domingo, 16 de octubre de 2016

Black Mirror: el lado más oscuro de la relación del hombre con la tecnología

Por Facundo Macchi

El viernes 21 de octubre se estrena la tercera temporada de la serie en Netflix
Muchas veces las generaciones más adultas se han escandalizado ante los cambios y los avances de latecnología. La realidad aumentada, las aplicaciones, la impresión 3D y otras herramientas de vanguardia han sido catalogadas como "inútiles" o "aterradoras". La realidad tecnológica que vivimos hoy es increíblemente avanzada, pero no se compara con la retratada en la serie británica Black Mirror.

En este universo creado por Charlie Brooker y que se estrenó en diciembre de 2011, los dispositivos forman parte no solo de la vida cotidiana de las personas sino también de sus cuerpos con diferentes aparatos implantados que conviven con la anatomía humana. En siete capítulos –tres en cada una de las dos temporadas y un Especial de Navidad– se cuentan historias independientes entre sí. Brooker logra exponer y retratar con mucho ingenio la miseria humana y cómo esta se potencia en algunos casos por su vinculación extrema con la tecnología.

El próximo viernes 21, el realismo y la oscuridad de Black Mirror regresan a la pantalla de Netflix con una tercera temporada de seis capítulos que aparentan –a juzgar por su tráiler y algunas escasas filtraciones en internet– igual intensidad que sus antecesores, así como la repetición de ciertas fórmulas de éxito que le sirvieron a la serie para atrapar a una audiencia fiel e incluso excelentes críticas.

Realidad y fantasía por igual

Si hay algo en lo que el guión de Black Mirror se destaca es en la composición de historias que claramente son de ficción, pero que no abusan de la fantasía ni de elementos demasiado irreales. Existen muchas historias futurísticas en el cine y la televisión, pero la gran mayoría de ellas pecan de ambiciosas y por eso resulta difícil para el espectador proyectar su vida en ellas. En Black Mirror, en cambio, todo lo que se muestra es imaginable y hasta probable. Los personajes conviven con tecnología más avanzada que la actual pero aplicada en un mundo que no es tan distinto al de hoy y con personajes que atraviesan –en relación a sus dispositivos– conflictos tradicionales. El toque distintivo está en que, precisamente por eso, los protagonistas buscarán encontrar en esa tecnología las respuestas a sus problemas, sin darse cuenta de que muchas veces están buscando una solución en el causante de esa dificultad.

La tercera temporada aborda algunas temáticas actuales pero proyectadas en un mundo algunos años más avanzado. La popularidad en las redes sociales, videojuegos drásticamente reales, un joven que es filmado en un acto íntimo a través de la cámara web de su computadora y la ecología, entre otros, serán las problemáticas que abordaran cada una de las seis nuevas historias.

Un drama ágil


El hecho de que sean capítulos narrativamente independientes ayuda mucho a refrescar el visionado de la serie. A su vez, en los 50 minutos que dura en promedio cada capítulo se puede llegar a conocer bastante a los personajes y sus intereses, o al menos en apariencia. Porque Black Mirror sabe de sorprender a su público con giros y vueltas de tuerca sorpresivas.

A su vez hay un intento exitoso de dosificar el humor dentro de la intensidad de un drama que en algunos casos se convierte casi que en un thriller.

Su elenco también ayuda; por la serie han desfilado destacadas figuras. El despegue lo dieron Jon Hamm (Mad Men) y Onna Chaplin (007: Quantum of Solace) en el Especial de Navidad; en esta tercera temporada actores de renombre también compondrán el elenco, entre ellos Bryce Dallas Howard (Jurassic World), Michael Kelly (House of Cards) y Jerome Flynn (Game of Thrones), forman parte de la nueva marquesina.

Mucha prolijidad

La fotografía de Black Mirror está sumamente cuidada y es también un punto a reconocer y que enriquece el producto final. Además, posee efectos especiales prolijos y convincentes, lo que la convierte en una serie de calidad y un imperdible para aquellos que quieran espiar, al menos por una rendija, lo que viene.

Las tres mejores historias

The Entire History of You
Toda la historia sobre tí. El tercer capítulo de la primera temporada se centra en la intimidad.

Be right back
Vuelvo enseguida. El primer capítulo de la segunda temporada es una retorcida historia de amor.

White Christmas
Navidades blancas. Lo último de Black Mirror es una historia original sin desperdicio.

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