¿Es difícil para un emprendedor acceder a ayudas y financiación? ¿Cuáles son las claves para lograr ser atractivo ante los inversores?
Cada vez menos. Pero siempre es difícil, sobre todo si no tienes un buen producto o un buen proyecto.
Normalmente, el emprendedor que realmente cree en ello tiene que ser consciente de que es una carrera a largo plazo, pero con una implicación a medio y corto absoluta. Esto significa que al principio casi todos los emprendimientos (de base tecnológica) van ligados a que el propio fundador o varios, y lo que se conoce como las tres F (family, fools, Friends), inviertan en esa persona por su talento, know how o porque creen en la idea o el proyecto.
Con ese primer capital lo natural es que puedas arrancar o tener un proyecto mínimamente viable, y es a partir de ahí cuando puedes encontrar diferentes opciones de financiación públicas o privadas. Antes de ese paso es mucho más complejo. Tiene que ser una idea tan demoledora o el emprendedor tiene que ser una persona muy empática y que genere una credibilidad máxima en el inversor.
Lo que recomiendo aquí es –aunque se ha penalizado mucho también la palabra- el networking. El mundo emprendedor es un mundo en el que todo se comparte. Hay muchísimos eventos, cada vez más, ya que es parte de ese ecosistema incipiente, en los que te vas a encontrar a gente que te va a poder recomendar cuáles son las ayudas públicas locales que existen según el lugar en el que te encuentres, cuáles son las ayudas más genéricas como Enisa o el CDTI, u otros que se ofrecen a nivel estatal o europeo. Al mismo tiempo puedes acceder a la financiación privada, que hoy en día es más fácil: desde conseguir rondas muy pequeñas para poder subsistir al principio o rondas ya más grandes para expandirte.
Estamos asistiendo a la democratización de la financiación de las startups. Eso significa que ya no solo hay entidades públicas o privadas, sino que existen herramientas de crowdfunding o incluso tecnologías de bitcoins que facilitan el acceso a un capital para sacar un proyecto hacia delante.
Existe el mito de que muchos emprendedores no quieren acceder a inversión externa porque pierden control sobre sus startups, ¿es eso cierto?
Cada inversión de capital que se haga en tu empresa va a comerse un trozo del pastel. Ojalá un emprendedor no necesite inversión, pero es un caso muy excepcional. Lo más natural y coherente es conseguir inversión. Lo bueno de que esté creciendo este ecosistema emprendedor es que los inversores en muchos casos son profesionales. Esto implica varias cosas.
Por un lado, que ya no existen esos pactos leoninos que pudo haber en otros tiempos, porque hoy en día el emprendedor puede elegir el fondo con el que quiere asociarse. Antes existían muy pocos inversores y aquel que conseguía inversión era un afortunado pero tenía que ceder gran parte del control de su proyecto.
Esto cambia al haber más oferta. Estos profesionales de los fondos han tenido que ir moldeando sus peticiones y han ido encontrando fórmulas de aportar valor más allá de aportar solo dinero. Hoy en día un socio financiero de un fondo de inversión para una startup es mucho más que un inversor que te añade una cantidad concreta de capital. Es un miembro del ecosistema que tiene la necesidad de obtener un beneficio de esa inversión a medio o largo plazo porque su negocio es ese y para eso sabe que si te limita, consume y quita el poder, está impidiendo tu propio crecimiento. Como son profesionales y es un ecosistema más maduro y muchos de ellos vienen de emprender previamente, saben que el mayor activo que tiene una startup es el equipo y, fundamentalmente, el fundador o fundadores. Cada vez se meten menos en las decisiones. Y aquí lo calve es la relevancia del pacto de socios para no tener que perder ese poder.
Lo bueno que tenemos en España es que hay muchísimo talento. Hay grandísimos emprendedores con grandísimos proyectos, que algunos han triunfado ya, que otros están en ello y que otros fracasarán, pero no por falta de talento
Si el emprendedor negocia bien con un inversor tiene que saber a qué está renunciando del porcentaje de la empresa, pero tiene que estar por escrito y regulado. Si el emprendedor se apoya en un profesional que sepa cómo hacer eso no perderá el control. Tendrá un corsé, pero un corsé que le permitirá desarrollar su proyecto.
Lo natural es que esas relaciones fluyan positivamente y muchas veces los inversores ayudan a ejecutar un modelo que tenga mayor tracción. Entiendo el pensamiento reacio a ceder parte del control pero, si un emprendedor quiere realmente hacer un modelo escalable, tiene que buscar capital y siempre podrá encontrar un socio más allá de lo capitalista, pero siempre con un conocimiento profesional sobre dónde se está uno metiendo.
