Poner en valor los elementos que están dentro del Cementerio Patrimonial de la ciudad es lo que busca Rutas urbanas-Miradas de Guayaquil, que es parte del proyecto Diálogos Interculturales con Gestores Culturales de Guayaquil, organizado por la Subsecretaría de Artes y Creatividad del Ministerio de Cultura y Patrimonio.
Para ello, el pasado fin de semana se organizaron dos recorridos para conocer la historia, estética, iconografía, entre otros temas, que se pueden observar en el lugar.
Paola Martínez, gestora cultural del Ministerio, quien ha estudiado este camposanto desde hace varios años, fue quien guio los dos recorridos.
“Todos estos mausoleos se los hicieron en la época del boom cacaotero y artistas italianos hacían esculturas (para las tumbas) por pedido de las familias”, cuenta Martínez, quien agrega que de estos escultores el que más destaca es Enrico Pacciani, quien podía lograr perfectos detalles de pliegues, rosas y partes humanas en mármol de Carrara, un material de mucha dureza para trabajar.
El recorrido atravesó varios sitios entre las puertas 2 y 3 y el cerro, pasando por las tumbas de personajes ilustres, expresidentes, próceres, artistas y otras con curiosidades y mitos, como las de las almas del purgatorio o la del soldado milagroso.
El hacer un mausoleo o una escultura en una tumba era un modo de codificar hacia la persona que queda viva cómo vivió el fallecido. También de dejar claro a dónde iba, por ejemplo, si tenía ángeles o llamas (significan iluminación) reflejaba que fue al cielo. Además, los objetos, formas y posiciones relataban su vida o su muerte.
Según Martínez, en este sitio también hay mucha iconografía masónica, que empieza en el piso ajedrezado en el que se levanta el camposanto, que remarca la lucha y dualidad entre el bien y el mal.
Durante la caminata hubo varias paradas en las que se conocieron datos e historia referente a un punto particular entre las puerta 2, 3 y 4 hasta el cerro. Una de ellas es el del primer mausoleo del cementerio, que es el de la familia Ycaza Gainza, que data de la década del 50, la tumba del niño bello o el corredor Pacciani, lleno de esculturas de su autoría.
En tres puertas del cementerio hay mapas de puntos principales que se pueden ver en recorridos (también un mapa en realidad aumentada que se puede observar en el teléfono a través de un código QR). (F)
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