Una cápsula fabricada con una impresora 3D que permite a cualquier persona suicidarse con solo apretar un botón ha acaparado la atención de quienes han acudido a la Exposición Funeraria de Ámsterdam (Países Bajos) este 14 de abril, informa la agencia AFP.
Sarco —abreviatura de 'sarcófago'— es una creación del australiano Philip Nitschke y el ingeniero neerlandés Alexander Bannink. Ambos han exhibido un modelo de su dispositivo y, gracias a unas gafas de realidad virtual, han ofrecido a los visitantes la posibilidad de experimentar qué se siente al entrar en un dispositivo que acabaría con sus vidas en cuestión de minutos.
Esa máquina está compuesta por un ataúd desmontable que se ubica sobre un soporte y contiene un depósito con nitrógeno. La persona que quiere morir, presiona un botón y la cápsula se llena con ese gas que, si se inhala en altas dosis, resulta letal.
Al principio, "se sentirá un poco mareada, pero luego perderá rápidamente la consciencia y morirá", ha detallado Nitschke, un activista por la legalización de la eutanasia conocido como 'Dr. Muerte'.
El artículo suscitó reacciones diversas entre los presentes: mientras que algunos afirmaron que fue "algo extraño de ver, pero muy bonito y tranquilo", otros ni entienden ni les interesa este invento y alguno opinó que "es bastante tonto".
Una máquina de la muerte descargable
Philip Nitschke estima que elegir cuándo morir "es un derecho humano fundamental" e indica que este dispositivo proporciona la posibilidad de acabar con "el precioso regalo que es la vida".
Este defensor de la eutanasia asegura que su objetivo es construir la primera cápsula completamente funcional antes de que acabe 2018. Si tiene éxito, compartirá su diseño en la Red mediante un documento de código abierto para que cualquiera pueda "descargar los planos e imprimir en 3D su propio dispositivo".
Respecto a los posibles obstáculos legales, Nitschke recuerda que en muchos países solo va contra la ley "ayudar a una persona a suicidarse".
0 comentarios :
Publicar un comentario