sábado, 20 de julio de 2019

Una universidad usa inteligencia artificial y realidad virtual para enseñar chino

El sistema tiene el potencial para revolucionar la enseñanza de idiomas, pero también podría usarse en otros ámbitos y capacitaciones.

IA y VR se unen, en este caso para ayudar a enseñar chino mandarín (Imagen: Rensselaer Polytechnic Institute).
Dicen que la mejor forma de aprender un idioma es interactuar con quienes lo hablan. Por ejemplo, que el camino más eficiente para ejercitar chino es viajar a China. Ahora, un experimento realizado en una academia estadounidense ofrece a los alumnos esa situación ideal, aunque con métodos innovadores que no requieren recorrer miles de kilómetros.
El Instituto Politécnico Rensselaer, en Nueva York, es el campo de prueba para un sistema que combina realidad virtual e inteligencia artificial que tiene el potencial para revolucionar la enseñanza de idiomas. La movida cuenta con la colaboración de IBM Research.

Idiomas en 360

Gracias a esas tecnologías, los estudiantes de chino mandarín en aquella universidad ingresan a un entorno virtual que simula el ambiente de las calles de Pekín. Por ejemplo, el alumno entra a un restaurante y puede dialogar con los lugareños. En ese punto entra en juego la inteligencia artificial: el sistema contempla interacción en tiempo real.
El sistema incluye sensores que detectan el movimiento y los gestos de los estudiantes (Imagen: Rensselaer Polytechnic Institute).
El sistema incluye sensores que detectan el movimiento y los gestos de los estudiantes (Imagen: Rensselaer Polytechnic Institute).
La “inteligencia” del método no se restringe al lenguaje o a la interacción verbal. Por caso, sensores detectan cuando el usuario (dentro del entorno virtual) señala un plato y pregunta qué es. Las figuras de aquel universo entonces responden. Los investigadores también desarrollaron un algoritmo que analiza los tonos en la pronunciación, una variable fundamental en chino mandarín.
Tal como cuentan en Technology Review, se trata de una prueba experimental que se está usando por primera vez en un curso de seis semanas. Un piloto realizado en 2017 ya había entregado conclusiones positivas, aumentando la participación de los estudiantes y su grado de disfrute en las clases, además de un mejor ritmo de aprendizaje.
Si la experiencia vuelve a ofrecer pruebas sólidas de su eficacia, se espera que en el futuro se amplíe a más idiomas además del chino. Pero también trascendería ese ámbito y podría usarse para capacitar personal y en otras actividades que pueda beneficiarse de la simulación virtual, según nota la fuente mencionada.

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