
La anterior no se trata de una historia de ciencia ficción, sino de una realidad que pronto será posible gracias a unas nuevas gafas de origen alemán, a las que hemos dedicado nuestro descubrimiento de este mes, pues estamos seguros que darán de qué hablar en un futuro próximo.
Desarrolladas conjuntamente por el Centro Fraunhofer de Materiales y Dispositivos Electrónicos (COMEDD), el Instituto Fraunhofer especializado en tecnología de la imagen (IOSB) y la compañía TRIVISIO (orientada a la producción de dispositivos optoelectrónicos), estas modernas gafas de realidad aumentada utilizan diodos orgánicos de emisión de luz (OLED, por sus siglas en inglés), dispositivos que reaccionan a la estimulación eléctrica, lo cual los hace capaces de generar y emitir luz por sí mismos. Adicionalmente, están equipadas con unas diminutas pantallas –de sólo 13 milímetros de ancho por 11 de alto- que permiten reproducir y grabar imágenes, y cuyas acciones pueden ser controladas por los movimientos del ojo humano.
Si bien las gafas fueron diseñadas originalmente para su uso en procesos de ensamblaje y reparaciones mecánicas, en las que es común que los técnicos deban detenerse para consultar manuales y ordenadores que les orienten en su trabajo, sus creadores han advertido la gran utilidad que pueden tener en diversas áreas, especialmente porque recurren a los ojos –y no a la voz, como las gafas creadas por Google- para funcionar, lo cual las hace ideales en todos los entornos, porque su funcionamiento no depende del ruido ambiental.
El pasado mes de noviembre, investigadores del (COMEDD) de Alemania ya presentaron las gafas en la última edición de electronica, la feria internacional de componentes, sistemas y aplicaciones electrónicas realizada en Múnich, y desde ese momento en diversos ámbitos se buscan aplicaciones para su novedosa tecnología, desde el sector salud y de la ingeniería, hasta el manufacturero y el industrial.
El director de proyectos de COMEDD, Rigo Herold, ha comentado que este desarrollo representa “una nueva generación de sistemas personalizados de gestión de la información”, y nosotros no lo dudamos, pues su llegada al mercado podría aportar mucho a diversas áreas, especialmente a la medicina. Desafortunadamente, aún tendremos que esperar entre dos y tres años para que este ingenioso invento esté disponible.
Daniel Pérez
Diseñador gráfico del departamento de Comunicación de Merck España

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