Por Tomás Fernández*
La fuerza laboral, la tecnología y la forma en la que trabajamos, están cambiando, somos más digitales, tecnológicos y globales. Al mismo tiempo, las expectativas, necesidades y demandas de los negocios evolucionan más rápido que nunca, y esto nos enfrentará a 7 realidades que trazarán el rumbo del futuro de cómo trabajaremos:
Las organizaciones exponenciales: el Internet de las Cosas, Big Data y los Millennials, quienes día con día ocupan más puestos de liderazgo, están impulsando el crecimiento de tecnologías exponenciales y organizaciones basadas en datos. Hoy en día, las empresas que son capaces de capturar el valor del potencial desbloqueado por la tecnología y la disponibilidad de datos sin precedentes se están anticipando de tal manera que sus competidores inevitablemente quedan rezagados cediendo mercado.
Recomendación: Desarrollar una fuerza laboral que sea tecnológicamente competente para lograr capturar el valor de la inversión tecnológica.
El potencial desencadenado de la fuerza laboral: Factores como el crecimiento del trabajo freelance, disponibilidad 24/7, la movilidad, el crowdsourcing y gamification, han desbloqueado el potencial de la fuerza laboral, liberándola de muchos lazos y restricciones. Además, tecnologías como la Inteligencia Artificial, realidad aumentada y robótica, ayudan a resolver situaciones transaccionales de manera más eficiente.
Recomendación: Considerar moverse de estructuras jerárquicas tradicionales hacia equipos basados en proyectos, compuestos por una vasta variedad de trabajadores que permitirán responder más rápido a las necesidades y oportunidades del mercado.
Reinvención de por vida: La extensión de la esperanza de vida y la necesidad por un aprendizaje casi infinito, nos lleva a una realidad en la que busquemos la reinvención de nuestro perfil de por vida. Con esta situación las organizaciones se enfrentan a desafíos de liderazgo al tener conviviendo tres generaciones (próximamente cuatro), esto si no es manejando adecuadamente puede afectar la eficiencia y productividad de la compañía.
Recomendación: Implementar políticas más flexibles que encajen con la necesidad de inclusión en trabajadores de todas las edades, aprovechando las fortalezas de cada generación y apoyándolos en su proceso de reinvención
Tecnología, talento y transformación: Gracias a que la automatización se ha vuelto más asequible en precio, a que el uso de inteligencia artificial ha aumentado y al crecimiento de la colaboración humano-máquina, tenemos una nueva realidad de cambios y transiciones en el talento organizacional. Este escenario presenta la oportunidad de reimaginar el valor económico del trabajo por el incremento de la productividad que la colaboración humano-máquina trae consigo. Para obtener este incremento de productividad no hay una receta en cuanto a la mezcla de talento humano y máquina, esto dependerá de la estrategia del negocio y de la realidad de la industria en el que la empresa en cuestión se desempeñe.
Recomendación: Anticiparse para que el talento pueda interactuar con la tecnología de manera natural y enfatizar en la colaboración humano máquina y no en su competencia.
La ética del trabajo y la sociedad: Desarrollos como la Inteligencia Artificial y la fragmentación del mercado laboral podrían producir cambios a gran escala que transformen la manera en la que pensamos sobre el trabajo. Las demandas de los trabajadores están comenzando a impulsar a las organizaciones a centrarse en los intereses de los trabajadores, especialmente en temas como su bienestar y prestaciones. En el futuro seguramente se necesitará encontrar un equilibrio entre los intereses de la empresa y la necesidad de proteger a los trabajadores, considerando la incertidumbre del nuevo ambiente laboral.
Recomendación: Reforzar la conducta ética y la responsabilidad hacia sus colaboradores como un principio fundamental de la organización.
La empresa ágil: Así como Big Data y el Internet de las Cosas han impulsado las organizaciones exponenciales, la tecnología también ha generado el desarrollo de lo que nosotros llamamos “empresas ágiles”. Estas organizaciones son pequeñas en tamaño y se apalancan de grandes organizaciones, en servicios tales como cloud computing y servicios de pago online. Este nuevo tipo de empresas tiene un modelo de negocio ágil, con estructuras de costos flexibles y mercados de nicho a lo que atienden adecuadamente.
Recomendación: Tomar ejemplos de estos nuevos modelos de negocio, los cuales pueden brindar ideas de soluciones a gran escala.
Innovación regulada: Con relación al talento, algunos de los segmentos más nuevos del mercado laboral están en gran medida libres de impuestos y/o no regulados. En respuesta, los reguladores están empezando a ser más activos, en 2018 se espera más participación del gobierno en torno a la implementación y uso de la tecnología en modelos de negocio y en su impacto a las personas.
Recomendación: Estar atentos al proceso regulatorio para adaptarse rápidamente a las definiciones que apliquen.
Estas nuevas realidades presentan un panorama lleno de oportunidades. Para capitalizarlas, necesitaremos encontrar nuevas formas de alinear instituciones, organizaciones e individuos al reto de los cambios del mercado.
El desafío está en repensar la idea que hemos construido durante décadas sobre la estructura de la fuerza laboral; es decir, explorar nuevas formas de atraer y retener talento, así como impulsar la colaboración humano-máquina y, sobre todo, agilizar la adaptación a las nuevas tecnologías.
Estas son las nuevas realidades, y no hay manera de evitarlas.
*Socio Líder de Capital Humano en Consultoría, Deloitte México.
https://www.forbes.com.mx/las-7-nuevas-realidades-del-futuro-del-trabajo/
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