¿Qué startups destacarías como las referencias a seguir en España?
Hoy en día está destacando mucho Wallapop. Fintonic también es una referencia. Hay una startup que trabaja con nosotros también que me gusta mucho. Se llama Captio y se trata de una solución para los tickets de viaje de las empresas, las hojas de gasto de los empleados, etc. Normalmente, las herramientas de las empresas para este tipo de cosas no son buenas.
Con Captio, por ejemplo, puedes escanear el ticket vía móvil y que la app lo reconozca a través de procesos cognitivos, lo suba al cloud y desarrolle el proceso de forma mucho más automática. Muchas empresas están empezando a utilizarla. En definitiva, eliminar los tickets y las tradicionales hojas de gasto. Además, el equipo que la desarrolla es muy bueno.
Existe otra, con la que trabajamos y que también me gusta, que se llama Geoblink y que, a través del análisis de datos mediante Big Data y Business Intelligence, geolocalizan un lugar para montar un negocio. Gracias a ese análisis te recomiendan qué lugar puede ser el más adecuado para situar tu empresa, si va a haber afluencia de clientes, etc.
Lo bueno que tenemos en España es que hay muchísimo talento. Hay grandísimos emprendedores con grandísimos proyectos, que algunos han triunfado ya, que otros están en ello y que otros fracasarán, pero no por falta de talento.
¿Qué ofrece concretamente Microsoft a los emprendedores?
Microsoft es una empresa de tecnología. Por un lado tenemos una visión como compañía validada. Aunque ahora somos una corporación, en su día también fuimos una startup y empezamos en un garaje. Existe una visión real en creer en la innovación que surge desde fuera de las corporaciones, que va muy ligada también a la visión de nuestro nuevo CEO Satya Nadella. Y esta visión se asemeja también a la reflexión que hice yo cuando entré aquí: cómo puedo empoderar a otros para que consigan sus misiones. Y esto es una realidad. Intentamos de verdad que otros puedan llevar a cabo proyectos de valor para la sociedad.
Además de esto, hay una misión. Al ser una empresa tecnológica cada vez más orientada al cloud, pretendemos que el resto de empresas trabajen con nuestra tecnología. Las startups de hoy obviamente son todavía proyectos de emprendimiento que no sabemos si triunfaran o no, pero confiamos en que en unos años sean las grandes empresas del futuro y que, por lo tanto, trabajen con nuestra tecnología.
¿Qué intentamos? Ayudar a estas empresas cuando lo necesitan. Sobre todo al principio y en base a un programa de apoyo al emprendimiento que va orientado a formación principalmente en nuestra tecnología, Inteligencia Artificial, Big Data, Machine Learning, realidad aumentada, etc. Les ofrecemos créditos gratuitos en nuestra plataforma de cloud (Azure) para que puedan construir sus proyectos en cloud al principio sin coste.
Tenemos un programa de emprendimiento que se llama BizSpark, que es donde se incluyen todos estos beneficios. En él damos hasta 120 mil dólares totalmente gratuitos, sin equity. También damos licencias gratuitas de Microsoft. Digamos que tenemos estos programas de ayuda al emprendedor, pero también intentamos llegar más allá.
Como somos Microsoft tenemos el acceso a los clientes de esos emprendedores. Un ejemplo, trabajamos con una empresa de fintech que tiene un proyecto B2B súper interesante que consiste en un SaaS y que nosotros podemos de hacer nuestro de alguna manera si está usando nuestra tecnología.
En este caso uno de nuestros Account Manager se sienta con el emprendedor para identificar oportunidades de negocio que le puedan ayudar a vender su producto o servicio, y que al mismo tiempo nos ayude a posicionarnos con ese cliente, ya que le estamos ofreciendo una solución innovadora y que utilice nuestra tecnología.
Intentamos buscar esas sinergias para trabajar de la mano en aquellos mercados que son claves para nosotros. Y todo esto muy ligado a esta visión que tenemos como compañía del ‘cloud for good’. Esto es, de cómo la digitalización pasa por el mundo del cloud y cómo puede ser muy relevante para los mercados. Y también ayudamos a los emprendedores desde una perspectiva de comunicación y relaciones públicas.
No somos una empresa que vende software o hardware puro –que también-, sino que somos una empresa de cloud
Otro aspecto que estamos potenciando cada vez más consiste en ayudarles en lo tecnológico. Es decir, esa tecnología que está desarrollando que un emprendedor con su producto puede dirigirse hacia temas de Business Intelligence y Big data. Y en esta situación nosotros vemos cómo podemos trabajar con ellos para ayudarles a crear una prueba de concepto. Entre otras cosas, llevamos unos ingenieros de Microsoft a sus oficinas para que trabajen con ellos y puedan crecer en ese desarrollo. Esto va muy ligado a startups B2B, porque para nosotros tiene mucho más sentido trabajar con aquellas empresas con las que luego podemos llevar a cabo proyectos de futuro. Ser un partner más allá de un proveedor tecnológico.
