martes, 25 de diciembre de 2018

Una experiencia de realidad virtual 360 grados para recuperar un refugio antiaéreo

Historia y modernidad unidas. Sant Just Desvern ha finalizado recientemente las obras de rehabilitación se su refugio antiaéreo, construido en 1938 para que la ciudadanía se protegiera de los bombardeos durante la Guerra Civil. Un ejercicio de memoria histórica que, en este caso, va acompañado de realidad virtual.
Las visitas no son tradicionales, sino que se asocian una experiencia 360 grados. Mediante unas gafas de realidad virtual se reproduce la historia de cinco personajes, que son testimonios reales de usuarios del refugio interpretados por actores. “Se recrean espacios y situaciones basadas en las anécdotas explicadas por los testimonios”, explican los impulsores de la iniciativa. “Son relatos de gran valor que permiten conocer el espacio y la historia del municipio”, agregan.

De esta manera es posible conocer la historia de Jaume Verdú, un herido en un bombardeo que formaba parte de una conocida familia de Sant Just que se quedó sin ir al frente a combatir; Victoria Sánchez, una niña de 11 años con su padre en prisión por robar para darle de comer; Caterina Bordas, una profesora que hacía de secretaria en el diario La Tribuna y escribía en la misma publicación con pseudónimo; Teresa Sánchez, una mujer que entró en el refugio embarazada; y Vicenç Riera, un hombre mayor que trabajaba en la fábrica Can Sauret y activista de la CNT.
La experiencia se completa con la visita al refugio subterráneo, de 165 metros de longitud. Fue allí donde la ciudadanía de Sant Just se protegió de cuatro bombardeos, tres de aviación italiana y uno de artillería. Gracias a sus condiciones meteorológicas, el espacio se utilizó para el cultivo de champiñones durante los duros años de posguerra. Pero después cayó en el olvido durante décadas. Además, también se ha armado un muro de la memoria con obras del artista Iñaki Beascoa que reflejan la dureza de la contienda y otra zona de esculturas y siluetas.



“Nuevas tecnologías por necesidad”


Las obras de rehabilitación del refugio han necesitado una inversión de 300.700 euros, que han corrido a cargo del Ayuntamiento de Sant Just y de instituciones europeas gracias a fondos Feder. “Optamos por las nuevas tecnologías por necesidad”, revela el alcalde del municipio, Josep Perpinyà.
“La tierra argilosa del refugio hace que, después de tantos años, no se puedan recibir visitas muy numerosas ni de grupos muy grandes, es recomendable que no entren más de seis personas al mismo tiempo”, cuenta el primer edil. “Apostamos por la realidad virtual para complementar la experiencia”, sentencia el socialista. De hecho, el enclave tan sólo es accesible bajo petición previa. Únicamente se aceptan visitas concertadas.
Una persona con las gafas de realidad virtual
Una persona con las gafas de realidad virtual (Ayuntamiento Sant Just)
Todavía no se ha hecho un recuento oficial de visitantes, pero durante las primeras semanas el alcalde reconoce que “hay cola” para poder acceder. Las sensaciones son buenas. “La gente se ha animado,tenemos lista de espera”, se felicita Pepinyà. La iniciativa fue galardonada hace unos días en los premios Cultura del Centre d’Estudis del Baix Llobregat.


A principios del siglo XXI vecinos y entidades como el propio Centre d’Estudis y el Grup Espeleològic Rat Penats comenzaron a hablar de la recuperación del refugio. Fue en 2009, a raíz del traslado de una escuela y de un proceso de reordenación urbanística, cuando se pudo concretar exactamente donde estaba situada la guarida.
“Entonces nos dispusimos a recuperarlo, pero era un contexto complicado, en plena crisis económica”, reconoce el alcalde de Sant Just. Con todo, ha sido en el 2018, 80 años después de los bombardeos italianos, cuando se ha recuperado una parte de la memoria histórica de esta localidad.
Jornada de inauguración del refugio de SantJust
Jornada de inauguración del refugio de SantJust (Ajuntament Sant Just)

El tercer refugio del Baix Llobregat


El de Sant Just Desvern se ha convertido en el tercer refugio antiaéreo que se recupera en la comarca del Baix Llobregat. Además, se ha incorporado a los espacios de Memoria Histórica de Catalunya.
Las ciudades pioneras en esta comarca fueron Martorell y Gavà. En la primera el enclave se localizó en 1990 y en la segunda se descubrió en 2008 para abrirse al público en 2013. Como en Sant Just, fueron hallados como consecuencia de diferentes obras de remodelación que se hicieron sobre el terreno que décadas antes había protegido la vida de los vecinos durante la Guerra Civil.


L’Hospitalet de Llobregat también recuperará sus refugios


En el año 2015 el archivo municipal de l’Hospitalet de Llobregat localizó información de más de 20 refugios antiaéreos proyectados durante la Guerra Civil en la que ahora es la segunda ciudad de Catalunya. Concretamente, se hallaron 24 expedientes de construcción de refugios aunque el archivo ya alertó que no se podía afirmar que se acabaran excavando todos.
Durante el pasado pleno municipal del mes de noviembre, el Ayuntamiento de l’Hospitalet de Llobregat aprobó una moción por el reconocimiento de las víctimas de los bombardeos fascistas y la recuperación de los refugios. “Hace falta una puesta decidida para recuperar estos espacios, que también son una herramienta pedagógica”, asegura Coque García, concejal de ERC, formación política que presentó la moción.
El Consistorio encabezado por la socialista Núria Marín ya tenía un proyecto de recuperación de uno de estos espacios. Concretamente el situado en el Castell de Bellvís. Eso sí, primero se deberá rehabilitar el castillo que da nombre al barrio de la Torrassa.

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