jueves, 30 de mayo de 2013

Google Glass y el peligro del reconocimiento facial

J.M.SÁNCHEZ / MADRID
Día 30/05/2013 - 13.47h

El dispositivo de realidad aumentada recibirá próximamente la aplicación Lamda Labs que permitirá conocer datos de una persona solo con tomar una foto, pero la compañía desarrolladora advierte que solo albergará en su base de datos imágenes de famosos y monumentos



¿Imagináis andar por la calle y averiguar en un segundo la vida digital de una persona en concreto, su perfil en Google+, su correo electrónico, descubrir quizás su teléfono personal o su profesión? Desde que se fueron conociendo detalles del dispositivo de realidad aumentadaGoogle Glass, amantes de la tecnología y recelosos de la privacidad han protagonizado intercambios de opiniones porque el reconocimiento facial podría estar cerca y, con ello, un «ojo espía» en manos de mucha gente.

La controversia es clara, porque incluso podría despertar la aún más dependencia de estar hiperconectado. ¿Podría darse el caso de que fuera por la calle ignorando a su pareja, en esos momentos desconocedora de que está «cotilleando» la red de «microblog» Twitter? ¿Qué harías si tuvieras un importante arsenal de datos de una persona que no ha conocido nunca? ¿Te acercarías a saludar, le enviarías un mensaje privado? Es posible que si detectaras a una persona importante te aproximaras a ella directamente a regalarle los oídos.

Google Glass recibirá próximamente una aplicación que permitirá reconocer a las personas por su rostro. Al margen de los temores relacionados con la privacidad, permitirá ayudar en su trabajo al personal de seguridad o facilitar la vida a los discapacitados, además de encontrar contactos en redes sociales.

¿Incumplirá sus derechos de privacidad? Google no quería incluir esta funcionalidad, pero finalmente una empresa externa la desarrollará. Lamda Labs lanzará en los próximos días una aplicación de reconocimiento facial. Su mecanismo será sencillo: con tan solo tomar una fotografía el sistema la comparará con imágenes captadas previamente y podrá etiquetar la información de la persona en cuestión.

Entonces, ¿significa que esta tecnología podrá permitir que un perfecto desconocido pueda mirarte, tomar una foto y recibir información detallada acerca de ti? En realidad, no, ya que sólo podrá disponer de los datos alojados en la base de datos de Lambda, que incluye detalles como fotos de personajes famosos o monumentos importantes. Sin embargo, en versiones futuras se espera que este dispositivo sea capaz de realizar la identificación en tiempo real.

«Vamos a crear una protección de la privacidad para asegurarnos de que las personas que no quieran ser reconocidas por el servicio tengan una seguridad de que su rostro no se vinculará con los perfiles sociales», ha asegurado en varios medios especializados el cofundador de la «startup» con sede en San Francisco, Stephen Balaban.

Ahí está el quid de la cuestión. El uso de los datos. «Las leyes que se refieren a las nuevas tecnologías deberían ser cambiantes y estar a al altura. El problema está es cómo se coordina y se interrelaciona en la base de datos de Google. Eso es lo que los gobiernos tienen que debatir y solucionarlo, viendo cuáles son las experiencias actuales. Nos estamos jugando la privacidad. Esta base de datos la tiene Google pero no sabemos para quién está trabajando. La privacidad es un preciado bien que hay que fundamentar», criticaba en una entrevista con ABC Víctor Domingo, presidente de la Asociación de Internautas españoles.
Los términos de uso

Además, gracias a esta identificación se podrá añadir contactos al perfil de redes sociales como Facebook o Linkedln. Google se encuentra bajo presión por parte del Senado americano que cuestiona los derechos de privacidad de este dispositivo, llamado a revolucionar el mundo de la tecnología.

Actualmente, los términos y condiciones de esta herramienta no prohíben de forma explícita el uso de la cámara del dispositivo para hacer fotos, detectar caras e identificarlas. Lo que sí prohíben los términos respecto a este asunto son acciones de reventa de Google Glass o su uso para obtener beneficios de la publicidad. «No vamos a añadir nuevas funciones de reconocimiento facial a nuestros servicios a menos que tengamos una fuerte protección de privacidad en el lugar», ha explicado a «The New York Times» Steve Lee, director de gestión de producto de Google Glass de Google.

Google ha dejado claro que sus servicios y aplicaciones no han cambiado en su integración en el dispositivo y que la seguridad es su máxima. Uno de los problemas a este respecto que han comentado observadores de la industria es que el dispositivo de Google no identifica de ninguna manera que está grabando vídeos o tomando fotografías. Ese podría ser uno de sus grandes problemas, tal y como está diseñado Google Glass actualmente, aunque se podría solucionar con un LED que cambiase de color para indicarlo. Esto es, un parpadeo como una cámara de vídeo tradicional.

En todo caso, actualmente, la compañía hace hincapié en que Google Glass no es un producto que todavía pueda encajar en el consumo del público, sino que es un dispositivo en desarrollo. Desde un punto de vista no tan a la defensiva, también destacan que este dispositivo hará desaparecer las barreras entre las interacciones sociales actuales que hoy en día crean los teléfonos móviles.

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