Al final Microsoft lo que consigue es tener cada vez más clientes que utilicen su plataforma de cloud, que es el core del negocio. Ojalá dentro de 5 años podamos decir que estas startups en todo el mundo pasaron por nuestro programa de apoyo al emprendimiento cuando acababan de nacer y hoy son grandes empresas de referencia con tecnología es Microsoft.
Esto representa el cambio que se le ha dado a la compañía. No somos una empresa que vende software o hardware puro –que también-, sino que somos una empresa de cloud. Incluso nuestro software es cloud. Lo que pretendemos es que la gente descubra que nuestra tecnología cloud es útil para sus diferentes productos o servicios.
De hecho, uno de los grandes cambios que se ha producido a través de nuestro nuevo CEO Satya Nadella tiene que ver con el código abierto. Aproximadamente un 30% de todo lo que hay dentro de Azure -nuestra plataforma de cloud- es código abierto, es Linux. Microsoft es el partner mundial de Linux desde hace unos meses. Se trata de un cambio bestial en la estrategia de la compañía. Esto implica que si eres una startup y quieres desarrollar en el cloud de Microsoft, no tienes por qué usar su propia tecnología, sino que puedes usar tecnología de terceros porque su plataforma está preparada para eso y además se fomenta. Esto ha permitido que mucha gente haya querido ‘subirse a nuestra nube’.
Y, por último, ¿qué queda de aquél Jareño que soñaba con contar historias en la radio, escribir en un periódico o publicar novelas?
Queda todo. Yo soy periodista de vocación. He sido desde muy pequeño un contador de historias. Y sigue siéndolo. Mi día a día sigue siendo exactamente contar historias, solo que cuento otras. Las que contaba emprendiendo por mi cuenta eran mías, y ahora cuento historias de terceros. Me sigue fascinando la comunicación, es algo que va conmigo. Al mismo tiempo, estoy muy contento de haberme salido del stream tradicional del periodismo porque he aprendido cosas que me han aportado muchísimo valor.
Además sigo escribiendo de hecho. He escrito una novela que espero publicar pronto. Sigo haciendo ese tipo de cosas que espero no abandonar. Sigo siendo lo mismo que era antes, pero más viejo y con otro tipo de conocimientos que afortunadamente he sumado a lo que ya tenía. Hay cosas por ejemplo que me gustan menos, como la televisión. La radio, por ejemplo, he dejado de escucharla bastante, más por el statu quo actual de los medios que por su concepto, que en el fondo me sigue tocando la patata. Hace unas semanas entrevistábamos a Pedro Jareño, director de Emprendedores en Microsft Ibérica, pero como tiene mucho y muy bueno que contar, os traemos la segunda parte de la que fue una entrevista intensísima. Cómo ser atractivo para los inversores, el mito de la pérdida de control por culpa de los inversores, las startups españolas más exitosas y que más fuerte llegarán durante este año, y muchas cosas más.
¿Es difícil para un emprendedor acceder a ayudas y financiación? ¿Cuáles son las claves para lograr ser atractivo ante los inversores?
Cada vez menos. Pero siempre es difícil, sobre todo si no tienes un buen producto o un buen proyecto.
Normalmente, el emprendedor que realmente cree en ello tiene que ser consciente de que es una carrera a largo plazo, pero con una implicación a medio y corto absoluta. Esto significa que al principio casi todos los emprendimientos (de base tecnológica) van ligados a que el propio fundador o varios, y lo que se conoce como las tres F (family, fools, Friends), inviertan en esa persona por su talento, know how o porque creen en la idea o el proyecto.
Con ese primer capital lo natural es que puedas arrancar o tener un proyecto mínimamente viable, y es a partir de ahí cuando puedes encontrar diferentes opciones de financiación públicas o privadas. Antes de ese paso es mucho más complejo. Tiene que ser una idea tan demoledora o el emprendedor tiene que ser una persona muy empática y que genere una credibilidad máxima en el inversor.
Lo que recomiendo aquí es –aunque se ha penalizado mucho también la palabra- el networking. El mundo emprendedor es un mundo en el que todo se comparte. Hay muchísimos eventos, cada vez más, ya que es parte de ese ecosistema incipiente, en los que te vas a encontrar a gente que te va a poder recomendar cuáles son las ayudas públicas locales que existen según el lugar en el que te encuentres, cuáles son las ayudas más genéricas como Enisa o el CDTI, u otros que se ofrecen a nivel estatal o europeo. Al mismo tiempo puedes acceder a la financiación privada, que hoy en día es más fácil: desde conseguir rondas muy pequeñas para poder subsistir al principio o rondas ya más grandes para expandirte.
