domingo, 2 de noviembre de 2014

Los expertos opinan: ¿Cómo será la educación del futuro?

Marta Cervera [@martacervera], Dolors Reig [@dreig], Manuel Area [@manuel_area] opinan sobre los cambios que se avecinan en la educación en los próximos años, tanto en el día a día, como en las tecnologías que se usarán.

1. ¿Cómo se imagina el proceso de enseñanza-aprendizaje dentro de 20 años?

2. ¿Cuáles serán las tendencias emergentes en tecnología?



Marta Cervera, asesora pedagógica de Educación 3.0

1. La neuroeducación nos dice que nuestro cerebro aprende interactuando con el entorno y con otros seres, eso es invariable, lo que varía es que actualmente se expanden exponencialmente las posibilidades y formas de interacción, así pues el reto pasa de saber buscar a saber escoger. Escoger entre una infinidad de opciones requiere de habilidades más complejas, las llamadas competencias del siglo XXI. Éstas serán clave para poder distinguir la música del ruido.

Y también el triunfo del equilibrio; sacarán el máximo provecho de esta situación las personas equilibradas que sepan quiénes son y qué quieren para poder manejar y no ser manejados por esa avalancha de posibilidades. Eso nos traslada a los profesores una gran responsabilidad, ya que necesitaremos ser referencias claras y estables en este mundo caótico y confuso, nuestra tarea será cada vez más humana y más holística, lo que transformará a su vez la formación de profesores.

Me gusta mucho el concepto de la escuela como recorrido y, por tanto, no habrá profesores que te lleven a un sitio, sino que te mostrarán cómo recorrer por múltiples sitios, reales, virtuales o inventados. En el ámbito escolar, la globalización y la gran cantidad de posibilidades que eso conlleva dará pie a una gran especialización de centros que escogerán su camino y tendrán un carácter y programa propio, habrá multitud de escenarios educativos, ya que la ola de libertad de elección ante el conocimiento de otras realidades será imparable.

2. Steve Jobs ya citaba los avances en tecnología relacionados con la biología como los más relevantes de este siglo, ya existen exoesqueletos, lentillas de realidad aumentada… Por otro lado, la proliferación de dispositivos personales y la realidad aumentada favorecerán la aparición de las llamadas Smart Cities y, partiendo de ese escenario, cierro los ojos e imagino cómo sería una Smart School, un sitio donde los alumnos se moverían con sus dispositivos móviles por distintos espacios físicos, y en cada uno de ellos podrían interactuar con ese mismo espacio y crear o acceder a distintas historias de aprendizaje: personalizadas y adaptativas, desarrolladas por ellos o por otros compañeros… Una escuela aumentada podría ser la nueva plataforma educativa, pero la clave, como siempre, será que ellos tengan un rol activo en la construcción de esa Smart School.

¿Otras tendencias?: big data, learning analytics, adaptative learning, nanotecnología, elementos realizados con grafeno, el movimiento maker, la robótica… Pero sea cual sea la tendencia, no olvidemos nunca los básicos, saber cómo y para qué las queremos incluir en la educación.



Dolors Reig, psicóloga social y editora del blog El Caparazón

1. En el futuro dispondremos del hardware necesario, multitud de programas y aplicaciones, y una actitud abierta al uso de las TIC, no siendo ya una opción en el proceso de enseñanza-aprendizaje. De hecho, contaremos con las herramientas más potentes de la historia para aplicarlas en este ámbito.

La educación será más flexible, así como la certificación, y contará con muchas más herramientas de personalización, por lo que podrá combatirse de manera más efectiva la desmotivación escolar. Se tendrán más en cuenta los hallazgos de las neurociencias y ciencias del aprendizaje y será más común el formato blended o el eLearning en niveles educativos no universitarios.

La formación en valores será clave y promoverá la participación activa, creativa, crítica y responsable, y la cooperación más allá de la interacción, para lo cual los docentes y las instituciones tendrán que ser guías competentes y curadores de contenido. Creo, además, que habrá más variedad de proyectos educativos para satisfacer a unos ciudadanos más diversos y a unos progenitores más exigentes e implicados con la crianza de sus hijos.

2. Evidentemente, aumentará la ratio de formación en lenguajes audiovisuales. También los formatos interactivos, especialmente los juegos educativos. Se ludificará la motivación para aprender: los jóvenes son cada vez más impacientes y deberemos aplicar elementos de gamificación a la motivación para que aprendan (soy algo crítica a este respecto, tal vez debería trabajarse la competencia autolúdica más que establecer elementos externos). También aprovecharemos mejor el tema del aprendizaje colaborativo y los entornos personales, las posibilidades de los social media para reforzar la motivación social y las posibilidades de crear estructuras para un aprendizaje permanente. Por último, creo que emergerá la necesidad de la formación generalista, cultural, volviendo de algún modo la figura del humanista renacentista en algo que denomino renacentismo digital.



Manuel Area, catedrático del Departamento de Didáctica e Investigación Educativa en la Facultad de Educación de la Universidad de La Laguna, Tenerife

1. En los próximos 20 años asistiremos a un creciente aumento de la demanda de formación por parte de múltiples y variados sectores de la población (adultos, parados, profesionales, emigrantes, jubilados…). Viviremos un periodo caracterizado por la coexistencia de instituciones de educación formal (el sistema escolar y las universidades) y nuevos agentes formativos (empresas, asociaciones ciudadanas y culturales) con formatos de educación alternativos, menos formalizados y más flexibles (lo más probable es que cada individuo, a lo largo de su vida, utilice y entremezcle ambos). Creo que cobrará relevancia la ‘formación a la carta’ y cada sujeto podrá configurar su plan en función de sus necesidades. Desde un punto de vista pedagógico, quisiera creer que asistiremos a una profunda renovación de los métodos y técnicas de enseñanza en todos los espacios educativos. Frente al aprendizaje por recepción apoyado en el libro de texto igual para todos, espero que se generalicen los enfoques didácticos basados en el aprendizaje por proyectos y/o tareas donde el alumno tendrá que buscar, analizar y construir el conocimiento en entornos presenciales y digitales. En definitiva, será una formación basada en el ‘aprender creando’, no en el ‘aprender repitiendo’.

2. No soy profeta, pero supongo que la evolución en las próximas dos décadas de la tecnología digital y su posible impacto en educación se derive de algunas de las líneas de I+D actualmente desarrolladas en este campo y los nuevos materiales como el grafeno, por lo que seguramente pronto veamos nuevos artefactos en este soporte, sustituyendo a tabletas, eBooks o smartphones.La probable generalización en nuestra vida cotidiana de máquinas autónomas basadas en inteligencia artificial (coches inteligentes, drones, robots…) nos obligará a incorporar el concepto de ‘Robótica Educativa’ al curriculum para que el alumnado aprenda a construir su propio software y máquinas inteligentes. También la ‘tele transportación’ de los objetos (el ejemplo actual más próximo serían las impresoras en 3D), que puede ayudar a proyectos de trabajo entre alumnado de distintos centros educativos

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