domingo, 25 de enero de 2015

Seabery enseña oficios industriales con su simulador a jóvenes de 33 países

Después de cuatro años de intenso trabajo de I+D para patentar su tecnología, los dos socios fundadores de Seabery Soluciones –Basilio Marquínez (presidente) y Alejandro Villarán (consejero delegado)– se echaron la mochila a la espalda y traspasaron fronteras para venderla por todo el mundo. Los intentos en un mercado español sumergido en la crisis habían sido baldíos; sin embargo, en Rusia, Sudáfrica, Tailandia, Indonesia, Estados Unidos o India se les abrieron las puertas. 
El reconocimiento internacional vino también con distinciones como el premio a la mejor start-up europea en 2014 y ahora, los empresarios onubenses empiezan a ser profetas en su tierra: el próximo 28 de febrero recogerán el Premio Alas a la iniciación a la Exportación que concede la Junta de Andalucía.
Su plataforma tecnológica combina la realidad aumentada y la simulación para formar y entrenar a trabajadores industriales en el desarrollo de habilidades profesionales. «Atraer a gente joven a la Formación Profesional hablando en su mismo lenguaje» fue la idea original, que ya ha fraguado en un negocio rentable, explica Alejandro Villarán. En 2014 tras 3,5 millones invertidos (unos recursos captados en gran parte con la venta de prototipos y de la exclusiva comercial a clientes internacionales), las cuentas empiezan a cuadrar para Seabery, que facturó 2 millones de euros en 2014 y tiene la expectativa de duplicar esta cifra año a año hasta 2020.
«Con nuestros sistema, los estudiantes se acercan al aprendizaje de un oficio como si practicaran un videojuego; incluso pueden competir en distintos niveles de dificultad y hacer ligas entre centros de formación», señala el empresario. 
La aplicación se ha estrenado con la soldadura. Como los pilotos se adiestran en simuladores de vuelo antes de tomar los mandos del avión en el cielo de verdad, los aprendices de soldador adquieren habilidades sin el riesgo de que les salten chispas o de herirse con una cortadura. «Esta enseñanza no suple la formación real, que se aborda en una última fase, pero evita riesgos y supone importantes ahorros en materiales y tiempo», subraya Alejandro Villarán.
Seabery Soluciones ha logrado vender su tecnología a los gobiernos de EE.UU., India, Rusia y Tailandia, y a empresas como Volkswagen, Arcelor Mittal y Gazpron. Con una red de 46 agentes comerciales, exporta 33 países. España es ahora una mercado a conquistar. La firma onubense ha sumado un tercer socio en Estados Unidos, que participa con un 10%, y está a punto de cerrar una primera ronda de financiación con fondos de capital riesgo para desarrollar su tecnología en nuevos sectores, como la automoción, la aeronáutica, la minería o el naval.

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