Estamos asistiendo a la democratización de la financiación de las startups. Eso significa que ya no solo hay entidades públicas o privadas, sino que existen herramientas de crowdfunding o incluso tecnologías de bitcoins que facilitan el acceso a un capital para sacar un proyecto hacia delante.
Existe el mito de que muchos emprendedores no quieren acceder a inversión externa porque pierden control sobre sus startups, ¿es eso cierto?
Cada inversión de capital que se haga en tu empresa va a comerse un trozo del pastel. Ojalá un emprendedor no necesite inversión, pero es un caso muy excepcional. Lo más natural y coherente es conseguir inversión. Lo bueno de que esté creciendo este ecosistema emprendedor es que los inversores en muchos casos son profesionales. Esto implica varias cosas.
Por un lado, que ya no existen esos pactos leoninos que pudo haber en otros tiempos, porque hoy en día el emprendedor puede elegir el fondo con el que quiere asociarse. Antes existían muy pocos inversores y aquel que conseguía inversión era un afortunado pero tenía que ceder gran parte del control de su proyecto.
Esto cambia al haber más oferta. Estos profesionales de los fondos han tenido que ir moldeando sus peticiones y han ido encontrando fórmulas de aportar valor más allá de aportar solo dinero. Hoy en día un socio financiero de un fondo de inversión para una startup es mucho más que un inversor que te añade una cantidad concreta de capital. Es un miembro del ecosistema que tiene la necesidad de obtener un beneficio de esa inversión a medio o largo plazo porque su negocio es ese y para eso sabe que si te limita, consume y quita el poder, está impidiendo tu propio crecimiento. Como son profesionales y es un ecosistema más maduro y muchos de ellos vienen de emprender previamente, saben que el mayor activo que tiene una startup es el equipo y, fundamentalmente, el fundador o fundadores. Cada vez se meten menos en las decisiones. Y aquí lo calve es la relevancia del pacto de socios para no tener que perder ese poder.
Lo bueno que tenemos en España es que hay muchísimo talento. Hay grandísimos emprendedores con grandísimos proyectos, que algunos han triunfado ya, que otros están en ello y que otros fracasarán, pero no por falta de talento
Si el emprendedor negocia bien con un inversor tiene que saber a qué está renunciando del porcentaje de la empresa, pero tiene que estar por escrito y regulado. Si el emprendedor se apoya en un profesional que sepa cómo hacer eso no perderá el control. Tendrá un corsé, pero un corsé que le permitirá desarrollar su proyecto.
Lo natural es que esas relaciones fluyan positivamente y muchas veces los inversores ayudan a ejecutar un modelo que tenga mayor tracción. Entiendo el pensamiento reacio a ceder parte del control pero, si un emprendedor quiere realmente hacer un modelo escalable, tiene que buscar capital y siempre podrá encontrar un socio más allá de lo capitalista, pero siempre con un conocimiento profesional sobre dónde se está uno metiendo.
¿Qué startups destacarías como las referencias a seguir en España?
Hoy en día está destacando mucho Wallapop. Fintonic también es una referencia. Hay una startup que trabaja con nosotros también que me gusta mucho. Se llama Captio y se trata de una solución para los tickets de viaje de las empresas, las hojas de gasto de los empleados, etc. Normalmente, las herramientas de las empresas para este tipo de cosas no son buenas.
Con Captio, por ejemplo, puedes escanear el ticket vía móvil y que la app lo reconozca a través de procesos cognitivos, lo suba al cloud y desarrolle el proceso de forma mucho más automática. Muchas empresas están empezando a utilizarla. En definitiva, eliminar los tickets y las tradicionales hojas de gasto. Además, el equipo que la desarrolla es muy bueno.
Existe otra, con la que trabajamos y que también me gusta, que se llama Geoblink y que, a través del análisis de datos mediante Big Data y Business Intelligence, geolocalizan un lugar para montar un negocio. Gracias a ese análisis te recomiendan qué lugar puede ser el más adecuado para situar tu empresa, si va a haber afluencia de clientes, etc.
Lo bueno que tenemos en España es que hay muchísimo talento. Hay grandísimos emprendedores con grandísimos proyectos, que algunos han triunfado ya, que otros están en ello y que otros fracasarán, pero no por falta de talento.
¿Qué ofrece concretamente Microsoft a los emprendedores?
