lunes, 4 de abril de 2016

Polar race, el robot chileno financiado por el Dpto. de Defensa de EE.UU.


El aparato tiene un radar para detectar grietas en el hielo y este año será probado en la Antártica. Firma nacional también creó un software de camuflaje con apoyo del mismo organismo.

Carlos González Isla


Ian Hughes de Innervycs (derecha) muestra el robot Polar Race en un stand de la Fidae 2016.



Como Polar Tracer fue bautizado el primer vehículo autónomo capaz de establecer una ruta segura en el hielo. Hoy, además del frío, las grietas ocultas son el principal riesgo que deben enfrentar científicos y exploradores en ambientes polares. La máquina no se está fabricando en Europa, Japón o Estados Unidos, sino que aquí en Chile, en el cerro Alegre de Valparaíso.

El proyecto es financiado por el Departamento de Defensa de EE.UU. Pero no es el único. Los estadounidenses también están apoyando un segundo proyecto de la empresa chilena en la firma Innervycs, para el desarrollo de un software de camuflaje.

La firma presentó por primera vez estos proyectos en la Fidae, evento que reunió no sólo a la industria aeronáutica, sino también a expositores con aplicaciones para toda la industria militar.

El contacto con el Departamento de Defensa de EE.UU., surgió cuando el ingeniero electrónico Ian Hughes, trabajaba en el Departamento de Industrias de la U. Técnica Federico Santa María, desarrollando un software de camuflaje, proyecto que pudieron presentar ante el Natick Soldier Systems, laboratorio de investigación de las fuerzas armadas de Estados Unidos, en 2011.

Radar polar

Polar Tracer identifica las grietas ocultas a través de información de recolectan sensores distribuidos en todo el aparato y con un radar de penetración terrestre.

“Si un convoy no detecta estas grietas a tiempo, esto podría ocasionar la muerte de sus ocupantes, por lo que crear una tecnología capaz de detectarlas anticipadamente es un paso muy relevante”, asegura el gerente general de Innervycs, Ian Hughes, quien adelanta que probarán el aparato en la Antártica, a fin de año.

Este vehículo hoy está en la fase de ingeniería básica y desarrollo de prototipos. “En noviembre de este año se pretende tener un vehículo autónomo capaz de desplazarse en terrenos complejos. Para mercado debería estar listo a fines del próximo año”, agrega Contreras, Juan Contreras, gerente para el desarrollo de nuevos negocios

Camuflaje


El software Rcamo genera un patrón de camuflaje particular para cada paisaje.



La firma también desarrolló un software denominado Rcamo para diseñar patrones de camuflajes y que está basado en el funcionamiento de la retina humana. “Este proyecto se encuentra en la etapa final del desarrollo y podrá ser adquirido a contar de mayo de este año ya sea por parte de la industria de defensa o por la industria textil que busque desarrollar patrones únicos para la ropa deportiva de caza”, explica Contreras.

El programa también permitirá disminuir los tiempos de evaluación de distintos patrones de camuflaje, al hacerlo en tiempo real.

Además del Departamento de Defensa, estos emprendedores porteños también han realizado alianzas con empresas especializadas en tecnología, como Liquid Robotics, con la cual han desarrollado el Wave Glider.

Esta es una máquina autónoma con cámaras y sensores que permiten hacer vigilancia marítima, investigación oceanográfica, climatológica, censo de cardúmenes y detección de tsunamis. Este robot ha batido el récord de travesía autónoma recorriendo más de 14 mil kilómetros alrededor de mundo.

Su autonomía permite reducir hasta en un 90% los costos de recolección de datos científicos, aseguran desde Innervycs.


Wave Glider, aparato autónomo para investigación marina.



¿Por qué en Valparaíso?

Ian Hughes señala que no es casual que hayan elegido la ciudad de Valparaíso para impulsar este proyecto. Para ellos esta ciudad tiene una tradición en innovación que quieren recuperar.

“Junto a un gran equipo de profesionales de la zona buscamos liderar el desarrollo tecnológico del país tomando como inspiración lo que era Valparaíso en el siglo XIX y el potencial de lo que se puede volver a ser”, dice Hughes, quien recuerda que en aquellos años se instaló una elite intelectual y económica que dio paso a grandes emprendedores e innovadores tecnológicos.

Además de los robots, esta firma tiene en carpeta otros proyectos, como el de realidad aumentada (Transparent Cockpit) orientado a conductores de tanques y grandes vehículos de la minería que tienen falta de visibilidad para maniobras.

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