Se trata de dos proyectos independientes que buscan reducir la cantidad de desechos electrónicos y aprovechar la orina para generar energía que alimente para gadgets o iluminación de baños.
Si bien la realidad aumentada con Google Glass o los relojes inteligentes de Sony yApple parecen ser las tendencias que marcarán los años siguientes, las tecnologías relacionadas con el reciclaje de los dispositivos electrónicos y la optimización de las baterías serían los próximos en ser desarrollados.
La Universidad de Illinois es uno de ellos, gracias a una investigación que busca diseñar productos que se autodestruyan a través del contacto con el agua mediante un sistema llamado "Born to Die", que se activará al momento en que el dispositivo llegue al final de su vida útil y que a su vez reducirá significativamente las cantidades de desechos electrónicos. Aunque el programa aún está en su etapa inicial, ya es posible ver cómo un chip se desvanece completamente.
El otro proyecto pertenece al laboratorio de robótica de la Universidad de Bristol en el Reino Unido, que está desarrollando un sistema que produce electricidad en momentos de apuro a través de un circuito que se compone de células de combustible que, sumadas a la acción de unos microbios, convierten la orina en pequeñas cantidades de energía consumible por el smartphone.
Claramente el sistema no se trata de mojar por completo al dispositivo, sino de un sistema que transporta la energía desde un condensador aparte, que entrega la energía suficiente como para poder enviar un SMS, pedir ayuda en las redes sociales o realizar una pequeña llamada. Según sus creadores, el proyecto funciona, tiene potencial aplicable y busca ser implementado en baños públicos inteligentes, donde además se podrán iluminar pequeños sectores.
FUENTE: CNET, The Huffington Post
miércoles, 17 de julio de 2013
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