En 1993 la división de Psicología Clínica 12 de la American Psychological Association creó un Grupo de Expertos (Task Force) para promover la aplicación de Tratamientos Empíricamente Validados o Tratamientos Psicológicos Eficaces (TPE), y para suscitar el desarrollo y difusión de técnicas de tratamiento psicológico con respaldo empírico (Botella, C., & Quero, S., & Serrano, B., & Baños, R., & García-Palacios, A., 2009).
Un aspecto importante en el movimiento de los TPE es la incorporación de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TICs) en dichos programas de tratamiento. Las TICs se están desarrollando a un ritmo vertiginoso y, debido al enorme potencial que ofrecen, pueden implicar el logro de mejoras en los TPE ya existentes, sobre todo en lo que se refiere al eje de la efectividad o utilidad clínica (Botella, et al., 2009).
Una aplicación de las TICs más reciente que también puede mejorar la eficacia y efectividad de algunos tratamientos psicológicos es la Realidad Aumentada (RA), pero ¿Qué es la Realidad Aumentada?
La Realidad Aumentada (RA) o Augmented Reality (AR) es un modo de poder interactuar con la realidad física en tiempo real. Se usa para definir una visión a través de un dispositivo tecnológico, directa o indirecta, de un entorno físico del mundo real, cuyos elementos se combinan con elementos virtuales para la creación de una realidad mixta en tiempo real. Esta tecnología integra señales captadas del mundo real con señales generadas por computadoras, las hace corresponder en la construcción de nuevas realidades coherentes, que se complementan y coexisten en el mundo real y el mundo virtual, enriqueciéndose las experiencias cognitivas en el orden visual (Heras, L. y Villareal, L., 2004; Fabregat R., 2012).
Las escasas aplicaciones existentes de RA en el campo de los tratamientos psicológicos han sido llevadas al tratamiento de dos fobias específicas: la fobia a animales pequeños (arañas y cucarachas) y la acrofobia. Se han obtenido resultados preliminares que muestran la eficacia de este sistema en una sola sesión de exposición intensiva, siguiendo las directrices de Öst, Salkovskis & Hellstroöm (1991), en un estudio de caso (Botella et al., 2005), una serie de 5 casos (Juan et al., 2005) y, más recientemente, en un estudio que utiliza un diseño de línea de base múltiple entre sujetos (Botella, Bretón- López, Quero, Baños & García-Palacios, 2008). Por su parte, el sistema de RA para la acrofobia utiliza fotos-navegables inmersivas y ha demostrado ser capaz de evocar un alto sentido de presencia en personas sin miedo a las alturas (Juan et al., 2006). Por último, señalar la reciente aparición de un trabajo en el campo de la salud que utiliza un sistema de RA para aliviar el dolor en niños quemados (Mott et al., 2008).
En general, podemos decir que el uso de las TICs en los tratamientos psicológicos intenta facilitar el trabajo de los terapeutas y la integración de los pacientes en el proceso terapéutico. Concretamente, para los pacientes una de las mayores ventajas de las TIC’s es la seguridad, el control y la confidencialidad que les proporcionan: pueden recibir el tratamiento de forma segura sin estar expuestos a los ojos de los demás; y, además, en algunos casos pueden afrontar su problema ya sea en la consulta del terapeuta o incluso en el mismo hogar del paciente. Se trata de hacer los tratamientos psicológicos mucho más accesibles para todos y de romper algunos de los estigmas existentes en torno a ellos. Todo ello hace que se estén promocionando mejoras en los actuales programas de tratamiento al permitir generar una diversidad de contextos y alternativas terapéuticas para los pacientes.
Finamente, a pesar de los avances que se han logrado con las nuevas TICs en el campo de los tratamientos psicológicos, todavía es necesario superar una serie de limitaciones. Una de las principales limitaciones son los costes que todavía siguen siendo elevados. Aunque han disminuido de forma muy notable en los últimos años, el coste de los desarrollos de estas herramientas, así como los equipos necesarios, no siempre están al alcance de todos los terapeutas y todas las instituciones. En relación al uso de las TICs en general, los psicólogos y/o pacientes que no estén muy familiarizados con estas tecnologías pueden presentar algún tipo de resistencia respecto a su aceptación y su utilización rutinaria en terapia al no sentirse preparados o seguros con su uso, o no tener clara su utilidad. Por tanto, un objetivo claro a lograr es superar estas inseguridades y limitaciones.
Referencias:
Botella, C., Quero, S., Serrano, B., Baños, M. y García-Palacios, A. (2009). Avances en los tratamientos psicológicos: la utilización de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación Anuario de Psicología, vol. 40, nº 2, septiembre, pp. 155-170.
Botella, C., Bretón-López, J., Quero, S., Baños, R.M. & García-Palacios, A. (2009). Treating cocroach phobia with augmented reality. Behavior Therapy (in press).
Botella, C., Juan, M.C., Baños, R.M., Alcañiz, M., Guillén, V. & Rey, B. (2005). Mixing realities? An application of augmented reality for the treatment of cockroach phobia. CyberPsychology & Behavior, 8, 162-171.
Fabregat R. (2012). Combinando la realidad aumentada con las plataformas de e-elearning adaptativas. Enl@ce Revista Venezolana de Información, Tecnología y Conocimiento, May-Ago 9(2):69-78. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/3971545.pdf
Heras, L. y Villareal, L. (2004). La realidad aumentada: Una tecnología en espera de usuarios. Rev Digital Universitaria. Agosto 5(6). Disponible en: http://www.revista.unam.mx/vol.8/num6/art48/junart48.pdf
Juan, C., Baños, R., Botella, C., Pérez, D., Alcañíz, M. & Monserrat, C. (2006). An augmented reality system for the treatment of acrophobia: The sense of presence using immersive photography. Presence: Teleoperators & Virtual Environments, 15, 393-402.
Mott, S., Bucolo, L., Cuttle, J., Mill, M., Hilder, K., Miller, R. & Kimble, R.M. (2008). The efficacy of an augmented virtual reality system to alleviate pain in children undergoing burns dressing changes: A randomised controlled trial. Burns, 34, 803-808.
Öst, L.G., Salkovskis, P.M. & Hellstrom, K. (1991). One-session therapist-directed exposure vs. self-exposure in the treatment of spider phobia. Behavior Therapy, 22, 407-422.
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