INMACULADA BARCENILLA ROY
El control mental sustituirá al teclado del ordenador y a las pantallas táctiles de los smartphones. El ser humano se acostumbra rápidamente a los avances tecnológicos y no falta mucho tiempo para que sea la mente quien envíe las órdenes de lo que queremos ver en la realidad aumentada. Así lo pronostica una start-up llamada Neurable, con sede en Boston (EEUU), que ya ha elaborado un prototipo tecnológico, que analiza la actividad cerebral para que sea el pensamiento y el deseo del usuario quien determinar lo que quiere hacer. Así, solo con pensar o mover los ojos aparecen en las pantallas de realidad aumentada lo que se desea ver.
Neurable ya ha presentado el software que analiza la actividad cerebral y recoge las órdenes de la mente, aunque, de momento solo se aplica a un videojuego de realidad virtual. Sin embargo, el objetivo de la empresa no son los videojuegos.
En el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva de la Universidad de California (San Diego, EEUU) se investiga con la interfaz cerebro-ordenador, para conocer la base neuronal de la cognición y su aplicación interactuación con la tecnología de la realidad virtual.
Esto es un avance respecto a las investigaciones de neuroestimulación con el gorro de electrodos conectado a la mente, se complementa con un chip en el cerebro, con el fin de registrar la actividad neuronal y transmitir mensajes a un ordenador. En el caso de Neurable no se tiene que implantar ese chip en el cerebro.
También Facebook lleva más de un año trabajando en algo similar, pero, de momento no ha conseguido resultados. La red social creó un equipo especial de proyectos avanzados, denominado Building 8, centrado únicamente en desarrollar dispositivos futuristas, con el ambicioso fin de conectar al mundo. Sin embargo, todavía no ha conseguido desarrollar la interfaz cerebro-ordenador que pretende. Incluso, Facebook duda de su viabilidad y decidirá dentro de dos años si merece la pena continuar con ello. Su objetivo consiste en desarrollar un sistema no invasivo que capte las señales del habla del cerebro y las convierta, silenciosamente, en un mensaje de texto a una velocidad de 100 palabras por minuto.
Los avances más significativos en esta materia se llevan a cabo en biomedicina. Por ejemplo, en pacientes con esclerosis, como Hawking, que usa un software para deletrear moviendo su mejilla lentamente.
Para Einstein (1879-1995), “la medida de la inteligencia es la habilidad para cambiar”. Los algoritmos y la inteligencia artificial ya están para quedarse y se ven en la salud, las oficinas o en las compras. Incluso, la red y la wifi son tan fundamentales como lo fueron en su momento la electricidad y el agua. Según la consultora Gartner en el 2021, el 20% de todas las actividades en las que un individuo se involucra diariamente, implicarán al menos el uso de uno de los gigantes digitales.
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