Por: José Carlos García R.
Foto: EFE
Este año, la palabra que se tomó la feria no fue LTE, Advance, 5G o intelligent network, fue 'wearable', la cual se refiere a los dispositivos para vestir.
Caminar por la Feria Mundial de Móviles MWC de Barcelona es toda una experiencia. De todos los eventos que visito al año, este es el que funciona de manera más organizada. Su muestra comercial es más ‘profesional’, en un sentido amplio, con una agenda académica envidiable y constantes presentaciones de grandes pensadores del mercado de telecomunicaciones.
Por ejemplo, es común que para entrar a ciertas muestras de marcas reputadas se debe contar con invitación e inscripción previa. Esto, a decir verdad, a veces resulta frustrante para un periodista.
Ahora bien, este año la palabra que se tomó la feria no fue LTE, Advance, 5G o intelligent network, fue 'wearable', la cual se relaciona con los famosos dispositivos para vestir. La que yo denomino como la ‘www’: la ‘waerable world war’, este año tuvo una oleada especialmente fuerte para un recinto en el que las discusiones técnicas, profundas y de largo aliento son la norma.
Samsung, LG, Sony, Ericsson, Huawei, HTC y una amplia lista de operadores y empresas menos conocidas ,pero igual de importantes, entonaron al unísono el canto de la ‘www’. Y dudo de su conveniencia. Es decir: me parece genial que se trabaje en su desarrollo, pero creo que hay otras áreas que deberían tener esa misma o mejor aceleración industrial. Aún la mitad de la humanidad está desconectada por falta de acceso (plata) para aparatos y redes. Y la mitad que lo está, navega en las parsimoniosas aguas de redes 2G y 3G con chalupas.
¿No deberíamos esforzarnos primero por gatear antes de intentar correr? Relojes, chaquetas, cinturones, cascos, gafas, medias, tenis, manillas, bicicletas, maletas, etc., pululan en el MWC, cuando no le veo mayor utilidad (hoy) que la de excitar a 'geeks' (como yo).
¿Están listas nuestras redes, en su ejecución actual y planeación, para la fuerte inversión que se requiere? ¿No querrá la gente primero acceder, luego experimentar contenidos de valor, a buena velocidad, antes que enmarañarse con decenas de aparatos?
Y muestra de ello es que muchos se preguntan de la conveniencia o no del esfuerzo en este negocio. Para Google quedó claro que las gafas, las tan mentadas Google Glass nunca pasaron de ser un interesante juguete de mercadeo y tuvieron que echar reversa luego de retrasar varias veces su lanzamiento. Otros analistas muestran que los 'wearables' tienen la seria misión de dejar en claro su utilidad y misión, pues casi 4 de cada 10 que se venden terminan en un cajón en el olvido.
Insisto, es muy 'cool' todo lo que se ve y habla de tanto ‘juguete’, pero considero que las energías están mal invertidas. Es urgente esforzarnos por la inclusión social, empresarial, de minorías y estudiantes en el ecosistema actual para su desarrollo sostenible. Para jugar a los androides habrá tiempo adelante.
José Carlos García R.
Editor Tecnósfera
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