La empresa taiwanesa llevaba unos cuantos modelos sacando a relucir lo mejor de la gama alta. Los anteriores modelos M8 y el One original supusieron todo un aspiracional para el resto de compañías. Estamos hablando de un equilibrio casi perfecto entre prestaciones y diseño, mostrando al resto de fabricantes de Android el camino a seguir.
Con el nuevo M9 no podemos decir lo mismo. HTC nos ha presentado otra iteración del dispositivo, sin apenas cambios perceptibles en el exterior (por tercer año consecutivo), pero bueno, podremos vivir con esto, sea como fuere su construcción y diseño son implacables.
Lo que no podemos permitir es que esta nueva versión, que porta unas especificaciones de infarto, se quede tan detrás de la competencia a nivel de experiencia de usuario y rendimiento. Pasemos a los números y lo analizamos sobre la marcha.
Especificaciones
El nuevo dispositivo mantiene una pantalla de 5 pulgadas de diagonal con resolución 1080p(441ppp), siendo estos los dos primeros aciertos sobre el papel del terminal. Muchos usuarios no quieren zapatos en sus bolsillos, y quedarse en este tamaño de pantalla es suficiente para la mayoría. Por otro lado, el uso de la resolución 1080p es suficiente teniendo en cuenta nuestra distancia de visionado, aumentar en resolución conlleva una pérdida de rendimiento asociada adicionalmente a una disminución en la autonomía.
En su interior encontramos el último procesador de la compañía Qualcomm, el Snapdragon 810que tanto está dando que hablar por su supuesto calentamiento. Sea como fuere, dispone de 4 núcleos funcionando a 2GHz y otros 4 a 1.5GHz. Acompañando 3 GB de memoria RAM.
En el apartado almacenamiento, nos encontramos con 32GB de base, con posibilidad de aumentarlo con microSD (128GB adicionales).
El apartado fotográfico es supuestamente una de las bazas del nuevo modelo, eliminan la tecnología UltraPixel que tantos dolores de cabeza ha dado a los usuarios. La trasera pasa a disponer de 20 Megapixels con BSI acompañada por una lente de zafiro, y nos gustaría decir que sus tomas son estupendas, pero el procesado que realiza de la imagen es desastroso como poco. A falta de unas pruebas más exhaustivas en una variedad de escenarios, lo mostrado en interiores no nos gusta demasiado, generando siempre artefactos y tonos verdes que no estaban en la toma.
La cámara delantera mantiene la tecnología UltraPixel, con resultados similares a generaciones pasadas.
Siguiendo con la estrategia de la compañía, el apartado sonoro es el segundo de sus pilares, el ya conocido BoomSound que utiliza tecnología Dolby reproduce los bajos como ningún otro terminal de gama alta.
Para mover todo esto, se ha incluido una batería de 2900mAh. El completo sigue siendo pesado en mano (157 gramos), y no demasiado delgado (9.6mm).
Software y personalización
Cuando Google presentó la UX de Android 5.0 me quedé maravillado, los tonos, el movimiento, su fluidez, todo maravilloso e intuitivo. Este motivo me ha llevado a odiar las personalizaciones de los fabricantes, que pocas veces suelen estar a la altura de la compañía, aunque he de decir que HTC siempre imponía su marca y Sense suponía un diferencial ante la competencia.
El nuevo Sense 7.0 que corre sobre Android 5.02 es un paso en falso, no solo vemos poco cambio sobre la versión anterior sino que adicionalmente tenemos algún que otro problema de fluidez sobre el dispositivo (algo similar a lo que me ocurrió con el LG Flex 2, que comparte procesador). Necesito probarlo más a fondo, pero a priori prefiero la experiencia original de Google con diferencia a lo que estoy percibiendo con este dispositivo.
Conclusiones
HTC tiene problemas. Su negocio principal está perdiendo fuelle, llevan años perdiendo dinero, y no logran levantar cabeza, este terminal teniendo como competidores al Galaxy S6 y al iPhone 6 supondrá un nuevo bache en su camino (más aun con su precio de partida de 749€).
Ellos conocen sus limitaciones, y debido a ello están actuando en consecuencia, explorando nuevos campos como los wereables, o su interesante apuesta por la realidad aumentada (junto a Valve).
El HTC One M9 no es lo que esperábamos, es cierto que algunos de sus defectos pueden ser corregidos mediante una actualización de software, pero la competencia se ha puesto a trabajar y dispone de apuestas mucho más atractivas que lo dejarán relegado a un tercer plano, detrás de los Xiaomi o Meizu con apuestas muy atractivas a precios irrisorios.
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