Económico, con potencia suficiente y con capacidad para jugar sin cables incluso a juegos de ordenador. Lo único malo: que es de Facebook
Es posible que las Oculus Quest sean de los pocos dispositivos que en los últimos años me hayan sorprendido de verdad. ¿Realidad virtual sin cables con una calidad más que buena y a un precio asequible? Adelante.
Las Oculus Quest 2 refuerzan todo eso, porque se ven mucho mejor (algo más de resolución y de tasa de refresco), siguen funcionando sin cable (aunque si quieres conectarlas al PC, solo necesitas usar uno) y encima cuestan un poco más baratas que sus antecesoras.
Pero como siempre, hay un lado malo, y vaya lado más feo: la calidad de sus componentes es un poco peor y, para colmo, ahora es obligatorio usar una cuenta de Facebook para acceder a sus servicios y poder siquiera hacerlos funcionar. Aunque el anterior modelo ya apuntaba por este camino, no ha sido hasta una reciente actualización del mismo que ha sido obligatorio iniciar sesión con una cuenta de Facebook. Si te niegas, carretera y manta: no puedes usarlos.
Con esto por delante, ya sabes si estos cascos son para ti o no, porque creo que la única pega que se les puede poner es que vas a estar usando un producto de Facebook y alimentando con tus datos y horas de juego y tus patrones de ojos y vete tú a saber qué más la maquinaria publicitaria de Zuckerberg.
Y si digo que es la única pega es porque su pantalla tiene una resolución y una tasa de refresco tan buena que hace parecer estúpido gastarse mil euros en un equipo como los que venden Valve y otras compañías, con cámaras, con altavoces, con cascos que requieren cables. Las Oculus Quest hacen el 90% de las cosas que los cascos más caros por 300 euros, sin necesidad de instalar cámaras y sin ahorcarte con el cable que las conecta al ordenador.
También son bastante cómodos. No sabría decir qué han tocado con respecto a su anterior modelo, pero se pegan mejor a mi cabeza. Hay algunas decisiones mal tomadas, como que la posición de las lentes interiores se mueve a mano y haciendo un ruido horrible cada vez que lo haces o que el modelo más avanzado de agarre se vende por separado y es bastante quebradizo, según muchos usuarios.
En cuanto a sus juegos, aunque el número es limitado, ya va habiendo suficientes como para que no sientas que has tirado el dinero comprando un casco de realidad virtual, algo que todos hemos sentido en el pasado con sus predecesores o con los de la competencia. En su tienda, Oculus tiene desde documentales a programas de pintar, a juegos fantásticos como Beat Sabere, Super Hot, Vader Inmortal, Pistol Whip, Population: One, The Walking Dead: Saints & Sinners... Todos tienen sus particularidades y le dan un uso distinto a la realidad virtual, lo que se agradece pues, dado que no son juegos largos ni muy complejos gráficamente, al menos son interesantes y variados y únicos
Oculus no puede competir en catálogo con algunos de los grandes juegos que hay en ordenador, como Half-Life Alyx, pero como su antecesor, es fácil conectarlo a ordenador mediante Oculus Link (básicamente, un programa y un cable USB-C largo adecuado) para jugar a dichos juegos. La configuración con cable es sencilla, pero si de verdad quieres sacarles todo su partido en ordenador, hay formas de conectarlas inalámbricamente (Virtual Desktop, básicamente) que apenas tienen latencia, apenas pierdes calidad gráfica (algo se pierde, pero tampoco es mucha) y que, sea como fuere, compensa mucho para ahorrarte el cable y poder moverte libremente.
O todo lo libremente que te permita la sala en la que juegues, claro. Como cualquier dispositivo de VR, te va a requerir un espacio seguro alrededor de unos 3 metros cuadrados, que sé que no es fácil conseguir salvo qu tengas un buen salón o un buen despacho para jugar. Es posible adaptarse a cualquier limitación y el propio cascos te avisa cuando te acercas peligrosamente a los límites del espacio seguro, por lo que romper la tele de un golpe con uno de los mandos es difícil si has tomado las precauciones adecuadas.
Reconozco que al final he jugado a más juegos de PC que de Oculus durante la review de las Quest 2, y la mayoría de las veces, tirando de WiFi y sin necesidad de cables. El proceso es de cuatro clicks y, con estar cerca del router, es posible jugar sin lag y sin cortes en la imagen.
Por eso lo considero el mejor casco de realidad virtual que puedes comprar. Los hay más cómodos, de mejor calidad de componentes, con pantallas mejores y que no requieren que vendas tu alma a Facebook para usarlos, pero son más caros y no se pueden usar sin cables fácilmente.
Si estás interesado en el mundo de la realidad virtual y tienes un ordenador potente para ejecutar estos juegos más exigentes, con las Oculus Quest 2 tienes todo lo necesario para jugar a auténticas joyas como Half-Life: Alyx, que es uno de los mejores videojuegos de la década y el segundo mejor del año pasado, según nuestra lista.
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