El centro comercial La Maquinista de Barcelona ha instalado dos probadores virtuales, en los que se puede elegir entre 250 prendas.
Probarse la ropa no debería ser un problema nunca más. O no debería serlo al menos para los clientes del centro comercial La Maquinista de Barcelona, que ha dado un paso adelante hacia el Smart-Shopping, instalando dos probadores virtuales en la plaza del reloj. Los probadores virtuales hacen uso de la tecnología de visión por ordenador y realidad aumentada. El consumidor solo necesita hacer un movimiento con la mano para saber cómo le sienta el artículo seleccionado.
El centro comercial de la Ciudad Condal ha instalados dos probadores virtuales, que hacen uso de la tecnología aiMirror. Tan solo con mover las manos los clientes podrán elegir entre 250 prendas de las tiendas que integran el centro comercial sin necesidad de acercarse al espejo. Las prendas seleccionadas aparecen sobre la imagen del consumidor y pueden combinarlas como más les guste. Asimismo, la tecnología aiMirror permite compartir a través de las redes sociales los looks que vayan apareciendo en la pantalla de este pecualiar espejo
Estos probadores han sido desarrollados por la empresa Artificial Intelligence Technologies (AiTech), de la Universidad Autónoma de Barcelona. Están equipados con dos pantallas de alta definición, una unidad de proceso central y una nueva generación de cámaras con sensor de profundidad Kinnect2, que es la que hace que se ajusten a la perfección las prendas a los usuarios.
Aunque estos probadores solo estarán disponibles hasta finales de abril, quizás a no muy largo plazo puedan verse en las tiendas probadoras virtuales de estas catacterísitcas. Ya son varias las compañías que han apostado por el desarrollo de esta tecnología. Ejemplo de ello es el Memory Mirror, un espejo que crea un avatar del cliente y memoriza 20 modelos a probar, o el espejo de eBay, que trabaja como un estilista personal para los compradores de tiendas como Rebeca Minkoff, entre otras.
Todos ellos tiene como objetivo cambiar la forma en la que los consumidores hacen compras, ofreciéndoles experiencias nuevas que generen más engagement entre clientes y marcas. Además, se les ofrece una forma rápida y sencilla de adquirir producto, con lo que aumentan las probabilidades de que los consumidores adquieran más artículos.
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