Microsoft es una empresa de tecnología. Por un lado tenemos una visión como compañía validada. Aunque ahora somos una corporación, en su día también fuimos una startup y empezamos en un garaje. Existe una visión real en creer en la innovación que surge desde fuera de las corporaciones, que va muy ligada también a la visión de nuestro nuevo CEO Satya Nadella. Y esta visión se asemeja también a la reflexión que hice yo cuando entré aquí: cómo puedo empoderar a otros para que consigan sus misiones. Y esto es una realidad. Intentamos de verdad que otros puedan llevar a cabo proyectos de valor para la sociedad.
Además de esto, hay una misión. Al ser una empresa tecnológica cada vez más orientada al cloud, pretendemos que el resto de empresas trabajen con nuestra tecnología. Las startups de hoy obviamente son todavía proyectos de emprendimiento que no sabemos si triunfaran o no, pero confiamos en que en unos años sean las grandes empresas del futuro y que, por lo tanto, trabajen con nuestra tecnología.
¿Qué intentamos? Ayudar a estas empresas cuando lo necesitan. Sobre todo al principio y en base a un programa de apoyo al emprendimiento que va orientado a formación principalmente en nuestra tecnología, Inteligencia Artificial, Big Data, Machine Learning, realidad aumentada, etc. Les ofrecemos créditos gratuitos en nuestra plataforma de cloud (Azure) para que puedan construir sus proyectos en cloud al principio sin coste.
Tenemos un programa de emprendimiento que se llama BizSpark, que es donde se incluyen todos estos beneficios. En él damos hasta 120 mil dólares totalmente gratuitos, sin equity. También damos licencias gratuitas de Microsoft. Digamos que tenemos estos programas de ayuda al emprendedor, pero también intentamos llegar más allá.
Como somos Microsoft tenemos el acceso a los clientes de esos emprendedores. Un ejemplo, trabajamos con una empresa de fintech que tiene un proyecto B2B súper interesante que consiste en un SaaS y que nosotros podemos de hacer nuestro de alguna manera si está usando nuestra tecnología.
En este caso uno de nuestros Account Manager se sienta con el emprendedor para identificar oportunidades de negocio que le puedan ayudar a vender su producto o servicio, y que al mismo tiempo nos ayude a posicionarnos con ese cliente, ya que le estamos ofreciendo una solución innovadora y que utilice nuestra tecnología.
Intentamos buscar esas sinergias para trabajar de la mano en aquellos mercados que son claves para nosotros. Y todo esto muy ligado a esta visión que tenemos como compañía del ‘cloud for good’. Esto es, de cómo la digitalización pasa por el mundo del cloud y cómo puede ser muy relevante para los mercados. Y también ayudamos a los emprendedores desde una perspectiva de comunicación y relaciones públicas.
No somos una empresa que vende software o hardware puro –que también-, sino que somos una empresa de cloud
Otro aspecto que estamos potenciando cada vez más consiste en ayudarles en lo tecnológico. Es decir, esa tecnología que está desarrollando que un emprendedor con su producto puede dirigirse hacia temas de Business Intelligence y Big data. Y en esta situación nosotros vemos cómo podemos trabajar con ellos para ayudarles a crear una prueba de concepto. Entre otras cosas, llevamos unos ingenieros de Microsoft a sus oficinas para que trabajen con ellos y puedan crecer en ese desarrollo. Esto va muy ligado a startups B2B, porque para nosotros tiene mucho más sentido trabajar con aquellas empresas con las que luego podemos llevar a cabo proyectos de futuro. Ser un partner más allá de un proveedor tecnológico.
Al final Microsoft lo que consigue es tener cada vez más clientes que utilicen su plataforma de cloud, que es el core del negocio. Ojalá dentro de 5 años podamos decir que estas startups en todo el mundo pasaron por nuestro programa de apoyo al emprendimiento cuando acababan de nacer y hoy son grandes empresas de referencia con tecnología es Microsoft.
Esto representa el cambio que se le ha dado a la compañía. No somos una empresa que vende software o hardware puro –que también-, sino que somos una empresa de cloud. Incluso nuestro software es cloud. Lo que pretendemos es que la gente descubra que nuestra tecnología cloud es útil para sus diferentes productos o servicios.
De hecho, uno de los grandes cambios que se ha producido a través de nuestro nuevo CEO Satya Nadella tiene que ver con el código abierto. Aproximadamente un 30% de todo lo que hay dentro de Azure -nuestra plataforma de cloud- es código abierto, es Linux. Microsoft es el partner mundial de Linux desde hace unos meses. Se trata de un cambio bestial en la estrategia de la compañía. Esto implica que si eres una startup y quieres desarrollar en el cloud de Microsoft, no tienes por qué usar su propia tecnología, sino que puedes usar tecnología de terceros porque su plataforma está preparada para eso y además se fomenta. Esto ha permitido que mucha gente haya querido ‘subirse a nuestra nube’.
