es investigador del Leading Edge Forum de CSC.
http://www.csc.com/es/publications/136045/136059-la_realidad_empresarial_se_hace_virtual_y_aumentada
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