
Aunque la firma automovilística de Detroit comenzó hace tiempo a utilizar un sistema de simulación para testear sus nuevos prototipos, ha sido desde su sede europea en Colonia (Alemania) donde Fordestá innovando en la manera de proyectar y diseñar sus vehículos con ayuda de la tecnología de realidad aumentada.

Este simulador en 3D se compone de tres grandes paneles, en forma de caja abierta, todos ellos en blanco para proyectar las imágenes de la estructura del interior del vehículo, que los ingenieros visualizan a través de unas gafas 3D estereoscópicas, con detectores infrarrojos de movimiento, que se sincronizan con las proyecciones para introducirse en el entorno virtual hiperrealista del prototipo del coche.
Gracias a este software de realidad virtual inmersiva, los técnicos de la firma pueden probar cuantas veces deseen y modificar hasta el mínimo detalle de diseño y visibilidad de lo que será un nuevo modelo de automóvil antes de su fabricación.


Pese a esta importante ayuda, Wolf subraya que “todavía dependemos fundamentalmente del conocimiento, la experiencia y la imaginación de nuestros ingenieros, pero 3D Cave es una herramienta imprescindible en su labor”.
El primer sistema lo creó el equipo Electronic Visualization Laboratory (EVL) de la Universidad de Illinois, en Chicago, que lo presentó en el mercado en 1992 y que posteriormente ha ido mejorándolo.

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