sábado, 18 de mayo de 2013

Sea dicho: ¡Las gafas de Google son feas!

Google Glass, las gafas inteligentes fabricadas por el gigante de Internet, están cada vez más cerca. Mientras revelan detalles de su funcionamiento en Google I/O, afirmo lo que pocos se animan a decir a viva voz: ¡no son bonitas!



En el marco de su conferencia anual para desarrolladores, Google dio a conocer más detalles acerca de Glass, las gafas de realidad aumentada que, incluso antes de salir definitivamente al mercado, ya revolucionan los ánimos del universo tecnológico. Los de Montain View divulgaron algunas de las aplicaciones oficiales que acompañarán al dispositivo: Facebook, Twitter, Google Now y Tumblr, además de acuerdos con publicaciones de prestigio como CNN, The New York Times y Elle. La herramienta de este último magazine, por mencionar un caso, lee las historias en voz alta y permite navegar las imágenes directamente frente a nuestros ojos.
Mucho se ha hablado acerca de la invasión a la privacidad intrínseca de este dispositivo, el cual cuenta con una cámara en el extremo superior derecho, capaz de tomar fotografías y capturar videos simplemente haciendo un guiño de ojo. De hecho, el producto ya tiene varios enemigos: uno de ellos es una organización autodenominada “Stop the Cyborgs” que difunde su cruzada anti Glass. Algunos comercios y establecimientos estadounidenses ya exhiben en sus vidrieras una pegatina que indica que aquellos que utilicen este gadget de realidad aumentada no podrán utilizarlo dentro de las instalaciones. Aquí el debate no es ético, sino estético. Afirmo lo que pocos han dicho, pues sólo lo he escuchado en forma de susurro en algunos comentarios en los confines del scroll: ¡Las nuevas gafas de Google son feas! Es cierto que han hecho esfuerzos para su diseño, pero creo que aún no han llegado a buen puerto. La presencia de un evidente lente fotográfico da al usuario la apariencia de un robot más que la de un humano a la moda.

Sí se ha difundido un informe a cargo de la consultora Bite Interactive, el cual indica que el 45 por ciento de los estadounidenses encuestados “no usaría Google Glass por su estética extraña o porque le parece un dispositivo irritante”.

Publicada el 24 de febrero, cuando aún muy pocos habían probado el dispositivo, apareció la primera review de Google Glass en The Verge a cargo de su editor, Joshua Topolsky. Se afirma allí: “Sobre el diseño de las gafas, el New York Times informaba hace escasos días que Google estaba en conversaciones con la compañía Warby Parker para hacer de las Google Glass un producto más apetecible a nivel estético. Para Joshua, es obvio que la empresa se da cuenta de la necesidad de mejorar en el aspecto”. Ni siquiera las imágenes de presentación del producto, las cuales exhiben bellas mujeres y apuestos muchachos “vistiendo” la nueva tecnología, alcanzan para que desviemos la vista y nos olvidemos del tercer ojo que nos mira. Seguramente en las oficinas de Google trabajarán para mejorar este aspecto crucial para un producto que se promociona, también, como un objeto de moda. Es llamativo que el asunto sea tan poco mencionado: ocurre que en ocasiones las empresas gigantes son lo suficientemente astutas como para que olvidemos algunos males menores. ¿Qué crees? ¿También te parecen feas las gafas de Google? En definitiva, ¿las elegirías de una vitrina teniendo en cuenta su aspecto estético?

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Fuente; http://www.lacapital.com.ar/canales/tecno/contenidos/2013/05/17/Noticia_0002.html

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