Después de un periodo de tiempo en el que era de lo único de lo que se hablaba, Google Glass ha perdido algo de fuelle entre la comunidad, como si la sensación de novedad se hubiese desvanecido y no hubiese quedado nada interesante detrás. Es un gran problema para Google si quiere que su novedoso dispositivo se convierta en algo mas que una curiosidad, pero no deberíamos interpretar este periodo como la prueba de que la plataforma va a ser cerrada, tal y como estamos leyendo por la red.
Procesadores pequeños pero potentes
Nada mas lejos de la realidad, según ha descubierto The Wall Street Journal, ya que en realidad Google está usando estas semanas para perfilar el sucesor de Google Glass, continuando el concepto con un modelo nuevo que solucione los problemas que se ha encontrado la comunidad durante estos meses. Sin duda lo mas llamativo es que este nuevo modelo nacerá gracias a una asociación de Google con Intel, un acuerdo por el cual esta última aportaría el procesador del nuevo dispositivo.
Google Glass hasta ahora contaba con un procesador de Texas Instruments, debido a las exigencias de un formato tan pequeño; el sistema Android modificado incorporado necesita cierta potencia para ejecutar sus apps de realidad aumentada, pero al mismo tiempo es vital que el chip ocupe poco espacio, tenga un consumo mínimo y no se caliente. Y esos son los campos en los que Intel mas se ha centrado en el último año, con la presentación delprocesador Quark y la placa integrada Edison, que seguramente serán la base de la nueva plataforma desarrollada para Glass.
Mientras tanto, Google sigue centrada en crear un producto que apele a la mayoría de los usuarios, aunque está consiguiendo mas éxito en nichos de mercado, a través de Glass at Work, una iniciativa con la que está fomentando el uso de Glass en la industria sanitaria, de la construcción e industria.
Fuente | The Wall Street Journal
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