Las gafas inteligentes de Google salieron al mercado hace unos años con el objetivo de cambiarlo para siempre. Finalmente, el éxito de este dispositivo no fue el esperado debido a varios factores. Puede que te sintieses incómodo si alguien utilizaba estas gafas en público y, apreciado lector, este fue uno los grandes motivos del fracaso de las Google Glass.
Parece una exageración afirmar que el hecho de que una persona llevase un aparato demasiado moderno para la sociedad terminase con la desaparición del mismo, pero fue así. Ahora, Google ha sabido darle una vuelta al proyecto y especializar el uso de sus gafas inteligentes para los empresarios.
Como te decíamos, la gran G presentó las Google Glass en 2014, aunque todo indica que el lanzamiento fue antes de lo debido. Estas gafas revelaron un problema en la sociedad desconocido hasta la fecha: el fenómeno Glasshole. ¿Has oído alguna vez hablar sobre él? ¿Conoces su importancia?

¿Qué son realmente los glassholes?

Las funciones de las Google Glass eran muy interesantes, pero su uso en público no fue bien comprendido por algunos compradores, que inmediatamente se convirtieron en "glassholes". La traducción de esta mezcla de palabras en inglés te aclarará finalmente por qué estas personas han recibido este término.Google puede sentirse orgullosa de haber creado un fenómeno de masas con el lanzamiento de un nuevo producto. Sus gafas atrajeron la atención de miles de compradores que querían utilizarlas en situaciones comunes: comiendo en un restaurante, andando por la calle o sentado en el parque.
Glasshole procede de "Glass" (gafas) y "asshole" (que podríamos traducir como idiota, capullo). Así, podríamos concretar que este nuevo término significaría algo similar a "el capullo de las gafas", una definición muy aproximada a lo que realmente son. ¿Quieres evitar serlo tú también? Observa este vídeo:

Lugares públicos, sus zonas favoritas

Los glassholes se dedicaban a actuar en unos sitios muy concretos. Supuestamente, su objetivo era mostrar cómo disponían de unas gafas muy molonas que, quizás, nunca estarán en tu poder. Como leemos en El Confidencial, esto lo hacían de forma muy natural, tan natural que llegaban a dar mucho la nota.

Estas situaciones dieron paso a conflictos en zonas públicas, protagonizados por personas que no conocían exactamente qué estaba haciendo "el capullo de las gafas""¿Me estará grabando sin mi permiso?", pensaban. ¿Cómo actuarías si te encontrases a alguien con este producto a tu lado?Por ejemplo, el glasshole de turno se encontraba en un restaurante y decidía ordenar algo a sus gafas a través de la voz. Este dispositivo pasa muy desapercibido para el resto de personas, que no sabían que el usuario llevaba unas gafas inteligentes y se preguntaban con quién estaba hablando realmente.
Las Google Glass fueron un producto tan innovador en 2014 que la sociedad no las aceptó de buen agrado. Su uso por parte de los glassholes en acciones cotidianas como conducir o comprar en el supermercado les trajo, incluso, algún que otro problema que intentaron ser solucionados por parte de Google.

Cómo puedes evitar ser un glasshole

Como responsable de estas gafas inteligentes y las consecuencias de su lanzamiento, Google intentó frenar el fenómeno Glasshole con una interesante iniciativa. La compañía presentó una guía de comportamiento que debió haber solucionado el problema, aunque parece que no llegó a ser del todo así.
Google se dirigió directamente a los "Explorers", nombre que recibían los usuarios de Google Glass, a través de una publicación en su web. En este comunicado, les dio algunas pautas sobre cómo y para qué podían utilizar este innovador dispositivo. Como verás, la compañía no se anduvo con rodeos.
La guía de comportamiento era clara y, aunque no lo especificase, estaba dirigida directamente a acabar con los glassholes. La recomendación principal aconsejaba a los usuarios pedir permiso antes de utilizar las Google Glass en público.
Glasshole ha sido uno de los fenómenos más llamativos provocados por los avances de la tecnología. Giulia Scrimieri
Imagina que tú eras uno de estos usuarios. En caso de que te dedicases a estar en la esquina de un salón mientras fotografiabas o grababas a otras personas, Google te recomendaba encarecidamente respetar la privacidad de los demás y pedirles permiso si pretendías grabarles.
Saltarse las normas tampoco era una opción para Google. En caso de que las normas de grabación te prohibiesen tomar fotografías o vídeos en un local, tampoco podías hacerlo con las gafas inteligentes.

Google quería evitar a toda costa que los explorers pareciesen "extraños" para la gente que les rodeaba si pasaban largos períodos centrando la vista en las gafas, por lo que recordó que su uso estaba diseñado para interacciones breves que permiten luego volver al ambiente exterior.La guía de comportamiento de Google fue el método perfecto de la compañía para desligarse de este particular fenómeno. En la misma, intercalaba las funciones recomendadas para el producto, como explorar el mundo que nos rodea, con avisos sobre su uso, como no utilizarlo mientras conduces o hacerle más caso al entorno que a las propias gafas.
Pese a todo los intentos de la compañía por evitar una catástrofe, sus gafas inteligentes Google Glass se convirtieron en un gran fracaso. Ahora, podemos asegurar que aquellos que no supieron utilizarlas de forma correcta tuvieron mucha culpa en ese hundimiento.
Sin embargo, también debemos apreciar que Google ha sabido renovar las gafas de la forma correcta y presentarlas, años más tarde, con unas potentes características adecuadas para los trabajadores. Puede que, finalmente, estemos ante el renacimiento de las Google Glasstras el fenómeno Glasshole.