Yago Rosa Fernández
Ayer fue el día en el que Microsoft decidió dar uno de los mayores pasos en sus últimos años: Hololens ya se empieza a distribuir entre los desarrolladores. Se trata de un aparatoq ue muchos hubiéramos considerado como algo e ciencia ficción, pues es lo que más puede pulir la realidad aumentada.
Eso sí, no lo debemos confundir con la realidad virtual, otro de los conceptos que más están dando de qué hablar este año, con el máximo referente entre ellos siendo OCulus Rift, las gafas que marcaron una posibilidad real a la realidad virtual. La pregunta que muchos pueden hacerse es: ¿qué diferencias tienen?
Debemos partir de la base de lo que consideramos como realidad, que para este caso lo podemos definir como los sucesos y la información que recibimos, mayormente en forma de imagen y sonido. No es la definición más completa ni mucho menos la más acertada, pero en este ejemplo nos quedamos con esta simplificación en los sentidos de la vista y el oído, con bastante implicación de nuestras acciones.
En la realidad virtual es todo muy sencillo: dejamos de ver el mundo que nos rodea y nos metemos en otra realidad, mayormente en un entorno en 360 grados, pudiendo ver a cualquier lado. A partir de ahí es un mundo que no tiene nada que ver con lo que realmente nos rodea, pero sentimos la sensación de poder vivir con un amplio grado de sensación otras cosas que nos serían difícil emular.
Entre las experiencias de realidad virtual nos encontraremos principalmente videojuegos y vídeos de 360 grados al ser las funciones más interesantes. No se dejan de lado experiencias turísticas o incluso aplicaciones de relaciones sociales, partiendo de la base de que podemos crear prácticamente lo que sea al no depender de una realidad exterior.
La realidad aumentada parte de otra base: no renunciar tanto a la realidad que nos rodea, sino conseguir sacar de ella más. En la realidad aumentada siempre estaremos viendo nuestra realidad, siendo el punto más importante que tendremos más información a nuestro alcance, mayormente en relación a lo que estamos viendo, dándonos más información en los relativo nuestra realidad.
En cuanto a experiencias de realidad aumentada nos hemos encontrado con experiencias educativas, proyectando datos sobre cosas de la realidad, siendo la educación el punto principal donde quiere sacarse más partido al poder contar los centros educativos con material que puede explotar esa ampliación de la realidad.
Así pues ya se sabe discernir entre una y otra, ¿pero cuál es entonces la mejor de todas? Realmente eso entra en muchos gustos personales, pero personalmente yo apostaría por que interesará más la realidad virtual. La realidad aumentada implica dar un contexto más a nuestra y depende de sobremanera de dónde nos encontremos, la realidad virtual no es tan necesario, bien da igual que la usemos tanto en nuestro salón como en un centro de investigación, apenas habrá diferencia entre uno y otros.
La realidad aumentada tienen en ella misma su propia desventaja, dependes de lo que estés viendo, si no no es más que una proyección que podría darse en cualquier otro lado. Eso limita muchas de sus funciones a que se usen en el momento exacto y más condicionado que una realidad virtual.
Ayer fue el día en el que Microsoft decidió dar uno de los mayores pasos en sus últimos años: Hololens ya se empieza a distribuir entre los desarrolladores. Se trata de un aparatoq ue muchos hubiéramos considerado como algo e ciencia ficción, pues es lo que más puede pulir la realidad aumentada.
Eso sí, no lo debemos confundir con la realidad virtual, otro de los conceptos que más están dando de qué hablar este año, con el máximo referente entre ellos siendo OCulus Rift, las gafas que marcaron una posibilidad real a la realidad virtual. La pregunta que muchos pueden hacerse es: ¿qué diferencias tienen?
Dos formas de cambiar la realidad que vemos
Debemos partir de la base de lo que consideramos como realidad, que para este caso lo podemos definir como los sucesos y la información que recibimos, mayormente en forma de imagen y sonido. No es la definición más completa ni mucho menos la más acertada, pero en este ejemplo nos quedamos con esta simplificación en los sentidos de la vista y el oído, con bastante implicación de nuestras acciones.
En la realidad virtual es todo muy sencillo: dejamos de ver el mundo que nos rodea y nos metemos en otra realidad, mayormente en un entorno en 360 grados, pudiendo ver a cualquier lado. A partir de ahí es un mundo que no tiene nada que ver con lo que realmente nos rodea, pero sentimos la sensación de poder vivir con un amplio grado de sensación otras cosas que nos serían difícil emular.
Entre las experiencias de realidad virtual nos encontraremos principalmente videojuegos y vídeos de 360 grados al ser las funciones más interesantes. No se dejan de lado experiencias turísticas o incluso aplicaciones de relaciones sociales, partiendo de la base de que podemos crear prácticamente lo que sea al no depender de una realidad exterior.
La realidad aumentada parte de otra base: no renunciar tanto a la realidad que nos rodea, sino conseguir sacar de ella más. En la realidad aumentada siempre estaremos viendo nuestra realidad, siendo el punto más importante que tendremos más información a nuestro alcance, mayormente en relación a lo que estamos viendo, dándonos más información en los relativo nuestra realidad.
En cuanto a experiencias de realidad aumentada nos hemos encontrado con experiencias educativas, proyectando datos sobre cosas de la realidad, siendo la educación el punto principal donde quiere sacarse más partido al poder contar los centros educativos con material que puede explotar esa ampliación de la realidad.
Así pues ya se sabe discernir entre una y otra, ¿pero cuál es entonces la mejor de todas? Realmente eso entra en muchos gustos personales, pero personalmente yo apostaría por que interesará más la realidad virtual. La realidad aumentada implica dar un contexto más a nuestra y depende de sobremanera de dónde nos encontremos, la realidad virtual no es tan necesario, bien da igual que la usemos tanto en nuestro salón como en un centro de investigación, apenas habrá diferencia entre uno y otros.
La realidad aumentada tienen en ella misma su propia desventaja, dependes de lo que estés viendo, si no no es más que una proyección que podría darse en cualquier otro lado. Eso limita muchas de sus funciones a que se usen en el momento exacto y más condicionado que una realidad virtual.
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