Estas tecnologías de Facebook y Microsoft son muy diferentes, pero persiguen el mismo objetivo: quieren ser la próxima interfaz de la computación y marcar un cambio de época; lo que viene
SEGUIRHarry McCrackenLA NACIONLUNES 26 DE OCTUBRE DE 2015
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Imágenes digitales en 3D que impactan y van derecho a sus ojos: esto es el futuro de la computación, según Facebook y Microsoft, que están haciendo grandes apuestas a que la realidad virtual (RV) será la nueva manera de interactuar con la tecnología. Rift -de Oculus VR, que Facebook compró el año pasado por US$ 2000 millones- llegará a las tiendas en el primer trimestre de 2016. La HoloLens de Microsoft podría aparecer ya este otoño boreal [primavera en la Argentina], aunque la firma no precisó sus planes de lanzamiento.
Tanto Rift como HoloLens son cascos que usan pantallas LCD diminutas y sensores de movimiento para alterar la realidad que lo rodea. Pero sus diferencias son tan llamativas como sus similitudes. Rift elimina el mundo real por completo y crea un medio generado por computadora que puede transportarlo a cualquier lugar, de un planeta extraño a un panorama urbano. En cambio, la realidad mixta de HoloLens superpone imágenes en 3D con el mundo real, como podría ser el "holograma" de un edificio diminuto que aparece sobre una mesa ratona que está realmente frente a usted.
Como le sucede prácticamente a todos los que tienen la oportunidad de probar Rift, yo sabía que tiene el potencial de resultar transformador a los pocos segundos de colocárselo por primera vez. Cuando vi a un dinosaurio rugirme a la cara, mi cerebro olvidó que estaba procesando gráficos de computación de un modo nuevo. Al pararme en el borde del techo de un rascacielos, mirando hacia abajo a la ciudad, sentí vértigo.
Probar HoloLens también es divertido y fascinante. Pero más que Rift, la experiencia se siente como un trabajo en curso. La versión que usé en una conferencia de Microsoft en abril último fue menos impactante en realidad que un prototipo anterior, porque los "hologramas" sólo eran visibles cuando se ubicaban en el centro de mi campo visual, una limitación técnica que los videos de HoloLens no permiten percibir.
Desarrollo en curso
Es natural que Rift se sienta como más acabado. El dispositivo atrajo la atención por primera vez en agosto de 2012, cuando Oculus obtuvo casi US$ 2,5 millones en una campaña en Kickstarter [plataforma de financiación para proyectos creativos]. Comenzó a enviar kits de cascos para programadores en marzo de 2013 y desde entonces tuvo múltiples actualizaciones de su sistema, cada una más deslumbrante que la anterior. Los que tengan suficiente curiosidad respecto de la tecnología como para experimentar con una versión temprana, pueden comprar la edición Oculus Developer Kit 2 por US$ 350. Oculus aún no anunció el precio para la versión comercial que se lanzará el año entrante, pero dice que con US$ 1500 se cubrirá el costo tanto del casco como de la poderosa PC que requiere.
Microsoft logró mantener en secreto HoloLens hasta enero pasado, cuando anunció el dispositivo en un evento de Windows 10 para los medios. La compañía presentó prototipos -y permitió a periodistas como yo probarlo-, pero no lanzó el producto al mundo en ningún formato. La compañía también se mostró esquiva respecto de cuándo llegará el dispositivo a los consumidores y dijo solamente que arribará al mercado en un período que comienza este otoño [primavera local], pero sin final específico. No se determinó el precio, pero a diferencia de Rift, HoloLens es un dispositivo que funciona solo y no es un periférico de la PC: tendrá su propia versión incorporada de Windows 10.
Oculus también delineó una estrategia más enfocada respecto de cómo piensa presentar el casco al mundo. La realidad virtual tiene el potencial de cambiar el juego con un conjunto de aplicaciones, que incluye las redes sociales, producción de videos, educación e, inevitablemente, pornografía. Pero, al principio, Rift estará orientado al tipo de jugadores serios que ya tienen una PC poderosa en vez de a las grandes masas. Entre sus competidores de la RV centrados en los juegos se incluyen Vive, de HTC; PlayStation VR de Sony, conocido como "Project Morpheus", y un dispositivo de código abierto llamado OSVR con respaldo de la compañía de PC, Razer.
Con HoloLens, las ambiciones de Microsoft parecen ser muy variadas. Habla de juegos -en la forma de una versión holográfica de Minecraft, que adquirió hace un año-, pero también presentó demostraciones que involucran desde prototipos de productos, pasando por la enseñanza de anatomía, hasta la exploración de Marte (en asociación con la NASA). La realidad mixta será probablemente una categoría menos atestada de empresas que la virtual. Pero HoloLens enfrenta un posible rival en la forma de Magic Leap, una firma de Fort Lauderdale, Florida, que mantiene sus planes muy en secreto y que obtuvo US$ 542 millones en financiación de inversores como Google, Qualcomm y Andreessen Horowitz.
Es posible que el gran negocio de HoloLens tenga menos que ver con el entretenimiento y más con cosas prácticas, lo que le permitiría coexistir pacíficamente con Rift. Y Microsoft, cuyos vínculos con Facebook se originan en la inversión de US$ 240 millones que hizo en la red social en 2007, resulta ser un socio sorpresivo de Oculus. En junio, las dos compañías anunciaron que Rift se venderá junto con un controlador de Xbox One, y podrá bajar juegos vía streaming con Windows 10. Para Microsoft, esa es una apuesta lateral inteligente que podría fortalecer su ecosistema, no importa lo que suceda con su propio casco.
lunes, 26 de octubre de 2015
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