Madrid
CET
Apenas tres de cada cien trabajadores en España corren ahora el riesgo de ser sustituidos por un sistema robótico, según el resultado de un estudio realizado por el Instituto de la Economía Digital de ESIC Business & Marketing School y que ha analizado el impacto en el empleo de las últimas innovaciones en robótica, inteligencia artificial y transformación digital.
En el ámbito de la salud, este informe pronostica que la robótica médica mejorará el trabajo del cirujano, pero no lo sustituirá, al menos, a corto plazo, porque se trata de una herramienta más que tiene por objetivo compensar las posibles limitaciones que puedan tener los médicos en ciertas actuaciones.
Sin embargo, los exoesqueletos robóticos sí podrán ayudar a las personas con dificultades cerebrales y motoras a mantenerse de pie y esto supondría enviar al paro a los asistentes humanos.
Por último, la Realidad Aumentada y la tecnología 3D podría también expandirse durante la próxima década en aplicaciones como la fabricación de tejidos y órganos, la creación de prótesis o el reparto de medicamentos. Y este trabajo robotizado podría alcanzar ya un valor económico de casi 200.000 millones de euros en el año 2020.
Robots repartidores
Los sistemas de inteligencia artificial aplicados a los vehículos autónomos o el reconocimiento facial también podrían sustituir a un buen número de vigilantes y conductores humanos. Además, estos nuevos robots móviles también son capaces de transportar las maletas en aeropuertos y estaciones de transporte ahorrando esfuerzos físicos a los viajeros de carne y hueso.
En este sentido, las compañías de este sector también están diseñando ya los primeros barcos autónomos para el transporte de mercancías y una serie de robots repartidores de alimentos y paquetes.
De hecho, en la actualidad, ya se pueden ver granjas automatizadas donde se cultivan y recogen cosechas sin la participación de seres humanos, utilizando para ello vehículos no tripulados y drones manejados desde una sala de control.
Además, los ingenieros ya están trabajando en máquinas que pueden plantar semillas de manera autónoma, quitando las malezas y regando sin que un agricultor tenga que pisar la tierra.
Cocineros autónomos
Cada vez hay más robots que ayudan a cocinar y los nuevos restaurantes autónomos disponen ya de equipos robóticos que facilitan el servicio a los clientes, mientras en los supermercados ya se están probando robots que circulan por los pasillos realizando tareas como identificación de artículos agotados, localización de precios incorrectos y verificación de etiquetas que faltan.
Por otra parte, los sistemas de inteligencia artificial son ya capaces de ofrecer información detallada de los productos, recomendaciones y consultas a los clientes o las personas que visitan museos.
Y atención al robot que coloca ladrillos en una obra: mientras un albañil coloca entre 300 y 600 ladrillos en 8 horas, éste puede llegar a 3.000.
Apenas tres de cada cien trabajadores en España corren ahora el riesgo de ser sustituidos por un sistema robótico, según el resultado de un estudio realizado por el Instituto de la Economía Digital de ESIC Business & Marketing School y que ha analizado el impacto en el empleo de las últimas innovaciones en robótica, inteligencia artificial y transformación digital.
En el ámbito de la salud, este informe pronostica que la robótica médica mejorará el trabajo del cirujano, pero no lo sustituirá, al menos, a corto plazo, porque se trata de una herramienta más que tiene por objetivo compensar las posibles limitaciones que puedan tener los médicos en ciertas actuaciones.
Sin embargo, los exoesqueletos robóticos sí podrán ayudar a las personas con dificultades cerebrales y motoras a mantenerse de pie y esto supondría enviar al paro a los asistentes humanos.
Por último, la Realidad Aumentada y la tecnología 3D podría también expandirse durante la próxima década en aplicaciones como la fabricación de tejidos y órganos, la creación de prótesis o el reparto de medicamentos. Y este trabajo robotizado podría alcanzar ya un valor económico de casi 200.000 millones de euros en el año 2020.
Robots repartidores
Los sistemas de inteligencia artificial aplicados a los vehículos autónomos o el reconocimiento facial también podrían sustituir a un buen número de vigilantes y conductores humanos. Además, estos nuevos robots móviles también son capaces de transportar las maletas en aeropuertos y estaciones de transporte ahorrando esfuerzos físicos a los viajeros de carne y hueso.
En este sentido, las compañías de este sector también están diseñando ya los primeros barcos autónomos para el transporte de mercancías y una serie de robots repartidores de alimentos y paquetes.
De hecho, en la actualidad, ya se pueden ver granjas automatizadas donde se cultivan y recogen cosechas sin la participación de seres humanos, utilizando para ello vehículos no tripulados y drones manejados desde una sala de control.
Además, los ingenieros ya están trabajando en máquinas que pueden plantar semillas de manera autónoma, quitando las malezas y regando sin que un agricultor tenga que pisar la tierra.
Cocineros autónomos
Cada vez hay más robots que ayudan a cocinar y los nuevos restaurantes autónomos disponen ya de equipos robóticos que facilitan el servicio a los clientes, mientras en los supermercados ya se están probando robots que circulan por los pasillos realizando tareas como identificación de artículos agotados, localización de precios incorrectos y verificación de etiquetas que faltan.
Por otra parte, los sistemas de inteligencia artificial son ya capaces de ofrecer información detallada de los productos, recomendaciones y consultas a los clientes o las personas que visitan museos.
Y atención al robot que coloca ladrillos en una obra: mientras un albañil coloca entre 300 y 600 ladrillos en 8 horas, éste puede llegar a 3.000.
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