Por Irina Sternik
¿Cómo ponerse en el lugar del otro, tocar, ver y sentir una situación sin haberla vivido? Un buen libro, una película, una buena serie de Netflix eran las experiencias que hasta ahora nos hacían vivir una realidad paralela, gracias a la imaginación y la ficción. El periodismo inmersivo va un paso más allá: con un casco de realidad virtual nos mete en el interior de la escena con imágenes y sonido 360 (audio espacial lo llama Youtube) y un punto de vista que depende de lo que el espectador desee mirar.
Across the Line se trata de eso y nos ubica adentro, bien adentro de lo que vive una mujer que se somete a un aborto en un centro de salud público, seguro y legal, en Estados Unidos. A pesar de todas estas palabras juntas -extrañas para los argentinos- su protagonista vive un acoso social.
Técnicamente se trata de un video de 6.15 minutos que utiliza audio y videos reales grabados durante protestas antiaborto, mezclados con videos generados por computadora imágenes (CGI) con una pizca de escenas guionadas para representar un documental ficcional y ofrecer la posibilidad de entender qué es lo que le pasa a una mujer cuando va a realizarse esta práctica.
La particularidad del buen periodismo inmersivo es que no hay golpes bajos. Su pionera, Nonny de la Peña, es muy cuidadosa en la manera de contar una historia y ofrecer un relato que habla por sí solo sin necesidad de amarillismo.
Esta experiencia tiene tres partes: dentro del centro de salud en una cama ginecológica, vemos a Cristina, la “paciente”, y a la doctora que le va a realizar el aborto. Ella se pone nerviosa, la manifestación previa la angustió y un diálogo entre ambas nos introduce en la situación.
Luego, un viaje en el tiempo tipo flashback para acompañar a Cristina y su amiga mientras van yendo, en auto, hacia el centro de salud, frente a manifestantes que gritan, insultan e interpelan. Por último, el espectador se convierte en ella y pasa a vivir en primer plano la agresión de cada uno de los manifestantes para estar, casi literalmente, en sus zapatos.
Es cierto que quienes resistan los casi siete minutos que dura la representación, disponible en Youtube, tendrán que tragar saliva varias veces. La experiencia es fuerte y está muy lograda. Tanto es así que en estudios realizados posteriores a su visualización, la percepción del aborto se modificó gracias a sentir empatía con lo visto en el video.
En los últimos cinco años Estados Unidos tuvo una oleada de ataques a la salud y a los derechos reproductivos de las mujeres. Se promulgaron más de 300 restricciones al aborto y otras acciones legislativas para restringir el acceso a las mujeres a la atención en lo que a salud reproductiva se refiere.
El objetivo de Nonny de la Peña, su productora y otras organizaciones de salud sexual es reducir el estigma, cambiar la conversación actual sobre el aborto seguro y legal, ofrecer la posibilidad de mirar la experiencia desde otro punto de vista, que en Estados Unidos contabiliza que una de cada tres mujeres decide suspender un embarazo. Según las consultas a personas con puntos de vista moderados y conservadores sobre el aborto realizadas por Planned Parenthood, SKDK nickerbocker y Sea Change en Kansas City y Atlanta, ver la película aumentó la empatía hacia las mujeres que deciden abortar. Tres cuartos de los entrevistados afirmaron apoyar la legislación que mantiene a los manifestantes alejados de las clínicas y dos tercios que apoyarían a los candidatos que a favor del acceso a un aborto legal y seguro.
Across the Line se puede ver en diferentes plataformas, como HTC Vive, Samsung Gear VR y Google Cardboard. Es gratis y sólo hay que ingresar a acrossthelinevr.com/experience, tener un casco apropiado y ganas de ponerse en la piel de Cristina.
domingo, 28 de enero de 2018
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