Y, por último, ¿qué queda de aquél Jareño que soñaba con contar historias en la radio, escribir en un periódico o publicar novelas?
Queda todo. Yo soy periodista de vocación. He sido desde muy pequeño un contador de historias. Y sigue siéndolo. Mi día a día sigue siendo exactamente contar historias, solo que cuento otras. Las que contaba emprendiendo por mi cuenta eran mías, y ahora cuento historias de terceros. Me sigue fascinando la comunicación, es algo que va conmigo. Al mismo tiempo, estoy muy contento de haberme salido del stream tradicional del periodismo porque he aprendido cosas que me han aportado muchísimo valor.
Además sigo escribiendo de hecho. He escrito una novela que espero publicar pronto. Sigo haciendo ese tipo de cosas que espero no abandonar. Sigo siendo lo mismo que era antes, pero más viejo y con otro tipo de conocimientos que afortunadamente he sumado a lo que ya tenía. Hay cosas por ejemplo que me gustan menos, como la televisión. La radio, por ejemplo, he dejado de escucharla bastante, más por el statu quo actual de los medios que por su concepto, que en el fondo me sigue tocando la patata.
Hace unas semanas entrevistábamos a Pedro Jareño, director de Emprendedores en Microsft Ibérica, pero como tiene mucho y muy bueno que contar, os traemos la segunda parte de la que fue una entrevista intensísima. Cómo ser atractivo para los inversores, el mito de la pérdida de control por culpa de los inversores, las startups españolas más exitosas y que más fuerte llegarán durante este año, y muchas cosas más.
¿Es difícil para un emprendedor acceder a ayudas y financiación? ¿Cuáles son las claves para lograr ser atractivo ante los inversores?
Cada vez menos. Pero siempre es difícil, sobre todo si no tienes un buen producto o un buen proyecto.
Normalmente, el emprendedor que realmente cree en ello tiene que ser consciente de que es una carrera a largo plazo, pero con una implicación a medio y corto absoluta. Esto significa que al principio casi todos los emprendimientos (de base tecnológica) van ligados a que el propio fundador o varios, y lo que se conoce como las tres F (family, fools, Friends), inviertan en esa persona por su talento, know how o porque creen en la idea o el proyecto.
Con ese primer capital lo natural es que puedas arrancar o tener un proyecto mínimamente viable, y es a partir de ahí cuando puedes encontrar diferentes opciones de financiación públicas o privadas. Antes de ese paso es mucho más complejo. Tiene que ser una idea tan demoledora o el emprendedor tiene que ser una persona muy empática y que genere una credibilidad máxima en el inversor.
Lo que recomiendo aquí es –aunque se ha penalizado mucho también la palabra- el networking. El mundo emprendedor es un mundo en el que todo se comparte. Hay muchísimos eventos, cada vez más, ya que es parte de ese ecosistema incipiente, en los que te vas a encontrar a gente que te va a poder recomendar cuáles son las ayudas públicas locales que existen según el lugar en el que te encuentres, cuáles son las ayudas más genéricas como Enisa o el CDTI, u otros que se ofrecen a nivel estatal o europeo. Al mismo tiempo puedes acceder a la financiación privada, que hoy en día es más fácil: desde conseguir rondas muy pequeñas para poder subsistir al principio o rondas ya más grandes para expandirte.
Estamos asistiendo a la democratización de la financiación de las startups. Eso significa que ya no solo hay entidades públicas o privadas, sino que existen herramientas de crowdfunding o incluso tecnologías de bitcoins que facilitan el acceso a un capital para sacar un proyecto hacia delante.
Existe el mito de que muchos emprendedores no quieren acceder a inversión externa porque pierden control sobre sus startups, ¿es eso cierto?
Cada inversión de capital que se haga en tu empresa va a comerse un trozo del pastel. Ojalá un emprendedor no necesite inversión, pero es un caso muy excepcional. Lo más natural y coherente es conseguir inversión. Lo bueno de que esté creciendo este ecosistema emprendedor es que los inversores en muchos casos son profesionales. Esto implica varias cosas.
Por un lado, que ya no existen esos pactos leoninos que pudo haber en otros tiempos, porque hoy en día el emprendedor puede elegir el fondo con el que quiere asociarse. Antes existían muy pocos inversores y aquel que conseguía inversión era un afortunado pero tenía que ceder gran parte del control de su proyecto.
