POR EUGENIO RODRÍGUEZ
Con la llegada de los teléfonos inteligentes y su amplio uso por la mayoría de la población, el envasado de los productos podría estar en la cúspide de una auténtica revolución digital. La realidad aumentada y su capacidad para colocar una superposición digital totalmente interactiva cuando se ve a través de un dispositivo móvil, podría casi literalmente causar que el envase de un producto cobre vida.
A pesar de su premisa, las dudas sobre la adopción de la tecnología y el potencial de su popularidad coexisten en la actualidad. Los códigos QR, bajo el mismo objetivo de mejorar la información de los envases aunque basado en una tecnología muy diferente, se ha encontrado con respuestas muy variadas de los consumidores. Parece ser que la preocupación principal es que no sólo la realidad aumentada podría ser considerado por muchos como un mero truco, sino que la dependencia continua de utilizar dispositivos móviles para acceder a esa visualización podría suponer una detracción significativa.
Sin embargo, la realidad aumentada ya se está convirtiendo en algo común en los supermercados, con una línea de productos cada vez mayor que utilizan esta tecnología como parte de las campañas de promoción. Un ejemplo reciente lo tenemos con una popular marca de bebida energética inglesa, Lucozade, la cual recientemente ha implementado la realidad aumentada como parte de su campaña llamada “YES List”, en la que los consumidores pueden utilizar la aplicación Aurasma para abrir presentaciones exclusivas de artistas musicales.
Otro ejemplo reciente, de mayor popularidad, vino de la mano de IKEA, quienes utilizaron la realidad aumentada para potenciar las capacidades de su catálogo mediante el uso de teléfonos inteligentes. Las versiones en 3D de los muebles de la compañía se incluyeron dentro de su aplicación oficial, permitiendo a los usuarios ver como quedarían los muebles elegidos en su propia casa, comprobando si caben o no en lugares específicos. La aplicación gratuita, disponible a través de la tienda iTunes de Apple, ha sido muy bien recibida y puntuada por los consumidores.
Por otra parte, los ingenieros de IBM Research están desarrollando actualmente un asistente de compras aumentada, lo que permitiría a los consumidores en las tiendas mostrar e identificar los productos deseados, visualizando la información relativa de los mismos. Estados Unidos y el Reino Unido serán los primeros países en ver ésta tecnología desplegada, que sin duda generará con el paso del tiempo un cambio en la forma de comprar de los consumidores. En concreto, el sistema funciona mediante la identificación del producto utilizando un marcador diseñado en el envase, mostrando la información relativa a dicho producto a partir de una base de datos en la nube. Los usuarios pueden observar el producto en su pantalla donde aparecen datos más precisos, como la información nutricional y los precios.
Con las regulaciones que está llevando a cabo la Unión Europea, la cantidad de información legal que tiene que estar presente en los envases es cada vez mayor. La publicidad podría terminar siendo sólo un aspecto secundario para la realidad aumentada, con un uso principal orientado a mostrar información importante que normalmente no cabría en el envase del producto de forma legible.
La realidad aumentada ha demostrado un indudable potencial en los campos del envasado del producto, pero queda por ver si los consumidores adoptan abiertamente un método que exige el uso constante de un dispositivo móvil mientras que se realiza las compras. La laboriosa tarea de escanear el envase de un producto, la descarga de datos relativos al mismo en el dispositivo móvil e interactuar posteriormente con el, podría ser un paso demasiado engorroso para los consumidores.
No obstante, si la realidad aumentada realmente consigue adoptarse con ese apoyo de los consumidores, ir de compras al supermercado podría ser una experiencia completamente interactiva. La información detallada del producto y su comparación de precios, escaparates capaces de proporcionar más información sobre los productos de oferta en el interior de la tienda o, simplemente guiar al consumidor dentro del supermercado a la estantería donde se encuentra su producto deseado, podría convertirse en una experiencia totalmente envolvente.
Tal vez, dispositivos como las Google Glass, unas gafas de realidad aumentada que permiten al usuario visualizar la información directamente en su línea de visión, permita una mejor experiencia para este tipo de usos. Por lo tanto, lejos de ser un mero truco promocional, habilitaría un puente entre el mundo físico y el digital que, da como resultado, una tecnología que sin duda va a evolucionar y añadir valor a la experiencia del consumidor.
viernes, 19 de julio de 2013
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