Caso de Estudio: la botella interactiva de Heineken

Caso de Estudio: la botella interactiva de Heineken:

Heineken ha querido llevar la experiencia de disfrute un poco más allá de su producto. Ellos han diseñado lo que sería la primera botella interactiva que existe en el mercado: Heineken Ignite.

Esta consiste en una botella inteligente que se ilumina y se apaga con ayuda de luces LED y microprocesadores, que se activan con el movimiento que detectan sus micro sensores y por su tecnología de red inalámbrica cuando dos botellas se chocan, cuando alguien da un trago a su cerveza y con el ritmo y nivel de volumen de la música o con sonidos como aplausos.

Además las luces pueden activarse a distancia y controlarse por un software desarrollado para este fin, que permite sincronizar todas las botellas al son de la música. Cuando lo leí por primera vez no lo creí. La marca ha escogido YouTube como una plataforma para las personas incrédulas como yo:




La única diferencia aparente de Ignite con una botella normal y corriente es que la base está realizada en un material plástico de color verde. En ese disco, la compañía cervecera ha instalado una placa basada en Arduino con procesador de 8 bits, un acelerómetro, 8 luces LED y un transmisor inalámbrico.

Una de las principales críticas de Ignite es su presentación, pues solo en los comentarios que aparecen en YouTube, los usuarios reclaman que el video de presentación, o al menos la intro, es muy largo. Mientras que en Twitter, con el hashtag #heinekenignite.