Esto cambia al haber más oferta. Estos profesionales de los fondos han tenido que ir moldeando sus peticiones y han ido encontrando fórmulas de aportar valor más allá de aportar solo dinero. Hoy en día un socio financiero de un fondo de inversión para una startup es mucho más que un inversor que te añade una cantidad concreta de capital. Es un miembro del ecosistema que tiene la necesidad de obtener un beneficio de esa inversión a medio o largo plazo porque su negocio es ese y para eso sabe que si te limita, consume y quita el poder, está impidiendo tu propio crecimiento. Como son profesionales y es un ecosistema más maduro y muchos de ellos vienen de emprender previamente, saben que el mayor activo que tiene una startup es el equipo y, fundamentalmente, el fundador o fundadores. Cada vez se meten menos en las decisiones. Y aquí lo calve es la relevancia del pacto de socios para no tener que perder ese poder.
Lo bueno que tenemos en España es que hay muchísimo talento. Hay grandísimos emprendedores con grandísimos proyectos, que algunos han triunfado ya, que otros están en ello y que otros fracasarán, pero no por falta de talento
Si el emprendedor negocia bien con un inversor tiene que saber a qué está renunciando del porcentaje de la empresa, pero tiene que estar por escrito y regulado. Si el emprendedor se apoya en un profesional que sepa cómo hacer eso no perderá el control. Tendrá un corsé, pero un corsé que le permitirá desarrollar su proyecto.
Lo natural es que esas relaciones fluyan positivamente y muchas veces los inversores ayudan a ejecutar un modelo que tenga mayor tracción. Entiendo el pensamiento reacio a ceder parte del control pero, si un emprendedor quiere realmente hacer un modelo escalable, tiene que buscar capital y siempre podrá encontrar un socio más allá de lo capitalista, pero siempre con un conocimiento profesional sobre dónde se está uno metiendo.
¿Qué startups destacarías como las referencias a seguir en España?
Hoy en día está destacando mucho Wallapop. Fintonic también es una referencia. Hay una startup que trabaja con nosotros también que me gusta mucho. Se llama Captio y se trata de una solución para los tickets de viaje de las empresas, las hojas de gasto de los empleados, etc. Normalmente, las herramientas de las empresas para este tipo de cosas no son buenas.
Con Captio, por ejemplo, puedes escanear el ticket vía móvil y que la app lo reconozca a través de procesos cognitivos, lo suba al cloud y desarrolle el proceso de forma mucho más automática. Muchas empresas están empezando a utilizarla. En definitiva, eliminar los tickets y las tradicionales hojas de gasto. Además, el equipo que la desarrolla es muy bueno.
Existe otra, con la que trabajamos y que también me gusta, que se llama Geoblink y que, a través del análisis de datos mediante Big Data y Business Intelligence, geolocalizan un lugar para montar un negocio. Gracias a ese análisis te recomiendan qué lugar puede ser el más adecuado para situar tu empresa, si va a haber afluencia de clientes, etc.
Lo bueno que tenemos en España es que hay muchísimo talento. Hay grandísimos emprendedores con grandísimos proyectos, que algunos han triunfado ya, que otros están en ello y que otros fracasarán, pero no por falta de talento.
¿Qué ofrece concretamente Microsoft a los emprendedores?
Microsoft es una empresa de tecnología. Por un lado tenemos una visión como compañía validada. Aunque ahora somos una corporación, en su día también fuimos una startup y empezamos en un garaje. Existe una visión real en creer en la innovación que surge desde fuera de las corporaciones, que va muy ligada también a la visión de nuestro nuevo CEO Satya Nadella. Y esta visión se asemeja también a la reflexión que hice yo cuando entré aquí: cómo puedo empoderar a otros para que consigan sus misiones. Y esto es una realidad. Intentamos de verdad que otros puedan llevar a cabo proyectos de valor para la sociedad.
Además de esto, hay una misión. Al ser una empresa tecnológica cada vez más orientada al cloud, pretendemos que el resto de empresas trabajen con nuestra tecnología. Las startups de hoy obviamente son todavía proyectos de emprendimiento que no sabemos si triunfaran o no, pero confiamos en que en unos años sean las grandes empresas del futuro y que, por lo tanto, trabajen con nuestra tecnología.
¿Qué intentamos? Ayudar a estas empresas cuando lo necesitan. Sobre todo al principio y en base a un programa de apoyo al emprendimiento que va orientado a formación principalmente en nuestra tecnología, Inteligencia Artificial, Big Data, Machine Learning, realidad aumentada, etc. Les ofrecemos créditos gratuitos en nuestra plataforma de cloud (Azure) para que puedan construir sus proyectos en cloud al principio sin coste.
