Qué momento para estar vivos. Hoy en día, con la ayuda de nuestros gadgets podemos platicar con personas de todo el mundo, encontrar lugares a los que no sabíamos llegar y controlar un drone para que vaya por nuestra pizza y regrese.
Sin embargo, para llegar a este punto, los gadgets tuvieron que pasar por varios fracasos y como nos gustan las historias de fracaso, les presentamos cinco gadgets que nunca despegaron y que hoy sólo sirven para hacer memes:
Segway
Al igual que todos los gadgets de la lista, éste aseguró ser una revolución, el Segway: el siguiente paso en la evolución del transporte individual. ¿En qué terminó? En ser el vehículo utilizado por guardias de seguridad de supermercados y plazas en Estados Unidos. Míralo bien, Google Glass, para allá vas.
Zune
Hace algunos años, Microsoft tuvo la osada idea de que podía competir contra Apple en el campo de reproductores de música portátiles. Osada, sí, pero también muy ingenua. ElZune fracasó rotundamente y, si bien tenía un par de aspectos interesantes, ¿cuántas personas conocen que compraron uno? Exacto.
TwitterPeek
Vaya, esta idea parece mala tan sólo de platicarla. Es como un smartphone que se quedó sin todas las funciones de un smartphone a excepción de Twitter, pero hasta eso, la versión de Twitter con la que se quedó es pésima, sólo te da previews de los tuits de 20 caracteres y costaba 200 dólares.
Virtual Boy
Por más que amemos a Nintendo, no podemos olvidar que en los 90 nos regalaron uno de las peores portátiles de la historia. No, tachen eso; nos regalaron la peor portátil de la historia. Era enorme, pesado, aburrido, caro, no era realidad virtual, no tenía color, sólo tuvo 16 juegos y a pesar de que Nintendo le bajó el precio en muchas ocasiones, lo descontinuó un año después debido al poco interés de la gente.
Wearable PC’s
Obviamente, la compañía que creó esta monstruosidad quebró durísimo. Si bien hoy en día los wearables son muy populares, en 2002, cuando esta cosa fue presentada, no llamó la atención para nada. Parece disfraz de androide descompuesto, corría con Windows CE y costaba mil 500 dólares. Con eso podías comprar una computadora de verdad y mantener tu dignidad.
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