martes, 7 de mayo de 2013

¿Quiere convertirse en un “superfreak”? Póngase unas Google Glass

¿Quiere convertirse en un “superfreak”? Póngase unas Google Glass:

Con los primeros ejemplares de prueba de las Google Glass recién salidos del cascarón, hay una pregunta que pende en el aire: ¿son realmente las esperadas gafas de Google el futuro o estamos ante gran fracaso en ciernes? Quizás todavía es pronto para responder esta pregunta, pero lo cierto es que algunos de los que ya han probado las codiciadas Google Glass, muchos de ellos periodistas, aseguran que las gafas de las que todo el mundo habla tienen una increíble habilidad: la de convertir a todo aquel que las lleva puestas en un auténtico “superfreak”.

Una imagen vale a menudo más que mil palabras: un hombre robusto bajo la ducha con el pelo completamente empapado, la boca abierta de par en par y una pícara sonrisa. Tras ver esta imagen, no nos queda duda que este hombre acaba de vivir un momento mágico. Pero, ¿cuál es el origen de este momento mágico? Si observamos más de cerca la fotografía, vemos que el hombre luce unas gafas bajo la ducha, pero no unas gafas cualquieras sino las mismísimas Google Glass. Son ellas y no otras las que han provocado un estallido de júbilo a este hombre, que no es otro que el famoso bloguero Robert Scoble.

Que un bloguero del renombre de Robert Scoble se haya dejado retratar de esta guisa con las famosas Google Glass es sin lugar a dudas publicidad gratuita para la compañía de Mountain View, que hace unos meses ya hizo correr ríos de tinta con otra imagen: la de Sergey Brin luciendo las gafas de Google en el metro de Nueva York. Pero, ¿se trata realmente de publicidad favorable para el nuevo “gadget” de Google?

Algunos dirán que sí, pero ¿quiere alguien realmente ser el “superfreak” en el que Robert Scoble se ha convertido por obra y gracia de las Google Glass? No, nadie quiere parecerse al tipo raro y estrafalario que Scoble aparenta ser en la mencionada fotografía. Y lo que es peor, nadie quiere tener como amigo a alguien así. Esta aparentemente inocente fotografía de Robert Scoble ha conferido a los usuarios de Google Glass el estatus de “bichos raros”. Y ello resulta preocupante para el gigante de internet, explica Nils Jacobsen en Meedia.

Wired va más allá y compara el posible futuro de las Google Glass con el nada prometedor presente de otro artilugio que hasta hace poco parecía que iba a revolucionar el mundo del transporte: el vehículo de transporte ligero Segway. Hace no mucho los mentes más privilegiadas del sector tecnológico aseguraban que Segway iban a cambiar el mundo. ¿Qué ha quedado, sin embargo, de este supuesto “boom”? Que Segway es efectivamente muy popular, pero sólo entre los turistas de edad avanzada.

¿Podrán esquivar las Google Glass el fracaso? Es posible, pero antes tendrán que desvincularse de su imagen de “gadget” para “superfreaks”.

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