Tenemos un programa de emprendimiento que se llama BizSpark, que es donde se incluyen todos estos beneficios. En él damos hasta 120 mil dólares totalmente gratuitos, sin equity. También damos licencias gratuitas de Microsoft. Digamos que tenemos estos programas de ayuda al emprendedor, pero también intentamos llegar más allá.
Como somos Microsoft tenemos el acceso a los clientes de esos emprendedores. Un ejemplo, trabajamos con una empresa de fintech que tiene un proyecto B2B súper interesante que consiste en un SaaS y que nosotros podemos de hacer nuestro de alguna manera si está usando nuestra tecnología.
En este caso uno de nuestros Account Manager se sienta con el emprendedor para identificar oportunidades de negocio que le puedan ayudar a vender su producto o servicio, y que al mismo tiempo nos ayude a posicionarnos con ese cliente, ya que le estamos ofreciendo una solución innovadora y que utilice nuestra tecnología.
Intentamos buscar esas sinergias para trabajar de la mano en aquellos mercados que son claves para nosotros. Y todo esto muy ligado a esta visión que tenemos como compañía del ‘cloud for good’. Esto es, de cómo la digitalización pasa por el mundo del cloud y cómo puede ser muy relevante para los mercados. Y también ayudamos a los emprendedores desde una perspectiva de comunicación y relaciones públicas.
No somos una empresa que vende software o hardware puro –que también-, sino que somos una empresa de cloud
Otro aspecto que estamos potenciando cada vez más consiste en ayudarles en lo tecnológico. Es decir, esa tecnología que está desarrollando que un emprendedor con su producto puede dirigirse hacia temas de Business Intelligence y Big data. Y en esta situación nosotros vemos cómo podemos trabajar con ellos para ayudarles a crear una prueba de concepto. Entre otras cosas, llevamos unos ingenieros de Microsoft a sus oficinas para que trabajen con ellos y puedan crecer en ese desarrollo. Esto va muy ligado a startups B2B, porque para nosotros tiene mucho más sentido trabajar con aquellas empresas con las que luego podemos llevar a cabo proyectos de futuro. Ser un partner más allá de un proveedor tecnológico.
Al final Microsoft lo que consigue es tener cada vez más clientes que utilicen su plataforma de cloud, que es el core del negocio. Ojalá dentro de 5 años podamos decir que estas startups en todo el mundo pasaron por nuestro programa de apoyo al emprendimiento cuando acababan de nacer y hoy son grandes empresas de referencia con tecnología es Microsoft.
Esto representa el cambio que se le ha dado a la compañía. No somos una empresa que vende software o hardware puro –que también-, sino que somos una empresa de cloud. Incluso nuestro software es cloud. Lo que pretendemos es que la gente descubra que nuestra tecnología cloud es útil para sus diferentes productos o servicios.
De hecho, uno de los grandes cambios que se ha producido a través de nuestro nuevo CEO Satya Nadella tiene que ver con el código abierto. Aproximadamente un 30% de todo lo que hay dentro de Azure -nuestra plataforma de cloud- es código abierto, es Linux. Microsoft es el partner mundial de Linux desde hace unos meses. Se trata de un cambio bestial en la estrategia de la compañía. Esto implica que si eres una startup y quieres desarrollar en el cloud de Microsoft, no tienes por qué usar su propia tecnología, sino que puedes usar tecnología de terceros porque su plataforma está preparada para eso y además se fomenta. Esto ha permitido que mucha gente haya querido ‘subirse a nuestra nube’.
Y, por último, ¿qué queda de aquél Jareño que soñaba con contar historias en la radio, escribir en un periódico o publicar novelas?
Queda todo. Yo soy periodista de vocación. He sido desde muy pequeño un contador de historias. Y sigue siéndolo. Mi día a día sigue siendo exactamente contar historias, solo que cuento otras. Las que contaba emprendiendo por mi cuenta eran mías, y ahora cuento historias de terceros. Me sigue fascinando la comunicación, es algo que va conmigo. Al mismo tiempo, estoy muy contento de haberme salido del stream tradicional del periodismo porque he aprendido cosas que me han aportado muchísimo valor.
Además sigo escribiendo de hecho. He escrito una novela que espero publicar pronto. Sigo haciendo ese tipo de cosas que espero no abandonar. Sigo siendo lo mismo que era antes, pero más viejo y con otro tipo de conocimientos que afortunadamente he sumado a lo que ya tenía. Hay cosas por ejemplo que me gustan menos, como la televisión. La radio, por ejemplo, he dejado de escucharla bastante, más por el statu quo actual de los medios que por su concepto, que en el fondo me sigue tocando la patata.
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